Se acerca ya el verano. ¡Lo tenemos, junto con las vacaciones escolares, a menos de un mes! Y claro, con el buen tiempo (no, este mes no, que está lloviendo mucho, pero llegará) y los días libres pues toca hacer escapadas por el campo. ¡No todo va a ser ciudad!
La pega que tiene el campo es que aunque hay muchos árboles, caminos, ríos y cosas varias, destaca bastante por su general ausencia de bares. Y si no hay bares, no hay camareros que te sirvan las cervezas. Por ello es imprescindible llevar en la mochila alguna cerveza para refrescar (e hidratar). Y aunque lo ideal para estos casos es la lata… si tienes antojo de una en botella también necesitarás un abridor.
Y nosotros te vamos a recomendar este. Ya que además de servir para abrir las chapas de los botellines de cerveza, incorpora una brújula que te permitirá orientarte y no perderte por el bosque cuando vayas dando eses (porque si lees esta web es probable que hayas llevado más de un par de cervezas).
¡Así no tendrás que ir dejando un rastro de guijarros o de miguitas de pan! Lo que ni se te ocurra es ir dejando un rastro de dominguero guarro y recoge chapas, latas, botellas y todo resto que lleves a la naturaleza, dejándolo tan limpio (o más) que como lo encontrases.
Más información:
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Ferias Cerveceras en Junio 2018
¡Regresa esta sección que recopila lo que está por venir en el mundo cervecero! Una entrada en la que recopilamos lo más mejor (o no, bueno, más bien lo que nos pilla a mano para ir, jejeje, pero lo otro suena guay) de los eventos cerveceros próximos.
Y el mes de junio viene cargadito, sobre todo en lo que a la zona centro se refiere. ¡Este mismo fin de semana se juntan dos eventazos en la capital! Por un lado, la segunda Feria de la Cerveza Artesanal de San Sebastián de los Reyes (en la que ya el año pasado dirigimos unas catas y este año repetimos, últimas plazas disponibles), del 1 al 3 de junio.
Y ese mismo fin de semana es el Founders Madrid Beer & Music Fest (este es del 1 al 2, sólo), pero si por lo que sea te pilla fuera, no te preocupes: ¡Al siguiente vuelve a haber evento! La tercera edición del BeerMad repite en la Caja Mágica del 8 al 10 de junio. ¿Podrás hacer el trío sin perderte ningún evento?
Y, si no eres de Madrid o no puedes acercarte a la capital, siempre puedes bajar al sur el siguiente fin de semana, del 15 al 16, al Granada Beer Festival, en la Feria de Muestras de Armilla. ¡Porque no todo va a ser para el centro! Pero a nosotros podrás encontrarnos en cualquiera de ellos, claro.
Y el mes de junio viene cargadito, sobre todo en lo que a la zona centro se refiere. ¡Este mismo fin de semana se juntan dos eventazos en la capital! Por un lado, la segunda Feria de la Cerveza Artesanal de San Sebastián de los Reyes (en la que ya el año pasado dirigimos unas catas y este año repetimos, últimas plazas disponibles), del 1 al 3 de junio.
Y ese mismo fin de semana es el Founders Madrid Beer & Music Fest (este es del 1 al 2, sólo), pero si por lo que sea te pilla fuera, no te preocupes: ¡Al siguiente vuelve a haber evento! La tercera edición del BeerMad repite en la Caja Mágica del 8 al 10 de junio. ¿Podrás hacer el trío sin perderte ningún evento?
Y, si no eres de Madrid o no puedes acercarte a la capital, siempre puedes bajar al sur el siguiente fin de semana, del 15 al 16, al Granada Beer Festival, en la Feria de Muestras de Armilla. ¡Porque no todo va a ser para el centro! Pero a nosotros podrás encontrarnos en cualquiera de ellos, claro.
Carling
A ver si conseguimos explicarlo sin liarnos. Carling es una marca de cerveza cuya cervecera fue fundada por un tío de Yorkshire en London (pero el London de Ontario, no de Inglaterra) en el siglo XIX. Pero a mediados del siglo pasado empezó a venderse en Reino Unido, y allí lo petó, llegando a ser la marca más popular (en volumen de ventas) en los años ochenta y a fabricarse también en Burton-on-Trent. Actualmente pertenece al grupo Molson-Coors (canado-estadounidense). ¿Entendido?
Pues olvidad todos esos países y sitios: esta lata está hecha en Barcelona, en Damm. Estas marcas generalistas (que al final saben todas igual) hacen a menudo eso: fabrican en otros países para ahorrar costes de transporte y distribución. Ya nos pasó con la Budweiser y ahora con esta.
¿Y el producto en sí? Pues una yonkilata de medio litro de cerveza de 4% ABV cualquiera. Rubia, carbonatada, espumosa. Olor a grano y maíz, y sabor similar. Con el amargor justo para no empalagar. Un poco acartonada, sobre todo cuando va cogiendo temperatura.
Vamos, que no merece la pena en absoluto pagar a precio de importación una cerveza canadiense, triunfadora en UK, pero hecha en Barcelona. Sobre todo teniendo mejores cervezas hechas aquí, incluso a mejor precio. Por lo que no te recomendamos ni maridaje ni vaso ni temperatura. ¡No te la recomendamos!
“Mi opinión en un Tweet:” Si quieres parecer un hooligan, bebe esto en el metro. Si no, no lo compres. Nota: Insuficiente.
Pues olvidad todos esos países y sitios: esta lata está hecha en Barcelona, en Damm. Estas marcas generalistas (que al final saben todas igual) hacen a menudo eso: fabrican en otros países para ahorrar costes de transporte y distribución. Ya nos pasó con la Budweiser y ahora con esta.
¿Y el producto en sí? Pues una yonkilata de medio litro de cerveza de 4% ABV cualquiera. Rubia, carbonatada, espumosa. Olor a grano y maíz, y sabor similar. Con el amargor justo para no empalagar. Un poco acartonada, sobre todo cuando va cogiendo temperatura.
Vamos, que no merece la pena en absoluto pagar a precio de importación una cerveza canadiense, triunfadora en UK, pero hecha en Barcelona. Sobre todo teniendo mejores cervezas hechas aquí, incluso a mejor precio. Por lo que no te recomendamos ni maridaje ni vaso ni temperatura. ¡No te la recomendamos!
“Mi opinión en un Tweet:” Si quieres parecer un hooligan, bebe esto en el metro. Si no, no lo compres. Nota: Insuficiente.
Editorial Jardinero: Cada vez bebemos menos
Ojo, que no os lleve a engaño el titular, no es que cada vez bebamos menos cerveza... Seguimos teniendo un consumo medio per cápita en el Jardín superior al de muchos países con tradición cervecera. Pero la verdad es que tenemos que confesar que cada vez nos hacemos más viejos y bebemos menos… alcohol.
Sí, amigos. Al contrario de lo que hacen (y hacíamos) los jóvenes, que siempre buscabas la cerveza más fuerte para toñarte… nosotros somos ya unos ancianos gruñones que nos pasamos horas leyendo las etiquetas y buscando la que menor graduación alcohólica tiene, porque cada vez nos sienta peor, sobre todo en lo referente a la resaca del día después.
Y esto tiene un efecto secundario que ha causado una baja importante en nuestras cervezas habituales: casi han desaparecido las cervezas belgas fuertes de nuestro menú. Cada vez bebemos menos Strong Dark Ale, Quadrupels, Triples y similar…
En ese sentido, nos encanta que estén tan de moda las Session IPA, pero nos gustaría que hubiese más cervezas de sesión de todos los estilos. Más cervezas de estilos alemanes o checos, fáciles de beber, pero con carácter. Más cervezas de estilos clásicos ingleses (que ya de por sí son bastante de sesión).
Esperamos que el mercado siga esa línea (ahora que parecen bastante abandonadas las carreras por hacer la cerveza más fuerte o más amarga o más de todo) y se centren en hacer buenas cervezas que disfrutar sin preocupaciones y sin acabar perjudicado por el efecto secundario del alcohol.
Sí, amigos. Al contrario de lo que hacen (y hacíamos) los jóvenes, que siempre buscabas la cerveza más fuerte para toñarte… nosotros somos ya unos ancianos gruñones que nos pasamos horas leyendo las etiquetas y buscando la que menor graduación alcohólica tiene, porque cada vez nos sienta peor, sobre todo en lo referente a la resaca del día después.
Y esto tiene un efecto secundario que ha causado una baja importante en nuestras cervezas habituales: casi han desaparecido las cervezas belgas fuertes de nuestro menú. Cada vez bebemos menos Strong Dark Ale, Quadrupels, Triples y similar…
En ese sentido, nos encanta que estén tan de moda las Session IPA, pero nos gustaría que hubiese más cervezas de sesión de todos los estilos. Más cervezas de estilos alemanes o checos, fáciles de beber, pero con carácter. Más cervezas de estilos clásicos ingleses (que ya de por sí son bastante de sesión).
Esperamos que el mercado siga esa línea (ahora que parecen bastante abandonadas las carreras por hacer la cerveza más fuerte o más amarga o más de todo) y se centren en hacer buenas cervezas que disfrutar sin preocupaciones y sin acabar perjudicado por el efecto secundario del alcohol.
Música de anuncio: Stop the Rock
Como este año toca Mundial de Fútbol, esperamos que la cerveza adquiera un protagonismo especial en los anuncios de televisión. Y ya se empieza a notar, ya que hay marcas que lo patrocinan directamente (y otras que se aprovechan del tirón que tiene el binomio fútbol+cerveza).
Y este anuncio en concreto tira además de la nostalgia futbolística de los no tan jóvenes que jugaron al FIFA 2000. Porque para animarte a beber en tu casa o donde estés han elegido como canción este Stop the Rock del grupo de música electrónica inglés Apollo 440.
Y este anuncio en concreto tira además de la nostalgia futbolística de los no tan jóvenes que jugaron al FIFA 2000. Porque para animarte a beber en tu casa o donde estés han elegido como canción este Stop the Rock del grupo de música electrónica inglés Apollo 440.
Weihenstephaner & Sierra Nevada Braupakt
Esta es una cerveza que esperábamos con muchas ganas desde que oímos acerca de su elaboración. Una colaboración entre Sierra Nevada (una marca puntera en el uso del lúpulo en la costa oeste de los Estados Unidos) y Weihenstephaner, (la cervecería más antigua del mundo, desde 1040 en Alemania).
Es una cerveza de trigo con levadura en suspensión (Hefeweizen) que además lleva un buen puñado de lúpulos (Hallertauer Tradition, Chinook y Amarillo) que le dan un perfil moderno y refrescante. Es de color ámbar anaranjado, y muy turbia y densa en su aspecto. La espuma es muy abundante y esponjosa, con buena persistencia y bastante pegajosa. El aroma es el propio de las cervezas de trigo alemanas, con muchos esteres afrutados y recuerdos de plátano y clavo, pero acompañado de un cierto toque frutal, cítrico y moderno, de los lúpulos aromáticos.
En boca el lúpulo tiene mayor presencia, resultando una Weissbier amarga (35 IBU), con un toque herbal y floral (además del grano de trigo y la fruta tropical) que la hacen interesante y refrescante. Tanto que entra bastante sola. Como curiosidad, decir que en barril tiene un perfil más marcado del lúpulo y mayor amargor aparente que lo que hemos descrito en botella. Y 6% ABV en ambas, eso sí.
Para acompañarla al servirla en copa a unos 7 - 11 ºC, los platos de comida tradicional alemanas pueden ir bien, pero el extra de amargor quizá haga que se le queden pequeños. Entonces siempre está bien pasar a hamburguesas americanas bien condimentadas y con todos los extras. Sólo nos queda añadir que aprovechad este verano para beberla por si no se vuelve a ver, pero que nos encantaría que se transformase en una fija en la gama, igual que paso con la Tap 5, que comenzó siendo una colaboración de Schneider Weisse con la cervecera Brooklyn y Garrett Oliver (y de la que esta podría considerarse como una hermana pequeña).
“Mi opinión en un Tweet:” El oso viene con el pack completo. ¡Nosotros nos apuntamos a su rollo! Nota: Notable alto.
Es una cerveza de trigo con levadura en suspensión (Hefeweizen) que además lleva un buen puñado de lúpulos (Hallertauer Tradition, Chinook y Amarillo) que le dan un perfil moderno y refrescante. Es de color ámbar anaranjado, y muy turbia y densa en su aspecto. La espuma es muy abundante y esponjosa, con buena persistencia y bastante pegajosa. El aroma es el propio de las cervezas de trigo alemanas, con muchos esteres afrutados y recuerdos de plátano y clavo, pero acompañado de un cierto toque frutal, cítrico y moderno, de los lúpulos aromáticos.
En boca el lúpulo tiene mayor presencia, resultando una Weissbier amarga (35 IBU), con un toque herbal y floral (además del grano de trigo y la fruta tropical) que la hacen interesante y refrescante. Tanto que entra bastante sola. Como curiosidad, decir que en barril tiene un perfil más marcado del lúpulo y mayor amargor aparente que lo que hemos descrito en botella. Y 6% ABV en ambas, eso sí.
Para acompañarla al servirla en copa a unos 7 - 11 ºC, los platos de comida tradicional alemanas pueden ir bien, pero el extra de amargor quizá haga que se le queden pequeños. Entonces siempre está bien pasar a hamburguesas americanas bien condimentadas y con todos los extras. Sólo nos queda añadir que aprovechad este verano para beberla por si no se vuelve a ver, pero que nos encantaría que se transformase en una fija en la gama, igual que paso con la Tap 5, que comenzó siendo una colaboración de Schneider Weisse con la cervecera Brooklyn y Garrett Oliver (y de la que esta podría considerarse como una hermana pequeña).
“Mi opinión en un Tweet:” El oso viene con el pack completo. ¡Nosotros nos apuntamos a su rollo! Nota: Notable alto.
Birroturismo en Londres: Visita a Fuller’s
Si vais a Londres como hemos ido nosotros y tenéis en mente hacer birroturismo del bueno, recordad que no todo es ir a bares a beber. Que también hay que ir a los museos. ¡Y la fábrica de Fuller’s en Chiswick es como un museo de la cerveza, que incluye el beber.
Nosotros nos apuntamos de cabeza a uno de los Tours organizados (que nos recomendaron otros visitantes anteriores), así que un buen día, temprano, nos acercamos en transporte público hasta este barrio del oeste de Londres donde llevan fabricando cerveza desde hace más de 350 años.
La visita comienza en el pub Mawson Arms (que también se llama Fox and Hounds, por si venís por el otro lado y os lo pasáis, como nos ocurrió a nosotros… ¡y eso que aún no habíamos bebido!) donde recogen al grupo.
De allí te llevan a un sótano que era un almacén, parece un bunker -y como tal se usó durante la guerra- y que hace las veces de museo de antiguas cosas de la marca. Desde allí pasas a ver la antigua cervecería.
Nosotros nos apuntamos de cabeza a uno de los Tours organizados (que nos recomendaron otros visitantes anteriores), así que un buen día, temprano, nos acercamos en transporte público hasta este barrio del oeste de Londres donde llevan fabricando cerveza desde hace más de 350 años.
La visita comienza en el pub Mawson Arms (que también se llama Fox and Hounds, por si venís por el otro lado y os lo pasáis, como nos ocurrió a nosotros… ¡y eso que aún no habíamos bebido!) donde recogen al grupo.
De allí te llevan a un sótano que era un almacén, parece un bunker -y como tal se usó durante la guerra- y que hace las veces de museo de antiguas cosas de la marca. Desde allí pasas a ver la antigua cervecería.
Medicamentos y Cerveza: Efecto Antabus
A pesar de todo lo que os hemos contado hasta ahora, hay una interacción con el alcohol y algunos medicamentos que se emplea para uso terapéutico. Este es el conocido como efecto Antabus. El alcohol, cuando es metabolizado, primero pasa de alcohol a acetaldehído mediante la acción de la enzima alcohol-deshidrogenasa, y después este acetaldehído se transforma en acetato mediante la acción de la enzima acetaldehído-deshidrogenasa. El acetato ya no es tóxico para el cuerpo y se elimina. En cambio el acetaldehído sigue siendo tóxico para nuestro organismo.
El efecto Antabus es el resultado de la acumulación de acetaldehído, debido a la inhibición de la enzima acetaldehído-deshidrogenasa por un medicamento. Esto provoca enrojecimiento de la cara, dolor de cabeza, mucha sudoración, taquicardias, vómitos, mareos… lo cual no es nada agradable. Se emplea terapéuticamente para tratar el alcoholismo. El medicamento empleado para ocasionar este efecto es el disulfiram. Se administra a los alcohólicos para que si beben después de tomarlo, sientan todos estos efectos y empiecen a asociar la ingesta de alcohol con algo muy desagradable. Algo en plan “La Naranja Mecánica”, para que nos entendamos.
Ya sabéis que a nosotros nos encanta beber, pero siempre, como todo en esta vida, con moderación. Por lo que esperamos que ninguno tenga que usar disulfiram nunca para deshabituarse. Pero os hablamos de ello no solo por su uso terapéutico, sino porque hay otros medicamentos que sí que os puede tocar tomar y que generan el mismo efecto Antabus.
Entre esos medicamentos encontramos algunos antibióticos (metronidazol, cloromitecina), el ketoconazol que se usa para el tratamiento de los hongos o la nitrofurantoína que se usa para la cistitis. Y además existen dos hongos comestibles, el Boletus lividus y el Coprinus atramentarius, que al combinarlos con el alcohol nos ofrecen el mismo resultado. Así que ya sabéis: cuando leáis en el prospecto efecto Antabus, huid de la cerveza si no queréis terminar asociándola a lo peor. Que ya sería gracioso que por no perdonar la cervecita de por la tarde, acabásemos odiando algo que nos apasiona tanto.
El efecto Antabus es el resultado de la acumulación de acetaldehído, debido a la inhibición de la enzima acetaldehído-deshidrogenasa por un medicamento. Esto provoca enrojecimiento de la cara, dolor de cabeza, mucha sudoración, taquicardias, vómitos, mareos… lo cual no es nada agradable. Se emplea terapéuticamente para tratar el alcoholismo. El medicamento empleado para ocasionar este efecto es el disulfiram. Se administra a los alcohólicos para que si beben después de tomarlo, sientan todos estos efectos y empiecen a asociar la ingesta de alcohol con algo muy desagradable. Algo en plan “La Naranja Mecánica”, para que nos entendamos.
Ya sabéis que a nosotros nos encanta beber, pero siempre, como todo en esta vida, con moderación. Por lo que esperamos que ninguno tenga que usar disulfiram nunca para deshabituarse. Pero os hablamos de ello no solo por su uso terapéutico, sino porque hay otros medicamentos que sí que os puede tocar tomar y que generan el mismo efecto Antabus.
Entre esos medicamentos encontramos algunos antibióticos (metronidazol, cloromitecina), el ketoconazol que se usa para el tratamiento de los hongos o la nitrofurantoína que se usa para la cistitis. Y además existen dos hongos comestibles, el Boletus lividus y el Coprinus atramentarius, que al combinarlos con el alcohol nos ofrecen el mismo resultado. Así que ya sabéis: cuando leáis en el prospecto efecto Antabus, huid de la cerveza si no queréis terminar asociándola a lo peor. Que ya sería gracioso que por no perdonar la cervecita de por la tarde, acabásemos odiando algo que nos apasiona tanto.
Tempest Red Eye Flight
Desde Escocia, con los ojos aún rojos por haber viajado con resaca y madrugón (ah, no, que esos fuimos nosotros a la vuelta del viaje hasta allí), nos llega esta cerveza de la marca Tempest Brewing Co. Una Mocha Porter.
Vale, lo de “mocha” ha de hacer sospechar algo… pero cuando miras la lista de ingredientes grande de la etiqueta y no ves que ponga café (en su etiqueta antigua al menos)… pues te crees que será sólo por las maltas… ¡Y no! Esta cerveza muestra mogollón de café de verdad ya en su aroma.
Pero vamos por partes: es negra casi negra, aunque no opaca. La espuma beis es escasa, poco persistente; se queda en una fina capa. El aroma es algo carameloso y muy (pero que muy) cafetoso. Entonces es cuando entras en su web y ves que lleva cacao, azúcar moreno y granos de café. Cosa que queda confirmada en cuanto la pruebas y sabe amarga y a café. ¡El café lo domina todo! ¡Es demasiado café!
Por ello, si has tenido un viaje nocturno o duro, es la cerveza ideal para despertarse. Aunque con su 7,4% ABV puede hacer que caigas redondo por otro motivos. ¡Pero tal vez lo puedas solucionar tomándote otra antes!
“Mi opinión en un Tweet:” ¿Quieres un café? ¡Pues toma dos tazas! Nota: Bien alto.
Vale, lo de “mocha” ha de hacer sospechar algo… pero cuando miras la lista de ingredientes grande de la etiqueta y no ves que ponga café (en su etiqueta antigua al menos)… pues te crees que será sólo por las maltas… ¡Y no! Esta cerveza muestra mogollón de café de verdad ya en su aroma.
Pero vamos por partes: es negra casi negra, aunque no opaca. La espuma beis es escasa, poco persistente; se queda en una fina capa. El aroma es algo carameloso y muy (pero que muy) cafetoso. Entonces es cuando entras en su web y ves que lleva cacao, azúcar moreno y granos de café. Cosa que queda confirmada en cuanto la pruebas y sabe amarga y a café. ¡El café lo domina todo! ¡Es demasiado café!
Por ello, si has tenido un viaje nocturno o duro, es la cerveza ideal para despertarse. Aunque con su 7,4% ABV puede hacer que caigas redondo por otro motivos. ¡Pero tal vez lo puedas solucionar tomándote otra antes!
“Mi opinión en un Tweet:” ¿Quieres un café? ¡Pues toma dos tazas! Nota: Bien alto.
Debate: Exigencias del mercado
Este es un tema que hemos tratado desde hace tiempo en comentarios, redes y bares. Que las IPAs y las latas están de moda es un hecho completamente claro. ¡Hay gente que parece que sólo bebe latas de IPA (generalmente turbia) y puede hasta no repetir jamás!
Por si acaso hay alguien que no se lo cree, comparemos lo que producían algunas marcas con lo que sacan ahora: Naparbier ha sacado 12 IPAs diferentes en el último medio año. ¡Dos al mes! Eso significa que hemos podido encontrar en 2018 casi una veintena de referencias de diversas variedades de India Pale Ale navarras, cuando de sus 12 primeras producciones sólo 3 eran estilos IPA. DouGall's, en sus tres primeros años de vida sacaron 8 cervezas diferentes, de la cual sólo una era una IPA. Ahora mismo tiene 8 IPAs en el mercado recién sacadas o muy recientes. Pero hay casos más extremos, como el de The Flying Inn, que en poco más de un año de existencia ha sacado 14 IPAs diferentes, suponiendo casi un 80% de su catálogo.
Está claro que hay una exagerada sobreproducción de IPAs con respecto al pasado. ¿Es voluntad propia de los productores? ¿O es una exigencia del mercado? Algunos productores con los que hemos hablado nos reconocen que, si no sacan una IPA, los bares no se lo compran, o al menos se vende mucho menos y más lento. Y también nos admiten que, en cambio, enlatar algo es sinónimo de venderlo pronto y rápido. ¡Aunque sea una referencia anterior, ya en el mercado, en lata se vende mejor!
¿Esto es porque realmente quieren hacer todas esas IPAs nuevas? ¿No sirven con las de las gamas base? ¿Son tan diferentes unas de otras? ¿Y todo en lata sabe mejor? ¿Realmente han comprobado que con su proceso aguantan más? Nosotros creemos que más bien los productores hacen lo que el mercado les obliga… y si quieren vender, ahora toca sacar nuevas IPAs y de ser posible en lata, que de otra manera no encontrarían hueco en el mercado. ¡Y por eso hay tantas! ¿Vosotros qué opináis?
Por si acaso hay alguien que no se lo cree, comparemos lo que producían algunas marcas con lo que sacan ahora: Naparbier ha sacado 12 IPAs diferentes en el último medio año. ¡Dos al mes! Eso significa que hemos podido encontrar en 2018 casi una veintena de referencias de diversas variedades de India Pale Ale navarras, cuando de sus 12 primeras producciones sólo 3 eran estilos IPA. DouGall's, en sus tres primeros años de vida sacaron 8 cervezas diferentes, de la cual sólo una era una IPA. Ahora mismo tiene 8 IPAs en el mercado recién sacadas o muy recientes. Pero hay casos más extremos, como el de The Flying Inn, que en poco más de un año de existencia ha sacado 14 IPAs diferentes, suponiendo casi un 80% de su catálogo.
Está claro que hay una exagerada sobreproducción de IPAs con respecto al pasado. ¿Es voluntad propia de los productores? ¿O es una exigencia del mercado? Algunos productores con los que hemos hablado nos reconocen que, si no sacan una IPA, los bares no se lo compran, o al menos se vende mucho menos y más lento. Y también nos admiten que, en cambio, enlatar algo es sinónimo de venderlo pronto y rápido. ¡Aunque sea una referencia anterior, ya en el mercado, en lata se vende mejor!
¿Esto es porque realmente quieren hacer todas esas IPAs nuevas? ¿No sirven con las de las gamas base? ¿Son tan diferentes unas de otras? ¿Y todo en lata sabe mejor? ¿Realmente han comprobado que con su proceso aguantan más? Nosotros creemos que más bien los productores hacen lo que el mercado les obliga… y si quieren vender, ahora toca sacar nuevas IPAs y de ser posible en lata, que de otra manera no encontrarían hueco en el mercado. ¡Y por eso hay tantas! ¿Vosotros qué opináis?
#SiFueraUnaCerveza: Especial “Solo”
Se acerca el estreno de la película “Han Solo: Una Historia de Star Wars”, el spin-off de la saga galáctica que nos va a contar un poco el origen de nuestro contrabandista favorito. Él disparó primero... ¡Y nosotros nos adelantamos! Por ello le vamos a dedicar esta sección…
¡Pero dejando el blaster en vuestras manos! Así que en los comentarios debéis lanzaros al hiperespacio y decir que, si fuera una cerveza, qué cerveza sería Han Solo. ¡Porque a su inseparable copiloto wookiee Chewbacca ya le dedicamos su propia entrada en esta sección!
Entonces… #SiFueraUnaCerveza, ¿qué cerveza sería Han Solo?
¡Pero dejando el blaster en vuestras manos! Así que en los comentarios debéis lanzaros al hiperespacio y decir que, si fuera una cerveza, qué cerveza sería Han Solo. ¡Porque a su inseparable copiloto wookiee Chewbacca ya le dedicamos su propia entrada en esta sección!
Entonces… #SiFueraUnaCerveza, ¿qué cerveza sería Han Solo?
Rogue Brutal IPA
Esta cerveza es la elaboración oficial de la Rogue Nation. Sí, como el título de una peli de Misión Imposible. Y aunque su nombre te haga esperar una India Pale Ale brutal, la verdad es que no te va a matar. Pero posiblemente sí a gustar bastante.
Es de color anaranjado, algo turbia, con una espuma de color blanco hueso no muy abundante pero sí bastante compacta y persistente. El aroma es intenso y afrutado, con lúpulos cítricos y algo de caramelo de las maltas.
El sabor es bastante parecido a lo que promete el olor. Caramelo en las maltas y futas cítricas en los lúpulos, con un claro predominio del amargo… pero no tan amarga ni tan fuerte como el nombre te haría esperar, sino con un equilibrio que la hace muy agradable.
Y tampoco tiene mucho alcohol, ya que está en torno al 6,2% ABV. No es por tanto el puñetazo que el logotipo o el nombre promete a tus papilas gustativas,y se convierte en una cerveza muy adecuada para acompañar por ejemplo el picoteo viendo una película o cualquier cena con amigos.
“Mi opinión en un Tweet:” Alza el puño, o mejor aún alza el vaso y bebe. Nota: Notable Alto.
Es de color anaranjado, algo turbia, con una espuma de color blanco hueso no muy abundante pero sí bastante compacta y persistente. El aroma es intenso y afrutado, con lúpulos cítricos y algo de caramelo de las maltas.
El sabor es bastante parecido a lo que promete el olor. Caramelo en las maltas y futas cítricas en los lúpulos, con un claro predominio del amargo… pero no tan amarga ni tan fuerte como el nombre te haría esperar, sino con un equilibrio que la hace muy agradable.
Y tampoco tiene mucho alcohol, ya que está en torno al 6,2% ABV. No es por tanto el puñetazo que el logotipo o el nombre promete a tus papilas gustativas,y se convierte en una cerveza muy adecuada para acompañar por ejemplo el picoteo viendo una película o cualquier cena con amigos.
“Mi opinión en un Tweet:” Alza el puño, o mejor aún alza el vaso y bebe. Nota: Notable Alto.
La Cerveza en el Arte: Pieter Claesz (1)
Las naturalezas muertas son las fotos de tu plato antes de comer para subir a Instagram del pasado. Bueno, no sé si antes de comer, a medio comer o lo que no apetece comer. Pero en el siglo XVII estaban súper de moda y eran “fáciles” de hacer porque el modelo no se movía nada.
Y este autor, Pieter Claesz, estaba precisamente especializado en bodegones. Lo que denominaban (según la Wikipedia, ojo, que nosotros sabemos de beber, no de historia del arte) ontbijte (pronunciado [ontbait]), es decir, pequeños desayunos). Y se ve que Pieter era de los nuestros y desayunaba cerveza.
Porque este cuadro, llamado Nature morte avec tabatière et silex, harengs, petit pain, verre de bière et cruche à tête barbue (que al traducir al inglés se queda en “Still life with glass of beer”) tiene, precisamente, un buen vaso de cerveza.
Es un óleo sobre tabla, que mide 59,2 x 83,2 cm, fue firmado y datado en 1644 y puede verse en el Musée d'arts de Nantes, el Museo de Bellas Artes de Nantes. Nosotros tomaremos ideas de composición para nuestras fotos de cerveza para el Untappd…
Medicamentos y Cerveza: Acidosis Láctica
Tras contaros un poco las principales interacciones de los medicamentos con la cerveza, hoy vamos a hablar de un efecto concreto bastante peliagudo: la acidosis láctica. Esta supone una acumulación de ácido láctico en el cuerpo. Este ácido láctico se genera cuando las células no reciben el oxígeno suficiente para llevar a cabo su metabolismo normal. Es un fenómeno que puede deberse a diferentes enfermedades genéticas poco comunes, así que os estaréis preguntando a cuento de que os hablamos de ello en esta sección.
La razón es que hay medicamentos, como un antidiabético oral bastante empleado que se conoce como metformina, que combinado con el alcohol nos puede traer consecuencias bastante desagradables. La metformina aumenta las posibilidades de que este fenómeno se pueda dar, pero son bajas. El problema viene cuando a este factor, le añadimos otros que lo potencien, en este caso el alcohol. El alcohol disminuye la eficacia de los glóbulos rojos en su labor de transportar el oxígeno a las células. Así que es lógico pensar que el efecto de la metformina y el del alcohol se potencian dándonos más papeletas en la rifa.
Debemos añadir que en este caso, no solo el alcohol influye: llevar muchas horas sin comer, tener alguna infección grave o una diabetes descontrolada, completan el bingo de la acidosis láctica. Pero esto no quiere decir que se requieran todos los factores para que se dé, cada cuerpo es un mundo, y puede que a alguien le baste solo con uno y a quien ni reuniéndolos todos. Lo que está claro es que mejor no jugársela ya que los síntomas van desde dolor de estómago, vómitos, calambres, dificultada para respirar, bajada de temperatura y frecuencia cardiaca, hasta llegar al coma.
Solo queda remarcar que es un fenómeno raro y que bebiendo con moderación y llevando una vida sana, no tiene por qué pasarnos nada. Pero desde luego, mejor huir de las grandes borracheras y evitar los excesos si por alguna razón nos toca tomar estas pastillitas.
La razón es que hay medicamentos, como un antidiabético oral bastante empleado que se conoce como metformina, que combinado con el alcohol nos puede traer consecuencias bastante desagradables. La metformina aumenta las posibilidades de que este fenómeno se pueda dar, pero son bajas. El problema viene cuando a este factor, le añadimos otros que lo potencien, en este caso el alcohol. El alcohol disminuye la eficacia de los glóbulos rojos en su labor de transportar el oxígeno a las células. Así que es lógico pensar que el efecto de la metformina y el del alcohol se potencian dándonos más papeletas en la rifa.
Debemos añadir que en este caso, no solo el alcohol influye: llevar muchas horas sin comer, tener alguna infección grave o una diabetes descontrolada, completan el bingo de la acidosis láctica. Pero esto no quiere decir que se requieran todos los factores para que se dé, cada cuerpo es un mundo, y puede que a alguien le baste solo con uno y a quien ni reuniéndolos todos. Lo que está claro es que mejor no jugársela ya que los síntomas van desde dolor de estómago, vómitos, calambres, dificultada para respirar, bajada de temperatura y frecuencia cardiaca, hasta llegar al coma.
Solo queda remarcar que es un fenómeno raro y que bebiendo con moderación y llevando una vida sana, no tiene por qué pasarnos nada. Pero desde luego, mejor huir de las grandes borracheras y evitar los excesos si por alguna razón nos toca tomar estas pastillitas.
Vicaris Generaal
Nos encantan las cervezas belgas de botella achaparrada. ¡Es una pena que no se vean tantas nuevas así! Pero aunque se lleven mucho las latas, los growlers o lo que ahora toque… la verdad es que cada vez que vemos una botella de estas, que tienen el cuello como Fernando Alonso, pues nos fijamos y solemos probarla.
Esta de Dilewyns, la Generaal, es una cerveza de color marrón oscuro, consistencia opaca, y coronada por una cabeza de espuma beis claro. Esta es esponjosa y abundante, a la vez que persistente y pegajosa. Tiene buena presencia.
El aroma es muy maltoso. Se supone que la receta es la misma que la de su Triple, pero con tres variedades de malta en lugar de sólo una. Esto le da notas tostadas y a bollería y crema pastelera. El sabor es dulce, también maltoso. Es sabrosa y rica, sabe a frutos secos, pan tostado y tiene cierta aspereza final caramelosa. Pero predomina la fruta pasa y el recuerdo a licor dulce.
Para beber en cáliz, a una temperatura recomendada de entre 8 y 10 ºC. A esa temperatura podrás apreciar mejor sus matices y disfrutarla más. Pero ojo que tiene 8,5% ABV y puede tumbarte si no estás preparado para ello. Así que puede ser una buena opción para acompañar la cena, pero no tanta con el estómago vacío.
“Mi opinión en un Tweet:” La aprobación de esta cerveza es general, sin duda. Nota: Sobresaliente bajo.
Esta de Dilewyns, la Generaal, es una cerveza de color marrón oscuro, consistencia opaca, y coronada por una cabeza de espuma beis claro. Esta es esponjosa y abundante, a la vez que persistente y pegajosa. Tiene buena presencia.
El aroma es muy maltoso. Se supone que la receta es la misma que la de su Triple, pero con tres variedades de malta en lugar de sólo una. Esto le da notas tostadas y a bollería y crema pastelera. El sabor es dulce, también maltoso. Es sabrosa y rica, sabe a frutos secos, pan tostado y tiene cierta aspereza final caramelosa. Pero predomina la fruta pasa y el recuerdo a licor dulce.
Para beber en cáliz, a una temperatura recomendada de entre 8 y 10 ºC. A esa temperatura podrás apreciar mejor sus matices y disfrutarla más. Pero ojo que tiene 8,5% ABV y puede tumbarte si no estás preparado para ello. Así que puede ser una buena opción para acompañar la cena, pero no tanta con el estómago vacío.
“Mi opinión en un Tweet:” La aprobación de esta cerveza es general, sin duda. Nota: Sobresaliente bajo.
32º Salón de Gourmets (2018)
Este año ha tenido lugar el 32º Salón de Gourmets, del 7 al 10 de mayo, que aunque se llame Feria Internacional de Alimentación y Bebidas de Calidad... no tuvo apenas lugar para la cerveza. Poco más de 15 expositores dedicados al mundo de la birra de un total de 1600. No vayamos a pensar mal que se debe al ser el patrocinador principal Estrella Galicia... pero aun así hemos podido visitar algunos brewers españoles y hablado con ellos.
Eso sí, como feria, ninguna novedad a destacar: feria monótona en la que no encontramos nada excepcional ni nuevo. Cosas como una especie de ¿cerveza? gourmet, elaborada por Gran de Select, una mezcla de vino, hidromiel y cualquier otra aberración que probablemente quede bien en cualquier menú de algún luxury restaurant, con la aprobación de Martin Berasategui.
Siguiendo con aberraciones, nos movemos a Riga, Letonia, para ver el expositor de Tanheiser, que no trae su cerveza de batalla sino sidra y una cosa llamada Beer Cocktail de miles de sabores, que se parece a cualquier otra bebida refrescante menos una cerveza. Eso sí, el representante nos invitó a beberla con whisky, un detalle para así no saborear el producto.
Dentro del panorama internacional, a destacar Lobkowicz desde la República Checa, que trajo toda su artillería, y el expositor de Canadá, bastante pobre por cierto, una muestra de Flying Monkeys y poco más. También Gravensteiner andaba por allí, con una cerveza sin filtrar, muy decente.
Eso sí, como feria, ninguna novedad a destacar: feria monótona en la que no encontramos nada excepcional ni nuevo. Cosas como una especie de ¿cerveza? gourmet, elaborada por Gran de Select, una mezcla de vino, hidromiel y cualquier otra aberración que probablemente quede bien en cualquier menú de algún luxury restaurant, con la aprobación de Martin Berasategui.
Siguiendo con aberraciones, nos movemos a Riga, Letonia, para ver el expositor de Tanheiser, que no trae su cerveza de batalla sino sidra y una cosa llamada Beer Cocktail de miles de sabores, que se parece a cualquier otra bebida refrescante menos una cerveza. Eso sí, el representante nos invitó a beberla con whisky, un detalle para así no saborear el producto.
Dentro del panorama internacional, a destacar Lobkowicz desde la República Checa, que trajo toda su artillería, y el expositor de Canadá, bastante pobre por cierto, una muestra de Flying Monkeys y poco más. También Gravensteiner andaba por allí, con una cerveza sin filtrar, muy decente.
The Beer Times (253)
En serio, que no os engañen, el Beer Times original es este que os trae cada domingo todos estos enlaces sobre cervezas.
Música de anuncio: Hot Stuff
¡Por fin! Nuestras plegarias han sido escuchadas y un anuncio de cerveza de la televisión por fin ha metido una canción que podemos poner con ganas en esta sección. La idea original era poner cosas que animasen un poquito para el fin de semana, y por eso la circunscribimos a los sábados…
Pero pronto la realidad televisiva se puso en nuestra contra y condenó la sección a la sequía. Así que hoy bailamos con ganas y emoción a Donna Summer y su Hot Stuff. Vale, que no es Rock&Roll (y encima la cerveza ni siquiera es sólo cerveza), …pero nos gusta.
Pero pronto la realidad televisiva se puso en nuestra contra y condenó la sección a la sequía. Así que hoy bailamos con ganas y emoción a Donna Summer y su Hot Stuff. Vale, que no es Rock&Roll (y encima la cerveza ni siquiera es sólo cerveza), …pero nos gusta.
Nuestro Reto de Mayo #12meses12birras
Mes a mes vamos completando los 12 retos que propusimos al comienzo del año para 2018. ¡Ni las doce pruebas de Hércules (o de Asterix) fueron tan trabajadas! Bueno, sí, a lo mejor lo pasaron peor… al menos lo nuestro consiste en beber cervezas, y no es tan duro.
Es más, en mayo lo que tocaba es beber una cerveza que lleve como adjunto miel o algún tipo de flor (el lúpulo no cuenta como flor, pero puede tenerlo, que parece que a muchos no les quedó claro), ya que este es el mes “florido y hermoso”.
La verdad es que con flores no hay tantas (un puñado, pero no millones), pero con miel hay bastantes. Nosotros elegimos una de Castilla, que para eso nos tira la tierra de vez en cuando. La Arévaka Negra Miel. Y, cumpliendo con el requisito y como su nombre indica, lleva miel.
No os olvidéis de participar y enviar el enlace rellenando el formulario del reto. ¡Os recordamos que hay diplomas para los perseverantes que participen mes a mes! ¡No os quedéis con la miel en los labios por olvidar un mes en #12meses12birras!
Es más, en mayo lo que tocaba es beber una cerveza que lleve como adjunto miel o algún tipo de flor (el lúpulo no cuenta como flor, pero puede tenerlo, que parece que a muchos no les quedó claro), ya que este es el mes “florido y hermoso”.
La verdad es que con flores no hay tantas (un puñado, pero no millones), pero con miel hay bastantes. Nosotros elegimos una de Castilla, que para eso nos tira la tierra de vez en cuando. La Arévaka Negra Miel. Y, cumpliendo con el requisito y como su nombre indica, lleva miel.
No os olvidéis de participar y enviar el enlace rellenando el formulario del reto. ¡Os recordamos que hay diplomas para los perseverantes que participen mes a mes! ¡No os quedéis con la miel en los labios por olvidar un mes en #12meses12birras!
¿Cuál es el maridaje para una cerveza estilo Porter?
Las cervezas de estilo Porter tienen su origen en Inglaterra, y podríamos decir que son la gama básica de las Ales negras británicas. Más ligeras, menos densas, y en los sabores predomina el chocolate, siendo habitualmente más dulces que las Stout.
Por ello, aunque muchos de los maridajes de las cervezas Stout podrían servir también, nuestra recomendación específica pasa por otra comida muy típica inglesa: los pasteles de carne. También puede servir la empanada, claro, incluso de pisto vegetal. La cosa es que estos platos con masa (masa que se hace horneando una mezcla con harina de cereal) combinan muy bien con el perfil de la malta.
Obviamente, también combinan con mucha afinidad el chocolate y los postres. Pero queremos apostar por cosas un poco innovadoras, sin café ni chocolate: pastas, tostadas con mantequilla de cacahuete o incluso una tarta de manzana.
Y, desde luego, siempre hay quesos que combinan con cualquier cerveza, y las Porter no van a ser menos. Para acertar seguro recomendamos quesos suaves (ya que no es una cerveza muy intensa) o con un toque ahumado, que equilibran muy bien. ¿Has probado alguno de estos maridajes antes? ¡Recomiéndanos tu favorito!
Por ello, aunque muchos de los maridajes de las cervezas Stout podrían servir también, nuestra recomendación específica pasa por otra comida muy típica inglesa: los pasteles de carne. También puede servir la empanada, claro, incluso de pisto vegetal. La cosa es que estos platos con masa (masa que se hace horneando una mezcla con harina de cereal) combinan muy bien con el perfil de la malta.
Obviamente, también combinan con mucha afinidad el chocolate y los postres. Pero queremos apostar por cosas un poco innovadoras, sin café ni chocolate: pastas, tostadas con mantequilla de cacahuete o incluso una tarta de manzana.
Y, desde luego, siempre hay quesos que combinan con cualquier cerveza, y las Porter no van a ser menos. Para acertar seguro recomendamos quesos suaves (ya que no es una cerveza muy intensa) o con un toque ahumado, que equilibran muy bien. ¿Has probado alguno de estos maridajes antes? ¡Recomiéndanos tu favorito!
Estadísticas: ¿Cuánto sabes sobre la fecha de Consumo Preferente?
La semana pasada compartíamos un test para poner a prueba vuestros conocimientos sobre la “Fecha de Consumo Preferente” en la cerveza. ¡Y bueno, hemos de daros la enhorabuena! ¡El 82% de los más de 200 lectores que lo habéis hecho habéis aprobado! Pero la media de la nota ha sido baja, rozando el 5,8 sobre 10. Así que creemos que hay unas pocas cuestiones que merecen que se destaquen los fallos y que reciban una pequeña explicación. ¡Y a eso vamos hoy!
Empezando por lo más importante: diferenciar “Fecha de Caducidad” de “Fecha de Consumo Preferente”. Casi la mitad de los que contestaron no tenían claro que la cerveza NO lleva fecha de caducidad. La fecha de caducidad es para para productos alimenticios microbiológicamente muy perecederos y que por ello puedan suponer un peligro para la salud humana. Eso no pasa con la cerveza: no te vas a poner malo por tomarla aunque haya pasado mucho tiempo. Sólo que ya no estará como debería saber. Por lo tanto, tiene fecha de duración mínima (o de Consumo Preferente).
Otra cosa que muy poca gente conocía, se ve (ya que sólo han contestado bien un 29% de los encuestados), es que no se requerirá indicar la fecha de duración mínima en el caso de las bebidas con una graduación de un 10 % o más en volumen de alcohol. Vamos, que las cervezas fuertes ni siquiera están obligadas a poner una fecha de Consumo Preferente. Esta normativa parece hecha a medida del mundo del vino, pero los cerveceros que hagan cervezas de 10% o más pueden verse beneficiados. Ojo, que si quieren pueden ponérsela, cosa que agradeceríamos, no es que esté prohibido.
Además, nos resulta curioso (quizá porque pocas cervezas lo indiquen es que estamos poco acostumbrados) que sólo uno de cada cinco encuestados crean que la cerveza debe guardarse en las condiciones que el productor marque “que deben observarse para asegurar la duración indicada”. Y los otros, cuatro de cada cinco, nos da la sensación de que no distinguen entre “despensa” y “lugar fresco y seco, protegido de la luz”, cuando viene a ser lo mismo. Abrid el armario de la cocina y leedlo en (y citamos de nuestra despensa) la bolsa de pistachos, el pan tostado, el café soluble o la miel, por poner cuatro ejemplos de cosas que claramente no van en el frigorífico. ¿Entendemos entonces que, salvo que el fabricante recomiende otra cosa más estricta, basta con ponerlo en el armario donde guardemos esos alimentos -o ni con eso, ya que no se molesta en ponerlo como los fabricantes de otros productos- para asegurar que alcance la duración mínima determinada? Según la ley, así debería ser. Y si no la alcanza en esas condiciones, debería indicar cuáles son las condiciones necesarias para alcanzarla.
Empezando por lo más importante: diferenciar “Fecha de Caducidad” de “Fecha de Consumo Preferente”. Casi la mitad de los que contestaron no tenían claro que la cerveza NO lleva fecha de caducidad. La fecha de caducidad es para para productos alimenticios microbiológicamente muy perecederos y que por ello puedan suponer un peligro para la salud humana. Eso no pasa con la cerveza: no te vas a poner malo por tomarla aunque haya pasado mucho tiempo. Sólo que ya no estará como debería saber. Por lo tanto, tiene fecha de duración mínima (o de Consumo Preferente).
Otra cosa que muy poca gente conocía, se ve (ya que sólo han contestado bien un 29% de los encuestados), es que no se requerirá indicar la fecha de duración mínima en el caso de las bebidas con una graduación de un 10 % o más en volumen de alcohol. Vamos, que las cervezas fuertes ni siquiera están obligadas a poner una fecha de Consumo Preferente. Esta normativa parece hecha a medida del mundo del vino, pero los cerveceros que hagan cervezas de 10% o más pueden verse beneficiados. Ojo, que si quieren pueden ponérsela, cosa que agradeceríamos, no es que esté prohibido.
Además, nos resulta curioso (quizá porque pocas cervezas lo indiquen es que estamos poco acostumbrados) que sólo uno de cada cinco encuestados crean que la cerveza debe guardarse en las condiciones que el productor marque “que deben observarse para asegurar la duración indicada”. Y los otros, cuatro de cada cinco, nos da la sensación de que no distinguen entre “despensa” y “lugar fresco y seco, protegido de la luz”, cuando viene a ser lo mismo. Abrid el armario de la cocina y leedlo en (y citamos de nuestra despensa) la bolsa de pistachos, el pan tostado, el café soluble o la miel, por poner cuatro ejemplos de cosas que claramente no van en el frigorífico. ¿Entendemos entonces que, salvo que el fabricante recomiende otra cosa más estricta, basta con ponerlo en el armario donde guardemos esos alimentos -o ni con eso, ya que no se molesta en ponerlo como los fabricantes de otros productos- para asegurar que alcance la duración mínima determinada? Según la ley, así debería ser. Y si no la alcanza en esas condiciones, debería indicar cuáles son las condiciones necesarias para alcanzarla.
La Trou du Diable La Morsure
Desde Canadá (en la provincia de Québec) nos llega “la mordedura” (es lo que significa La Morsure) de esta marca de tendencia demoniaca. Una cerveza que afirma inspirarse en las American IPA, y que definen como “Compulsive Strong Ale”.
¡Pues vamos a darle un buen tiento! La servimos en copa y vemos que es una rubia medio ámbar muy carbonatada (ha hecho “pffff” fuerte nada más abrir la chapa, pero sin sustos ni espumarajos). Genera una gran cabeza de espuma blanca, esponjosa y de persistencia media.
Huele a malta y caramelo (con un toque belga como de Triple), pero con bastante lúpulo cítrico y tropical. Sabe bastante amarga (tiene 77 IBUs para sólo 6,5% ABV), por lo que resulta a la vez sabrosa y pesada, con un amargor que empieza frutal, pero acaba siendo pináceo, terroso y áspero.
Por lo que no se convierte en una cerveza de beber muchas, sino de paladear poquito a poquito. Y, obviamente, no está diseñada para los no amantes del amargo, sino para los que saben que ese rollo les va. ¡Y los demás, que se vayan al agujero del diablo!
“Mi opinión en un Tweet:” Si ya te ha mordido la adicción a los IBUs, esta es la tuya. Nota: Bien alto.
¡Pues vamos a darle un buen tiento! La servimos en copa y vemos que es una rubia medio ámbar muy carbonatada (ha hecho “pffff” fuerte nada más abrir la chapa, pero sin sustos ni espumarajos). Genera una gran cabeza de espuma blanca, esponjosa y de persistencia media.
Huele a malta y caramelo (con un toque belga como de Triple), pero con bastante lúpulo cítrico y tropical. Sabe bastante amarga (tiene 77 IBUs para sólo 6,5% ABV), por lo que resulta a la vez sabrosa y pesada, con un amargor que empieza frutal, pero acaba siendo pináceo, terroso y áspero.
Por lo que no se convierte en una cerveza de beber muchas, sino de paladear poquito a poquito. Y, obviamente, no está diseñada para los no amantes del amargo, sino para los que saben que ese rollo les va. ¡Y los demás, que se vayan al agujero del diablo!
“Mi opinión en un Tweet:” Si ya te ha mordido la adicción a los IBUs, esta es la tuya. Nota: Bien alto.
Sábado Cervecero Animado (40)
El mundo avanza que es una barbaridad. Dentro de poco, los robots nos quitarán el trabajo (y las parejas). Pero creemos que de momento lo más importante es que las máquinas aprendan a hacer cosas realmente importantes para la humanidad.
Vamos a empezar intentando que nos traigan una cerveza. Si lo logramos, ya podemos pasar a cosas más complicadas. Y, oye, a lo mejor descubren que les gusta la cerveza, y así no se rebelan contra la humanidad, que es una cosa muy mala.
Vamos a empezar intentando que nos traigan una cerveza. Si lo logramos, ya podemos pasar a cosas más complicadas. Y, oye, a lo mejor descubren que les gusta la cerveza, y así no se rebelan contra la humanidad, que es una cosa muy mala.
St. Peter’s India Pale Ale
El mundo de las India Pale Ale (IPA, para los amigos; “ai pi ei”, para los que hablan inglés cervecero) es un mundo muy amplio y abierto. Hasta las grandes marcas se han metido ya a hacer incursiones en él. Pero antes de eso, las IPAs ya tenían un abanico desde las más suaves inglesas, a sus ejemplos más “hoppier”, pasando por las nuevas American IPA y llegando a extremos o variedades casi infinitos en el siglo XXI.
Pero esta busca ser una IPA inglesa de corte clásico. De color ámbar claro, limpio, brillante y muy transparente, con una espuma blanca abundante y pegajosa. El aroma es a lúpulo (pero lúpulo floral seco y cítrico) y a mantequilla (y queso gouda un poco añejo).
En boca es amarga y áspera; no muy fuerte pero sí duradero y largo. También tiene bastante malta detrás del amargor del lúpulo, con sabor a galleta y mantequilla de nuevo (por el diacetilo típico en los estilos ingleses).
Vamos, que no es nada moderna, pero tampoco fácil. Tiene sólo 5,5% ABV pero el trago es duro, invitando a beber lento. ¡Nadie dijo que las IPA tuviesen que ser fáciles! Si estuvieses en la India con sed, beberías esto -o cualquier cosa- sin quejarte tanto, seguro.
“Mi opinión en un Tweet:” New Hoppier Taste significa “Ahora, con más perro”. Nota: Suficiente alto.
Pero esta busca ser una IPA inglesa de corte clásico. De color ámbar claro, limpio, brillante y muy transparente, con una espuma blanca abundante y pegajosa. El aroma es a lúpulo (pero lúpulo floral seco y cítrico) y a mantequilla (y queso gouda un poco añejo).
En boca es amarga y áspera; no muy fuerte pero sí duradero y largo. También tiene bastante malta detrás del amargor del lúpulo, con sabor a galleta y mantequilla de nuevo (por el diacetilo típico en los estilos ingleses).
Vamos, que no es nada moderna, pero tampoco fácil. Tiene sólo 5,5% ABV pero el trago es duro, invitando a beber lento. ¡Nadie dijo que las IPA tuviesen que ser fáciles! Si estuvieses en la India con sed, beberías esto -o cualquier cosa- sin quejarte tanto, seguro.
“Mi opinión en un Tweet:” New Hoppier Taste significa “Ahora, con más perro”. Nota: Suficiente alto.
Medicamentos y Cerveza: Efectos del Alcohol potenciados.
Después de contaros con qué medicamentos gana el alcohol la batalla por las atenciones de nuestro hígado, hoy toca hablar de contra qué medicamentos pierde el alcohol. En este caso lo que sucede por tanto es que el medicamento es el que inhibe el metabolismo del alcohol, provocando que la concentración de alcohol etílico en sangre sea mayor, ya que este no se metaboliza y permanece en el torrente sanguíneo.
Algunos de los medicamentos que inhiben el metabolismo del alcohol son los antibióticos del grupo de las cefalosporinas; la clorpropamida, que es un antidiabético o el ketoconazol, que es un antifúngico. Como os podréis imaginar, todo esto aumenta la toxicidad del alcohol. Y creo que todos vosotros sabéis que efectos ocasiona una alta cantidad de alcohol en sangre. Desde mareos, náuseas y vómitos, pasando por perdida de la consciencia, fallos hepáticos, coma y, en el peor de los casos, la muerte.
Algunos pensareis que somos unos exagerados, que tenéis aguante para eso y más sin llegar a ninguno de esos efectos, pero pensad que vuestro fiel hígado, el que os da ese aguante y rendimiento, no va a metabolizar mientras estéis con el tratamiento ni una gota del alcohol que derraméis por vuestro gaznate.
Así que creemos que no es algo para tomarse a broma, además de que exceptuando la clorpropamida -que cada vez se usa menos-, el resto son medicamentos se emplean en tratamientos cortos. Por lo que aquí sí que no os la juguéis, que seguro que cuando terminéis de tomar el medicamento y os pidáis una cerveza os va a saber mejor que nunca. Visualizad el momento, jardineros.
Algunos de los medicamentos que inhiben el metabolismo del alcohol son los antibióticos del grupo de las cefalosporinas; la clorpropamida, que es un antidiabético o el ketoconazol, que es un antifúngico. Como os podréis imaginar, todo esto aumenta la toxicidad del alcohol. Y creo que todos vosotros sabéis que efectos ocasiona una alta cantidad de alcohol en sangre. Desde mareos, náuseas y vómitos, pasando por perdida de la consciencia, fallos hepáticos, coma y, en el peor de los casos, la muerte.
Algunos pensareis que somos unos exagerados, que tenéis aguante para eso y más sin llegar a ninguno de esos efectos, pero pensad que vuestro fiel hígado, el que os da ese aguante y rendimiento, no va a metabolizar mientras estéis con el tratamiento ni una gota del alcohol que derraméis por vuestro gaznate.
Así que creemos que no es algo para tomarse a broma, además de que exceptuando la clorpropamida -que cada vez se usa menos-, el resto son medicamentos se emplean en tratamientos cortos. Por lo que aquí sí que no os la juguéis, que seguro que cuando terminéis de tomar el medicamento y os pidáis una cerveza os va a saber mejor que nunca. Visualizad el momento, jardineros.
Test: ¿Cuánto sabes sobre la fecha de Consumo Preferente?
Hay una batalla que a menudo peleamos desde El Jardín en el mundo cervecero: la de defender un etiquetado sincero, claro, leal, preciso y fácil de comprender, informativo y detallado. Lamentablemente, la legislación aplicable tiene muchas lagunas y exenciones, sobre todo en el mundo de las bebidas alcohólicas como la cerveza, así que seguro que seguiremos luchando por ello durante muchos años.
¡Pero será más fácil si luchamos junto con vosotros! Por eso queremos que tengáis bien claro este tema y ayudar a entender qué es, qué supone, y qué (y como) debe indicarse la fecha de Consumo Preferente en el etiquetado de la cerveza, con este test de 10 preguntas:
Las soluciones vienen al final del propio test, junto con los enlaces a la legislación aplicable y a páginas de información a los consumidores. ¡Os recomendamos hacerlo y comprobar hasta qué punto conocéis la ley o demandáis su aplicación!
¡Pero será más fácil si luchamos junto con vosotros! Por eso queremos que tengáis bien claro este tema y ayudar a entender qué es, qué supone, y qué (y como) debe indicarse la fecha de Consumo Preferente en el etiquetado de la cerveza, con este test de 10 preguntas:
Las soluciones vienen al final del propio test, junto con los enlaces a la legislación aplicable y a páginas de información a los consumidores. ¡Os recomendamos hacerlo y comprobar hasta qué punto conocéis la ley o demandáis su aplicación!
Moda Cervecera: Mordor Dark Ale
Como ya sabréis (sobre todo porque hace no mucho lo reconocimos en esta misma sección) somos muy fans (frikis, podría decirse) de la obra de J. R. R. Tolkien. No tanto como de la cerveza, pero casi. Al fin y al cabo… ¡a Tolkien le descubrimos primero!
Por eso nos encanta toda la gama de “falsas” marcas de cerveza que desde Cory Freeman Design han hecho (bueno, y no sólo de El Señor, también hay cosas de otras sagas o series). Pero va, tenemos que elegir una, que tampoco vamos a copar la sección con sus diseños.
Y nos quedamos con la Mordor Dark Ale, ya que si hay que elegir una única, pues que menos que irte a la del verdadero dueño del anillo único. Y qué mejor que domine el mundo una cerveza negra, que de las rubias y las IPAs ya hemos tenido suficiente.
¿Tú con cuál te quedarías? ¿Eres más del lado oscuro o de la Compañía? ¿Destruirías la fuente del poder o te la beberías? ¿Cuál es tu personaje favorito del Senor de los Anillos? Puedes contestar a todas estas preguntas en los comentarios…
Por eso nos encanta toda la gama de “falsas” marcas de cerveza que desde Cory Freeman Design han hecho (bueno, y no sólo de El Señor, también hay cosas de otras sagas o series). Pero va, tenemos que elegir una, que tampoco vamos a copar la sección con sus diseños.
Y nos quedamos con la Mordor Dark Ale, ya que si hay que elegir una única, pues que menos que irte a la del verdadero dueño del anillo único. Y qué mejor que domine el mundo una cerveza negra, que de las rubias y las IPAs ya hemos tenido suficiente.
¿Tú con cuál te quedarías? ¿Eres más del lado oscuro o de la Compañía? ¿Destruirías la fuente del poder o te la beberías? ¿Cuál es tu personaje favorito del Senor de los Anillos? Puedes contestar a todas estas preguntas en los comentarios…
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