#LaRonda 31 (2.05): Elaboradores Nómadas

El tema propuesto para la ronda que los blogueros cerveceros tratamos en común este mes de marzo es sobre los elaboradores nómadas (entiéndase bajo este concepto aquella marca de cerveza que, al no tener sus propias instalaciones, elabora en la fábrica de otro productor) y nuestras opiniones sobre ellos.

Y claro, es un concepto amplio, así dispuesto, y que abarca tantos casos tan diferentes que no se puede generalizar. El concepto de “quiero hacer cerveza para venderla, pero no puedo o quiero invertir en un fábrica propia” es completamente válido en principio, pero luego hay cosas que pueden hacer que (personalmente) nos gusten más o menos. Y suelen basarse en la sinceridad para con el consumidor. Veamos unos cuantos casos (más o menos habituales) y opinemos sobre ellos.

Caso A) Tengo una receta (porque he sido homebrewer) que me gusta mucho, pero no el respaldo económico para montar una micro, así que voy a alguien que tenga el equipo, y la adapto y hago yo en sus instalaciones. ¿Perfecto, no? Nada que objetar. Si no quieres engañar a tu potencial consumidor, pon bien claro dónde se ha elaborado, infórmale adecuadamente del producto, y, tras asumir los gastos de elaboración, espero que te quede algo de beneficio al final, si es bueno y se vende bien.

Caso B) Tengo un proyecto (bar, grupo, marca), pero no se de cerveza, así que voy a alguien que sepa y tenga fábrica, y le encargo x cantidad de una cerveza con mi proyecto en la etiqueta. Pues oye, no somos quien para juzgarlo. Son negocios, y si es un buen negocio, adelante con ello. Pero si puedo encontrar esa misma cerveza bajo otra etiqueta de la marca original, lo que estás haciendo es un producto de marca blanca. Y, al menos, las marcas blancas son baratas, jejeje. Curráoslo y cread algo diferente.

Caso C) Podría montar mi fábrica (o no), pero lo que me gusta es viajar y hablar con otros elaboradores y aprender de ellos y hacer colaboraciones, y no repetir nunca sitio ni receta. Jo, tio, que bonito. Suena súper bien. Pero no te olvides que has de hacer un negocio rentable, que no son vacaciones (salvo que quieras gastar en lugar de ganar).

Caso D) Tal vez quiera montar mi fábrica en mi pueblo (Villatripas de abajo) porque sería lo suyo, pero en lo que consigo licencia y dinero, hago la cerveza en otra provincia (o país), y la vendo como “Cerveza Villatripana, el sabor de esta tierra, y no de otra”, y pongo el lugar de fabricación tan pequeño o confuso como pueda legalmente. Pues mira, este sí que no nos gusta nada. Porque busca justo apelar a unos valores que (además de no defender en absoluto) no son ciertos. Mal camino, empezar buscando engañar al potencial consumidor.

Caso E) Desde el otro punto de vista, soy un productor y tengo mi fábrica, ya que invertí a lo grande para crecer, pero la demanda de mis cervezas aún no llena mi línea de producción, así que alquilo todo lo que dispongo (mis conocimientos, mi equipo, mis fermentadores, etc) para terceros. Pues nos parece muy bien, claro. Pero deja bien claro en el contrato qué parte es responsabilidad tuya, y qué es suya. Será beneficioso para todos.

Y, seguro que nos dejamos muchos más casos. ¿Tú qué opinas de estos? ¿Conoces algún otro caso sobre el que quieras oírnos opinar? Pues en los comentarios podemos continuar la ronda. ¡Aprovechad!