Al reinar el lúpulo y las IPAs como punta de lanza del movimiento de cerveza craft, artesana o diferente, el estilo original de IPA que recibió su nombre en el Reino Unido ha quedado relegado a una cosa muy “old school” y han surgido una variedad de cervezas con el apellido IPA casi infinitas (de ahí la referencia a la película de Vengadores). Veamos algunos de los más conocidos:
- English IPA
- El origen del estilo. En estas, India Pale Ale sí que hace una mención etimológica a su origen. Eran cervezas pálidas de tipo Ale que se hacían para la India. Un poco más alcohólicas y con más lúpulo que las Pale Ale normales de UK. Pero en términos modernos… “sosas”.
- American IPA
- La versión americana de una IPA. Aún más alcohol y más lúpulo. Obviamente, los lúpulos son de origen estadounidense, con perfiles más aromáticos y tienen menos maltosidad y cuerpo que sus primas del viejo mundo. Y más lúpulo.
- Black IPA
- Se supone que son IPAs en las que se han usado maltas oscuras para cambiarles el color, pero sin alterar (demasiado) el aroma o el sabor. La verdad es que acaban siendo cervezas negras muy lupuladas, con un perfil más parecido al de una Porter… pero con carretadas de lúpulo.
- En este caso, el White no hace referencia tanto al color en sí mismo (ya que se entiende que el estilo ya es pálido) sino a los ingredientes, que comparte con una Witbier o Weissbier (que también significan blanco). Vamos, que lleva trigo (y puede llevar las especias típicas de las Blanche belgas). Y, obviamente, lúpulo.
- Esta subcategoría de IPAs también tiene un ingrediente propio. En este caso, el centeno, habitualmente malteado. Este le da un toque más especiado y seco, resaltando el amargor del lúpulo (que, como en las demás, es abundante).
- Red IPA
- En esta variedad de IPAs, no hay ingredientes especiales. Lleva los mismos que una American IPA, pero con mayor presencia de maltas especiales, lo que le da más color y un perfil más a caramelo. Pero, por supuesto, el protagonismo lo sigue teniendo el lúpulo.
- Belgian IPA
- La versión con toques belgas de una American IPA. Se caracterizan sobre todo por el uso de levaduras belgas que le dan un toque más especiado, terroso y frutal que la levadura inglesa más limpia. Además, tienen cierto toque a Strong Golden Ale, característico. Pero con más lúpulo, claro.
- Las cervezas de “sesión” son aquellas cuya baja graduación y buen equilibrio hacen que se puedan beber en abundancia y sin acabar perjudicado. Las Session IPAs, por tanto, se caracterizan por su menor ABV, pero ojo: esto suele hacer destacar más los IBUs, restando bebestibilidad si pierden el equilibrio por mantener un perfil muy lupulado.
- Por otro lado, las Double IPA (también llamadas Imperial IPA) son la versión más potente de las American IPA. Con mucho más alcohol, cuerpo y amargor, parecen casi Barleywine a los que se les hubiese arrojado un camión de lúpulo. Pero deberían tener un trago más fácil que esas.
- Dentro de las American IPA, en California y en general en la costa Oeste, empezaron a hacerse versiones más tendentes al lúpulo, con un perfil de malta que resaltase más asertivamente el perfil del lúpulo. Muy amargas, cítricas y resinosas, fueron las reinas del panorama una temporada.
- Nacidas hace relativamente poco en Nueva Inglaterra (en el Nor-Este), las New England IPA buscan enfatizar el lúpulo más en el aroma y en el sabor que en el amargor. Así, son más frutales y suaves que las “viejas” American IPA, muchas veces recordando a zumos. Lo que han contagiado a las demás ha sido su aspecto turbio y el uso indiscriminado del DryHopping (aplicado al doble, DDH).
- Y como última aparición (al menos hasta el momento) en el mundo de las cervezas altamente lupuladas (porque IPA ya no significa otra cosa), han llegado las Brut IPA, para diferenciarse radicalmente de las anteriores (NEIPA). Con el uso de levaduras especiales y enzimas que degradan los azúcares, buscan un perfil seco y un aspecto limpio, recuperando parte de lo que las Hazy IPAs habían dejado atrás.
Como podéis ver, los estilos que llevan el apelativo IPA son muchos y muy variados (y posiblemente nos hayamos dejado en el tintero alguno, avisadnos si eso). En ellos cambian sus aromas, sus alcoholes, sus amargores, sus colores… Pero todos comparten dos cosas en común: tienen mucho lúpulo y se venden mejor que otros estilos. Pero quizá son demasiados y se solapan unos con otros hasta dejar las fronteras muy poco claras… ¡Tal vez Thanos debería chasquear sus dedos aquí!