Muchos nos habíais preguntado por la
microcervecería que se estaba montando en Cuenca y en cuyo diseño había colaborado Boris de Mesones. Pues bien, ya ha salido al mercado
su primera cerveza y nosotros la podemos comentar (en verdad lleva bebida un tiempo, pero era una muestra “privada”).
Y hay que quitarse el sombrero ante una
cerveza tipo Pilsner que me recuerda a las mejores
lagers checas. Sólo había probado así las cosas que vienen de allí, pero esta no tiene nada que envidiarlas. De color
dorado ambarino, tiene una cabeza de espuma muy
correcta y persistente, con burbuja fina (que, según insiste su marketing, es natural, sin gas inyectado, y tras ponernos en
contacto con ellos nos confirman que es gracias al uso de unos fermentadores y una línea embotelladora
isobáricos, que permiten integrar el propio CO2 de la fermentación).
El aroma es a
maltas, principalmente, dulce. El sabor es igual,
galleta y maltas, crujiente, con un contrapunto de amargor de lúpulos nobles (que posteriormente me han confirmado es
Hallertauer Mittelfrueh). Ya era hora de que se hiciese en España algo así (que ha sido posible gracias a, entre otros, su “
maestro cervecero jefe” Bob Maltman).
En resumen, una Lager clásica y rica, muy refrescante y
sabrosa, con 5% ABV y que combina adecuadamente con jamón, quesos y platos frescos, y a la que auguramos un
buen futuro si el precio de venta es el adecuado (lo desconozco, jejeje, nosotros esta no la pagamos).
“Mi opinión en un Tweet:” El sabor de una Lager checa en una birra de Cuenca. Nota: Notable.
