Decálogo para ir a beber a Praga

Entre todas las ciudades del mundo, Praga es posiblemente la mejor para beber cerveza. Además de gozar de gran tradición y calidad, el precio roza lo ridículo y existen grandes bares a decenas. Para no perderse, ofrecemos este escueto pero conciso decálogo. No tocamos solamente cerveza sino otras cosas accesorias como la comida. Como hemos dicho no es un decálogo extenso, y se pueden aportar muchas cosas. Pero creemos que puede ser útil. Antes de empezar con el decálogo propiamente, una recomendación preliminar:

0. ¡Id a lo checo! Porque IPAs, APAs, cervezas belgas, cervezas extremas, sours y demás ya las podréis probar por aquí. Pero las lagers frescas, algunas de ellas sin filtrar, que podemos encontrar ahí no hay manera de probarlas fuera del país. ¡Aprovechad! Seguramente no echaréis de menos a las otras, creednos.

Bien, tras esto, vamos al tajo con el decálogo:

1. La bebiblidad como bandera. Todos -o casi todos- hemos oído el concepto "bebible". Hay cervezas que entran mejor que otras, y en general ningunas mejor que las checas. Preparaos a tener ganas de beber mucho.

2. Uno de los "factores cogorza" más bajos. En EJDL llamamos "factor cogorza" a la relación entre la borrachera y la cantidad bebida. Las lager checas suelen oscilar entre el 3 y el 5 por ciento de alcohol en volumen. Podréis beber mucha cerveza sin acabar arrojando efluvios gástricos en una esquina mientras vuestro amigo de confianza os aguanta la frente.

3. Decid no a la sopa de ajo. La sopa de ajo es un plato tradicional. Así pues, está en muchas cartas. En la mayoría de sitios echan ajo crudo a espuertas, que os va a destrozar las papilas gustativas. Al pegar un trago no solamente no notaréis el sabor de la cerveza sino que os va a picar la boca y la garganta cosa mala.

4. Grados Plato. En muchas de las cervezas que venden ahí no se indica el contenido alcohólico sino que se indica la densidad inicial. Podéis aproximar (esto es muy poco científico) el contenido alcohólico multiplicando los grados plato por 4 y luego dividiendo por 10. Redondead hacia abajo y el alcohol seguramente se acercará. Así pues, una cerveza de 10º tendrá seguramente entre 3,5 y 4 por ciento de alcohol en volumen.

5. Dobrý Den / Děkuji. Buenos días y gracias, respectivamente. El checo es muy complicado, pero hay algunas palabras que conviene saber, ni que sea para mostrar un mínimo respeto hacia su cultura. Igual que no nos gusta que nos vengan franceses (por decir algo) con el bonjour dando por supuesto que vamos a entenderles, intentemos no hacer lo mismo. Luego ya si hay que pasarse al inglés o tirar de diccionario, se hace.

6. Propinas. Tal como nos indica Max en su Guía Cervecera Para Borrachines, el sistema de propina ahí suele ser redondear moderadamente el precio hacia arriba. Si el servicio es especialmente bueno, se puede redondear con más generosidad.

7. Huíd de Gambrinus y Staropramen. No son malas cervezas, ni mucho menos. Pero hay tantas mejores por probar y que solamente podréis probar ahí, que beber esas dos es una pérdida de tiempo. No hace falta ni decir que lo mismo pasa si encontráis Heineken, Stella Artois, etcétera.

8. Atreveos. Praga es una ciudad con muchas zonas turísticas. Malá Strana y Staré Město se llevan la palma, pero el resto de Praha 1 y 2 no se salvan. No vayáis a lo fácil, a los locales para guiris. Indagad sobre locales donde podáis sentiros un checo más. Son más complicados y se pasa algo de vergüenza intentando entenderte a veces, pero es mucho más gratificante. Además te sientes menos como un monedero con patas. En el libro citado arriba podéis encontrar un montón de estos lugares deliciosamente detallados.

9. Salchichas, cerdo y pan blanco. Lo más normal es acabar comiendo salchichas, medallones de cerdo en salsa, Guláš o queso frito. Está muy bueno y el precio suele ser económico (si huís de locales vampiros turísticos). Además es un tipo de comida que va muy bien para seguir bebiendo.

10. La rueda de hamster letal praguense. Si unimos bebiblidad, factor cogorza bajo, precios irrisorios, calidad y una ciudad maravillosa, el resultado es claro: litros y litros de cerveza en el buche. Esto, evidentemente, provoca unas ganas incesantes y muy punzantes de orinar. La rueda de hamster letal consiste en salir de un local, tener ganas de cambiar el agua el canario, entrar a otro local a usar los servicios, aprovechar para hacer una o dos jarras más, y a los 20 minutos volver a estar igual. Para estos menesteres, recomendamos tener localizado un local de comida rápida o unos WC públicos. Algunos os van a cobrar 10 Kč pero es la única manera de "bajar de la rueda". Esto y mucha fuerza de voluntad.

Así pues, si vais a Praga (y casi por extensión al resto de la República Checa), tened en cuenta estos puntos al beber cerveza, y uno extra de regalo:

11. Buena suerte al volver a las lagers de aquí. Tras unas cervezas de baja fermentación tan buenas, se os hará muy complicado volver a las cañas del bar, y posiblemente acabéis buscando Urquell en algún supermercado. Que no os va a saber igual.

Los Jardineros recomendamos como destino turístico imperdible para todo amante de la cerveza esta magnífica ciudad. Y si no eres amante de la cerveza (a veces nos llega gente buscando cosas que no creeríais), también, ya que casi seguro que vas a acabar siéndolo. Na Zdraví!

7 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Muchas gracias! Se lo transmitiremos al becario (cuando cumpla los latigazos de envidia pura y dura que le estamos administrando)

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  2. La sopa de ajo es uno de los mejores remedios contra la resaca, según mi evidencia anecdótica.... En resumen: decir sí a la sopa de ajo, pero para limpiar el paladar de la noche anterior.

    En otro orden de cosas, ¡Puta madre, qué lindo es vivir acá!

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    1. Eso leí, pero cometí el error de tomarla ANTES de la sesión cervecera y se transformó en un infierno.

      Por cierto, menuda envidia, me quedaba a vivir ahí, los dos únicos problemas serían el idioma y el alcoholismo que de bien seguro iba a pillar.

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  3. No podría estar más de acuerdo en todo! Tuve la oportunidad de visitar Praga hace unos 5 años y me encantó, tanto en lo turístico como en lo cervecístico. En un "fin de semana largo" probé unas 15 cervezas locales distintas, la mayoría verdaderamente buenas, y en una coqueta librería de segunda mano me compré el "Great Beer Guide" de Michael Jackson a un precio de risa.

    Resumiendo, destino megarecomendable, no veo el momento de volver.

    Saludos!

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    1. Yo ya he pillado hotel para octubre otra vez, me quedé corto con los 3 días y medio.

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  4. Qué bueno! Me trae grandes recuerdos esta ciudad, ya que fue allí donde tuve mi "despertar cervecero" en un inolvidable viaje hace ya 25 años. La cerveza era indescriptiblemente buena, y a precio de risa. Por desgracia no he vuelto por esos lares desde entonces :(

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