La cuna de la cerveza, tal y como la conocemos hoy en día, es Centroeuropa. Los Biergarten alemanes fueron (y son) centro de reunión y de solaz para la población germana. Y el cuadro protagonizado por la cerveza que os traemos hoy lo refleja.
Max Liebermann, el autor berlinés, refleja en esta obra de óleo sobre tabla de 95 x 68,5 cm, pintada en 1884, el aspecto tranquilo (pese a la música de fondo) y familiar de uno de estos jardines cerveceros; probablemente el de Augustinerkeller. Como curiosidad: en los Biergarten de Munich, sin embargo, no se permitía la música ni la venta de comidas. Es una licencia artística.
Münchner Biergarten, que se podría traducir como “Jardín cervecero en Múnich”, es una obra que se puede ver en la Neue Pinakothek, museo centrado en el arte europeo del siglo XIX y que también está en Múnich, Alemania.
Y, como nota final, aclarar que estamos casi seguros (ante la posible censura del Siglo XXI) de que la niña del vestido rojo está bebiendo agua, no cerveza. Aunque en aquellos tiempos era más sano probablemente beberse un buen mass de Märzenbier.
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