Naparbier, que últimamente ha saltado a la palestra por su unión con otras dos cerveceras artesanas vascas como son Bidassoa Basque Brewery y Mala Gissona, es una cervecera sita en Noain (Navarra) cuyo catálogo oscila principalmente entre IPAs de todo formato y cervezas de baja fermentación de estilos germanos.
Nosotros somos más consumidores de los segundos, sobre todo si tienen pinta de que puedan quedarse fijas en el catálogo. Y oye, es el caso de esta “Paradise?” (así, con interrogación, como si tuvieran dudas o no estuvieran seguros de ello). Una German Pilsner de 4,8% vol. que usa el lúpulo noble Tettnanger.
Como Pils que es, es una cerveza rubia clara, amarillo limón algo velado, con buena espuma, esponjosa y leve, de cantidad y persistencia medias. En aroma conjuga sus ingredientes y procesos: se nota el cereal de las maltas poco transformadas, el lúpulo herbal y la fermentación limpia de las levaduras Lager.
En boca es muy equilibrada y de trago muy fácil, con el lúpulo más en segundo plano pero dando el contrapunto refrescante para que calme la sed… y que resulta más amarga en el trago largo. Vamos, que es interesante a la par que sencilla, algo que nos gusta.
Y para que entre mejor, pues podían ponerla en lata de medio litro, un formato mucho más germano que la de 44 centilitros. Pero creemos que esa batalla la tenemos ya perdida desde que hablamos por primera vez de esta cerveza en esta web hace ya un lustro.
“Mi opinión en un Tweet:” Siempre había imaginado cerveza Stout en el Paraíso... Nota: Notable.
Más información:
Abridor Guitarra Eléctrica
Esta entrada debería comenzar con un sonoro solo de guitarra eléctrica, vibrante y distorsionada, a lo Money for Nothing de Dire Straits o Smoke on the Water de Deep Purple… pero esto es un blog, escrito, no un podcast y no podemos hacer esas cosas... así que imagínalo, porfa.
Y con ese sonido desgarrador y electrizante, entre una nube de humo y llamaradas, sale este abridor que hoy os traemos con forma de guitarra eléctrica. Pero no una guitarra eléctrica cualquiera, sino con forma de una Fender Stratocaster.
La guitarra favorita de músicos como Eric Clapton, David Gilmour (Pink Floyd), Jimi Hendrix, Mark Knopfler (Dire Straits) o Ritchie Blackmore (Deep Purple) entre muchos otros. Así que si alguna vez tienes que invitar a una cerveza a un rockero, mejor que se la abras con este cacharro.
Da caña a la guitarra para abrir más birras, tanto si eres tú la Rock-Star como si eres un pipa que tienes que abrirles los botellines en el camerino. ¡Rock, guitarra y cerveza es un trío que va unido siempre y es insuperable!
Y con ese sonido desgarrador y electrizante, entre una nube de humo y llamaradas, sale este abridor que hoy os traemos con forma de guitarra eléctrica. Pero no una guitarra eléctrica cualquiera, sino con forma de una Fender Stratocaster.
La guitarra favorita de músicos como Eric Clapton, David Gilmour (Pink Floyd), Jimi Hendrix, Mark Knopfler (Dire Straits) o Ritchie Blackmore (Deep Purple) entre muchos otros. Así que si alguna vez tienes que invitar a una cerveza a un rockero, mejor que se la abras con este cacharro.
Da caña a la guitarra para abrir más birras, tanto si eres tú la Rock-Star como si eres un pipa que tienes que abrirles los botellines en el camerino. ¡Rock, guitarra y cerveza es un trío que va unido siempre y es insuperable!
Sierra Nevada Atomic Torpedo
Lo primero que nos llamó la atención de esta cerveza de Sierra Nevada fue el tamaño de la lata. Nada menos que 19,2 onzas líquidas (americanas), que son exactamente 56,8 centilitros. Lo que conocemos como una pinta inglesa, de las de verdad. ¡Una medida muy poco habitual en lata y cada vez menos en los grifos de los bares!
Así que nos encantó, porque es nuestra medida de volumen favorita. Aunque tal vez para una Imperial IPA de 8,2% vol. de alcohol sea un tamaño un poco excesivo, y nosotros lo recomendaríamos en principio para cervezas más bebibles. Veamos si en esta se nos hizo largo o no…
Al servirla tiene buen aspecto, con un color ámbar claro profundo, algo velada, y con una espuma de color blanco hueso que tiene todas las características que esperamos de una buena espuma: es abundante, es densa y tiene buena persistencia.
Huele como recordamos que olían las Doble IPAs americanas, maltosas y lupuladas (sobre todo esto último) en abundancia. También tiene algo del carácter frutal (y dulce en boca) de las IPA modernas de la otra costa. Pero en boca vuelve a predominar el amargor con cuerpo maltoso como base. Resina y caramelo, respectivamente.
El espíritu americano que empapa esta Juicy West Coast DIPA es el mismo que anuncia el átomo a punto de fusionar todas esas experiencias en tu garganta y crear un pequeño apocalipsis nuclear en tu cerebro cuando te la bebas entera (que se puede). ¡Pero hay que arriesgar!
“Mi opinión en un Tweet:” No apta para menores de 21 años. Nota: Notable bajo.
Así que nos encantó, porque es nuestra medida de volumen favorita. Aunque tal vez para una Imperial IPA de 8,2% vol. de alcohol sea un tamaño un poco excesivo, y nosotros lo recomendaríamos en principio para cervezas más bebibles. Veamos si en esta se nos hizo largo o no…
Al servirla tiene buen aspecto, con un color ámbar claro profundo, algo velada, y con una espuma de color blanco hueso que tiene todas las características que esperamos de una buena espuma: es abundante, es densa y tiene buena persistencia.
Huele como recordamos que olían las Doble IPAs americanas, maltosas y lupuladas (sobre todo esto último) en abundancia. También tiene algo del carácter frutal (y dulce en boca) de las IPA modernas de la otra costa. Pero en boca vuelve a predominar el amargor con cuerpo maltoso como base. Resina y caramelo, respectivamente.
El espíritu americano que empapa esta Juicy West Coast DIPA es el mismo que anuncia el átomo a punto de fusionar todas esas experiencias en tu garganta y crear un pequeño apocalipsis nuclear en tu cerebro cuando te la bebas entera (que se puede). ¡Pero hay que arriesgar!
“Mi opinión en un Tweet:” No apta para menores de 21 años. Nota: Notable bajo.
X BeerMad
Hacía bastante que no tratábamos con algo de profundidad una visita a una feria cervecera, ya que teníamos la sensación de que todo estaba dicho y que una entrada más poco iba a aportar nuevo. Pero como el que se ha convertido en el festival de referencia en Madrid ha llegado a su décima edición, creemos interesante dar alguna pincelada y opinión.
Su formato parece ya establecido, igual que su ubicación (que fue cambiante pero parece ya estable en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo), en varias sesiones con entrada (que incluye vaso pero no consumición).
Entendemos que lo limitado del aforo (con respecto al espacio que hay, que diese la sensación de caber mucho más) hace que ese sea el formato más adecuado para rentabilizar la rotación. Pero también limita el tiempo de presencia del público. ¡Nosotros estuvimos 18 horas en dos días, y nos quedamos con ganas de estar más y probar más!
Por otro lado, los puestos cerveceros parecen también haber encontrado un equilibrio. Hay tanto pequeñas cerveceras locales, como crafts reconocidas, cosas de importación con sus distribuidores e incluso alguna grande (que parecía no molestar demasiado ni robar la atención ni el consumo).
Su formato parece ya establecido, igual que su ubicación (que fue cambiante pero parece ya estable en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo), en varias sesiones con entrada (que incluye vaso pero no consumición).
Entendemos que lo limitado del aforo (con respecto al espacio que hay, que diese la sensación de caber mucho más) hace que ese sea el formato más adecuado para rentabilizar la rotación. Pero también limita el tiempo de presencia del público. ¡Nosotros estuvimos 18 horas en dos días, y nos quedamos con ganas de estar más y probar más!
Por otro lado, los puestos cerveceros parecen también haber encontrado un equilibrio. Hay tanto pequeñas cerveceras locales, como crafts reconocidas, cosas de importación con sus distribuidores e incluso alguna grande (que parecía no molestar demasiado ni robar la atención ni el consumo).
The Beer Times (513)
No busques imitaciones ni sucedáneos, este es el auténtico dominical que te trae el enlace destacado de la semana.
Hoy, X BeerMad
Como os contamos el lunes, esta semana está teniendo lugar la décima edición del festival que se ha posicionado como el más importante del mundillo cervecero en Madrid. Y nosotros no podíamos faltar. Así que si te acercas a lo largo del día al BeerMad por ahí estaremos.
Será fácil reconocernos, ya que iremos con las camisetas oficiales de la Asociación EJDL y así podrás vernos a lo lejos como un núcleo verde y acercarte a tomarte una birra con nosotros y charlar sobre lo humano y lo bebido. ¡Por nosotros encantados!
Lo más probable es que estemos acodados en una barra de algún cervecero amigo. Pero si no, búscanos en la zona de charlas y talleres, ya que hay alguno muy interesante. En la entrada del lunes os habíamos dejado ya el enlace a los que hay, por si aún estáis a tiempo.
Y con esto ya no nos liamos escribiendo más, que tenemos por delante un largo día de beber y hablar con amigos. Y de sacar materiales y fichar nuevas birras para futuras entradas de esta, vuestra web de referencia. ¡Os esperamos!
Será fácil reconocernos, ya que iremos con las camisetas oficiales de la Asociación EJDL y así podrás vernos a lo lejos como un núcleo verde y acercarte a tomarte una birra con nosotros y charlar sobre lo humano y lo bebido. ¡Por nosotros encantados!
Lo más probable es que estemos acodados en una barra de algún cervecero amigo. Pero si no, búscanos en la zona de charlas y talleres, ya que hay alguno muy interesante. En la entrada del lunes os habíamos dejado ya el enlace a los que hay, por si aún estáis a tiempo.
Y con esto ya no nos liamos escribiendo más, que tenemos por delante un largo día de beber y hablar con amigos. Y de sacar materiales y fichar nuevas birras para futuras entradas de esta, vuestra web de referencia. ¡Os esperamos!
Piraat
Con la típica botella chata que te avisa de que probablemente te encuentres ante una cerveza alcohólica belga os traemos la mítica Piraat, que efectivamente es una cerveza alcohólica belga. En este caso una de color ámbar anaranjado y con 10,5% vol. de alcohol.
Siempre, eso sí, opacada por otra de la misma casa (Brouwerij Van Steenberge) que es la omnipresente y fabulosa Gulden Draak. ¿Estará esta a la altura? Pues imaginamos que va para gustos, pero nosotros os las describimos y vosotros ya elegís si eso vuestra favorita.
Esta es, como hemos dicho, de color ámbar anaranjado, limpia, sin apenas opacidad incluso con su segunda fermentación en botella. La espuma que genera es blanca y de cantidad media alta, con buena persistencia. Tiene el aspecto que esperas de una Belgian Golden Strong Ale.
El carácter belga ese se nota mucho en aroma, donde las levaduras de la casa dejan su sello habitual, y se nota también la presencia de la malta, clara base de esta cerveza. En boca es dulce, afrutada y especiada, con el alcohol presente pero no dominante.
Así que pese a tener esos diez grados y medio, puede beber con cierta fluidez y eso la hace muy peligrosa. Puede subírsete a la cabeza y acabar pensando que eres un pirata y abordando el galeón de al lado. Implique eso lo que implique.
“Mi opinión en un Tweet:” Arrrr, grumete de meseta, ojo con los piratas belgas. Nota: Bien.
Siempre, eso sí, opacada por otra de la misma casa (Brouwerij Van Steenberge) que es la omnipresente y fabulosa Gulden Draak. ¿Estará esta a la altura? Pues imaginamos que va para gustos, pero nosotros os las describimos y vosotros ya elegís si eso vuestra favorita.
Esta es, como hemos dicho, de color ámbar anaranjado, limpia, sin apenas opacidad incluso con su segunda fermentación en botella. La espuma que genera es blanca y de cantidad media alta, con buena persistencia. Tiene el aspecto que esperas de una Belgian Golden Strong Ale.
El carácter belga ese se nota mucho en aroma, donde las levaduras de la casa dejan su sello habitual, y se nota también la presencia de la malta, clara base de esta cerveza. En boca es dulce, afrutada y especiada, con el alcohol presente pero no dominante.
Así que pese a tener esos diez grados y medio, puede beber con cierta fluidez y eso la hace muy peligrosa. Puede subírsete a la cabeza y acabar pensando que eres un pirata y abordando el galeón de al lado. Implique eso lo que implique.
“Mi opinión en un Tweet:” Arrrr, grumete de meseta, ojo con los piratas belgas. Nota: Bien.
¿Cuál es el maridaje para una cerveza estilo Kölsch?
Las cervezas Kölsch son un estilo originario de Colonia, pero es que además técnicamente sólo se puede denominar así si se produce allí, ya que tienen la denominación protegida por un consejo regulador y una convención de los productores locales. Y es que son particulares porque son cervezas de alta fermentación pero maduradas en frío, con muchas de las características de las Lager (como su apariencia, limpieza, etc.) pero más complejidad y un toque más afrutado y suave.
Esto hace que lo primero que se nos venga a la mente para el maridaje sea la gastronomía alemana. Sobre todo si es de sabores no muy intensos (las Kölsch son cervezas ligeras) y que combinen bien con su suavidad. Unas Bratkartoffeln (las patatas fritas alemanas) o unas salchichas a la parrilla pueden complementar muy bien con esta cerveza.
También es ideal para ensaladas o como acompañamiento de una tabla de quesos o patés. Su trago fácil la hace una buena compañera de cualquier comida que dé sed. Y sus toques maltosos se combinan bien con todo tipo de crepes, tanto saladas como dulces.
Así que ya tenemos una opción si queremos incluir las Kölsch como maridaje en el postre. Porque todo lo que lleve mucha base de harina, pan o galleta va a quedar bien, así que una tarta de queso con base de galleta sería también un acierto.
Esto hace que lo primero que se nos venga a la mente para el maridaje sea la gastronomía alemana. Sobre todo si es de sabores no muy intensos (las Kölsch son cervezas ligeras) y que combinen bien con su suavidad. Unas Bratkartoffeln (las patatas fritas alemanas) o unas salchichas a la parrilla pueden complementar muy bien con esta cerveza.
También es ideal para ensaladas o como acompañamiento de una tabla de quesos o patés. Su trago fácil la hace una buena compañera de cualquier comida que dé sed. Y sus toques maltosos se combinan bien con todo tipo de crepes, tanto saladas como dulces.
Así que ya tenemos una opción si queremos incluir las Kölsch como maridaje en el postre. Porque todo lo que lleve mucha base de harina, pan o galleta va a quedar bien, así que una tarta de queso con base de galleta sería también un acierto.
Noticias y reportajes cerveceros sin sentido
Nos pasa un lector (y miembro de la Asociación EJDL de Consumidores de Cerveza y Divulgación Cervecera) una “noticia” que le escandaliza. Y lo ponemos así entre comillas porque aunque aparezca publicada en la prensa digital, ni es noticia ni es nada, más bien un publirreportaje sin sentido con enlaces de venta a Amazon.
Y claro, entonces no tiene mucho lugar llevarlo a nuestra sección de los sábados de noticias cerveceras en prensa generalista (en este caso, deportiva). Pero se merece una entrada analizando las cosas más absurdas y grotescas que propone el autor (con el que estamos intentando contactar para pedirle que corrija o retire el artículo).
Por ejemplo, recomienda comprar un bol de plástico (de los de fermentar la masa del pan) para usar como fermentador, y una cucharilla mezcladora de las de cocktail para remover el macerado…. ¡Y un sifón para nata para sacar el líquido antes del hervido!
Todo ello bajo el título de “Descubre todos los productos que necesitas para elaborar tu propia cerveza artesanal” y con enlaces a esas barbaridades en Amazon. ¡Esperemos que nadie confíe ciegamente en ello y los compre sin consultar antes webs especializadas o foros en los que le digan lo que realmente necesita!
Y claro, entonces no tiene mucho lugar llevarlo a nuestra sección de los sábados de noticias cerveceras en prensa generalista (en este caso, deportiva). Pero se merece una entrada analizando las cosas más absurdas y grotescas que propone el autor (con el que estamos intentando contactar para pedirle que corrija o retire el artículo).
Por ejemplo, recomienda comprar un bol de plástico (de los de fermentar la masa del pan) para usar como fermentador, y una cucharilla mezcladora de las de cocktail para remover el macerado…. ¡Y un sifón para nata para sacar el líquido antes del hervido!
Todo ello bajo el título de “Descubre todos los productos que necesitas para elaborar tu propia cerveza artesanal” y con enlaces a esas barbaridades en Amazon. ¡Esperemos que nadie confíe ciegamente en ello y los compre sin consultar antes webs especializadas o foros en los que le digan lo que realmente necesita!
Espiga Mosaic
Esta cerveza ya lleva unos cuantos años en el mercado, y por tanto ya se ha labrado una trayectoria digna para que la reseñemos por aquí. Aunque ya os habíamos hablado de su etiquetado en el Juzgado de Etiquetas (donde saca solamente un 6 sobre 10 por alguna carencia grave), hoy toca hablar de lo que es la cerveza en sí.
Y esta se supone que pertenece a la Hop Collection Series… pero realmente es la única que hemos visto embotellada y distribuida con cierta amplitud. ¡Las otras las hemos tenido que investigar por Untappd! A ver si algún día tenemos suerte y las catamos.
Hasta entonces, pues nos conformamos con esta Pale Ale que entendemos con un uso monovarietal de Mosaic desde el hervido al Dry-Hopping, de color pálido y velada, pero un poco apagada, y que tiene espuma muy abundante, que se sigue generando con mucha ascendente de cadenas de burbujas gordas y feas.
Está algo sobrecarbonatada, y aunque eso beneficia a la salida de aromas, en boca reduce la palatabilidad. Aun así se nota mucho el carácter frutal y cítrico que proporciona el lúpulo Mosaic, y que domina la cerveza sin saturar, pero mostrándose mucho más que la malta tras él.
El alcohol que tiene se queda en 5,5% vol. con lo que puede ser una buena cerveza multitarea, que te permita tanto despertar a tu paladar con sus notas intensas de lúpulo, como beberla sin pensar simplemente porque tienes sed o te apetece una cerveza.
“Mi opinión en un Tweet:” Más cono que espiga, más lúpulo que malta. Nota: Bien alto.
Y esta se supone que pertenece a la Hop Collection Series… pero realmente es la única que hemos visto embotellada y distribuida con cierta amplitud. ¡Las otras las hemos tenido que investigar por Untappd! A ver si algún día tenemos suerte y las catamos.
Hasta entonces, pues nos conformamos con esta Pale Ale que entendemos con un uso monovarietal de Mosaic desde el hervido al Dry-Hopping, de color pálido y velada, pero un poco apagada, y que tiene espuma muy abundante, que se sigue generando con mucha ascendente de cadenas de burbujas gordas y feas.
Está algo sobrecarbonatada, y aunque eso beneficia a la salida de aromas, en boca reduce la palatabilidad. Aun así se nota mucho el carácter frutal y cítrico que proporciona el lúpulo Mosaic, y que domina la cerveza sin saturar, pero mostrándose mucho más que la malta tras él.
El alcohol que tiene se queda en 5,5% vol. con lo que puede ser una buena cerveza multitarea, que te permita tanto despertar a tu paladar con sus notas intensas de lúpulo, como beberla sin pensar simplemente porque tienes sed o te apetece una cerveza.
“Mi opinión en un Tweet:” Más cono que espiga, más lúpulo que malta. Nota: Bien alto.
Décimo Beermad
El próximo fin de semana tendrá lugar en Madrid la X edición de la feria que se ha consolidado como la más longeva e importante de la capital. El Beermad. Y como en las nueve anteriores, nosotros andaremos por allí bebiendo. ¡No podemos faltar a esta cita!
Además, en esta décima ocasión han reforzado uno de los aspectos que más nos gusta que trabajen las ferias: los talleres, charlas y ponencias. Podéis echar un ojo a las cosas que se proponen en este enlace.
Y, por supuesto, habrá que probar cervezas. Tanto de marcas ya asentadas como DouGall’s o CCVK, a cosas que tenemos ganas de probar como las de Lavoisier Brewing, Vamos a Beer o Cervezas RB (Rot y Balmaseda). ¡Ya os contaremos qué tal están!
Nos vemos en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo el 24 y 25 de mayo (también tienen sesión el domingo, pero nuestro hígado tiene un límite) y estaremos encantados de tomar una cerveza con todo aquel que se acerque a saludarnos. ¡Nos vemos con una birra de la mano!
Además, en esta décima ocasión han reforzado uno de los aspectos que más nos gusta que trabajen las ferias: los talleres, charlas y ponencias. Podéis echar un ojo a las cosas que se proponen en este enlace.
Y, por supuesto, habrá que probar cervezas. Tanto de marcas ya asentadas como DouGall’s o CCVK, a cosas que tenemos ganas de probar como las de Lavoisier Brewing, Vamos a Beer o Cervezas RB (Rot y Balmaseda). ¡Ya os contaremos qué tal están!
Nos vemos en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo el 24 y 25 de mayo (también tienen sesión el domingo, pero nuestro hígado tiene un límite) y estaremos encantados de tomar una cerveza con todo aquel que se acerque a saludarnos. ¡Nos vemos con una birra de la mano!
Moda Cervecera: Birrea
En la camiseta que hoy os traemos a la sección de Moda Cervecera (que os sirve para ser los más enrollados del lugar y dejar claro vuestro estatus con los que comparten aficiones similares) se junta el concepto de las instrucciones de Ikea con la birra.
De ahí que esta camiseta se llame “Birrea” y te indique claramente que necesitas una cerveza y un abridor (de esos también podemos recomendarte una sección entera), que el siguiente paso es servir la cerveza en una jarra (la del dibujo parece el modelo Mjöd aunque también vale cualquier otro vaso) y por último disfrutarla.
Mucho más sencillo y satisfactorio que montar por tu cuenta una estantería Billy con puertas Oxberg de cristal, pero también es verdad que esa combinación (o la vitrina Blåliden) permite mostrar y proteger del polvo el resto de tu vajilla cervecera. Así que puede merecer el esfuerzo.
En fin, que no nos estamos haciendo los suecos. Que nos mola la camiseta. Y que disfrutéis de la cerveza venga de donde venga. Pero que recordad seguir estas sencillas instrucciones y no beber nunca a morro, siempre servida en un vaso.
De ahí que esta camiseta se llame “Birrea” y te indique claramente que necesitas una cerveza y un abridor (de esos también podemos recomendarte una sección entera), que el siguiente paso es servir la cerveza en una jarra (la del dibujo parece el modelo Mjöd aunque también vale cualquier otro vaso) y por último disfrutarla.
Mucho más sencillo y satisfactorio que montar por tu cuenta una estantería Billy con puertas Oxberg de cristal, pero también es verdad que esa combinación (o la vitrina Blåliden) permite mostrar y proteger del polvo el resto de tu vajilla cervecera. Así que puede merecer el esfuerzo.
En fin, que no nos estamos haciendo los suecos. Que nos mola la camiseta. Y que disfrutéis de la cerveza venga de donde venga. Pero que recordad seguir estas sencillas instrucciones y no beber nunca a morro, siempre servida en un vaso.
Estilos Resumidos: Helles
El estilo que os resumimos hoy es muy popular en Alemania, sobre todo en Baviera (y en Múnich). Y por ello es importante saber que su nombre tiene una traducción directa al castellano: “Helles” significa claro. O sea vendría a ser la rubia básica de la tradición alemana del sur.
Pero, a diferencia de las rubias claras de las tradiciones británicas o belga (Pale y Blonde, respectivamente), esta cerveza es de baja fermentación. Una Lager, como las Pilsner. Su origen precisamente surgió (por lo que actualmente se cree) un poco como respuesta a la proliferación de las Pilsner desde lo que ahora es Rep. Checa. Y esta fue la Lager clara que se hizo en Baviera, a partir de finales del siglo XIX.
En su aspecto, claro, el color va a ser obvio a estas alturas: amarillo claro, rubia. Y la espuma (ya que el color suele venir dado por el de la cerveza que se acumula formando las burbujas) pues es blanco. Y como las cervezas alemanas no suelen ser muy efervescentes (pero tampoco tan poco como las Ales inglesas) pues la cantidad y la persistencia suele ser media.
Tanto en nariz como en boca son cervezas predominantemente maltosas, pero no empalagosas. Mucho cereal y grano, mucho cuerpo en boca, y el lúpulo justo para equilibrar con el amargor. Pero de trago fácil e ideal para el día a día (en un sitio que el formato habitual además es de 50 centilitros).
Si las comparamos con otros estilos rubios muy habituales en Alemania, son menos maltosas que una German Pilsner, y menos amargas que una Export. Y de alcohol, están en la media, en torno a 5 grados. Que podría ser también una buena temperatura de servicio si te gustan frescas.
Como vaso más adecuado para su servicio podría ser una jarra, o un vaso en el que quepa entero el medio litro, como un Willi Becher o incluso uno de estos con forma de bota. Es muy versátil el estilo. Y también lo es para los maridajes. Sirve muy bien para asados: pollo, cochinillo, cordero, codillo, pavo… ¡Pero es que además va genial con salsas y comidas picantes! Mexicano, hindú, etc.
Como ejemplos a probar, que nos llegan desde su zona de creación hay muchas, pero Augustiner-Bräu Lagerbier Hell es una de nuestras favoritas. Pero también os animamos a probar la Spaten, supuesta creadora del estilo. ¡Y todas las que se os crucen por delante que vengan de Baviera!
Pero, a diferencia de las rubias claras de las tradiciones británicas o belga (Pale y Blonde, respectivamente), esta cerveza es de baja fermentación. Una Lager, como las Pilsner. Su origen precisamente surgió (por lo que actualmente se cree) un poco como respuesta a la proliferación de las Pilsner desde lo que ahora es Rep. Checa. Y esta fue la Lager clara que se hizo en Baviera, a partir de finales del siglo XIX.
En su aspecto, claro, el color va a ser obvio a estas alturas: amarillo claro, rubia. Y la espuma (ya que el color suele venir dado por el de la cerveza que se acumula formando las burbujas) pues es blanco. Y como las cervezas alemanas no suelen ser muy efervescentes (pero tampoco tan poco como las Ales inglesas) pues la cantidad y la persistencia suele ser media.
Tanto en nariz como en boca son cervezas predominantemente maltosas, pero no empalagosas. Mucho cereal y grano, mucho cuerpo en boca, y el lúpulo justo para equilibrar con el amargor. Pero de trago fácil e ideal para el día a día (en un sitio que el formato habitual además es de 50 centilitros).
Si las comparamos con otros estilos rubios muy habituales en Alemania, son menos maltosas que una German Pilsner, y menos amargas que una Export. Y de alcohol, están en la media, en torno a 5 grados. Que podría ser también una buena temperatura de servicio si te gustan frescas.
Como vaso más adecuado para su servicio podría ser una jarra, o un vaso en el que quepa entero el medio litro, como un Willi Becher o incluso uno de estos con forma de bota. Es muy versátil el estilo. Y también lo es para los maridajes. Sirve muy bien para asados: pollo, cochinillo, cordero, codillo, pavo… ¡Pero es que además va genial con salsas y comidas picantes! Mexicano, hindú, etc.
Como ejemplos a probar, que nos llegan desde su zona de creación hay muchas, pero Augustiner-Bräu Lagerbier Hell es una de nuestras favoritas. Pero también os animamos a probar la Spaten, supuesta creadora del estilo. ¡Y todas las que se os crucen por delante que vengan de Baviera!
Welde Badisch Gose
Uno de los estilos clásicos que más nos costó encontrar y probar fue este, el de las Gose (un estilo que llegó a extinguirse y desaparecer, originario de la ciudad de Leipzig, y que ha resurgido de la mano del Craft y de la guía BJCP). Y claro, en ese resurgir predominaban las versiones modernas…
Así que hasta hace relativamente poco solo habíamos probado interpretaciones artesanas o de EE.UU. con frutitas y tal. No una Gose alemana solamente con sal y cilantro. Y aunque las otras que hemos probado sí que venían de marcas de Leipzig, esta está elaborada en Plankstadt, al sur de Frankfurt.
Su aspecto es turbio y blanquecino, y se completa con una espuma blanca y fea. En el aroma recuerda más a una Witbier (por lo sobresaliente del cilantro) que una cerveza que catalogarías como “Sour”, sin anunciar para nada su acidez.
Pero es que en boca tampoco sobresale eso. Es de entrada dulce, con un gusto medio amargo, algo de ácido después y la sal aparece al final. Raro y poco integrado. Y sin acabar de emocionar ninguna parte del conjunto. Vale que no lleve nada que no necesite, pero tampoco lo lleva bien cuadrado.
Así que si buscáis una Gose tal y como eran las originales, esta “de Baden” no es el mejor ejemplo. Y si lo que queréis es sin más refrescaros con una cerveza baja en alcohol (4,6% vol., tiene esta) os recomendamos apostar directamente por una Witbier, más fácil y barata de encontrar.
“Mi opinión en un Tweet:” Una cerveza que no debe inspirar tus conocimientos. Nota: Suficiente bajo.
Así que hasta hace relativamente poco solo habíamos probado interpretaciones artesanas o de EE.UU. con frutitas y tal. No una Gose alemana solamente con sal y cilantro. Y aunque las otras que hemos probado sí que venían de marcas de Leipzig, esta está elaborada en Plankstadt, al sur de Frankfurt.
Su aspecto es turbio y blanquecino, y se completa con una espuma blanca y fea. En el aroma recuerda más a una Witbier (por lo sobresaliente del cilantro) que una cerveza que catalogarías como “Sour”, sin anunciar para nada su acidez.
Pero es que en boca tampoco sobresale eso. Es de entrada dulce, con un gusto medio amargo, algo de ácido después y la sal aparece al final. Raro y poco integrado. Y sin acabar de emocionar ninguna parte del conjunto. Vale que no lleve nada que no necesite, pero tampoco lo lleva bien cuadrado.
Así que si buscáis una Gose tal y como eran las originales, esta “de Baden” no es el mejor ejemplo. Y si lo que queréis es sin más refrescaros con una cerveza baja en alcohol (4,6% vol., tiene esta) os recomendamos apostar directamente por una Witbier, más fácil y barata de encontrar.
“Mi opinión en un Tweet:” Una cerveza que no debe inspirar tus conocimientos. Nota: Suficiente bajo.
1000 primeros seguidores en Youtube
Nos hace ilusión anunciar que estamos a punto de alcanzar (o los habremos alcanzado ya cuando leas esta entrada) los primeros mil seguidores en nuestro canal de Youtube. Al escribir estas líneas estamos en 998, pero seguro que recibimos el empujón final con algún rezagado que nos lea y todavía no nos siga.
Ya sabéis que aunque el canal llevase abierto casi desde el principio del blog, con vídeos viejos (en los que salimos jóvenes) como el de la Cata Extrema de la Punk IPA, fue hace año y poco cuando empezamos a dotarle de más contenido y un nuevo formato.
Lamentablemente, este curso escolar (ya sabéis los que nos conocéis que la mayoría de los integrantes de EJDL somos docentes y nuestro calendario se mide por sus ritmos) no hemos actualizado tanto como querríamos. ¡Pero lo retomaremos en cuanto podamos, no os preocupéis!
Hasta entonces echadnos una mano ayudando a completar esos mil seguidores y recomendando el canal o sus vídeos a vuestros amigos cerveceros, que nosotros os lo agradeceremos. ¡Y allí (y en los eventos cerveceros) nos vemos!
Ya sabéis que aunque el canal llevase abierto casi desde el principio del blog, con vídeos viejos (en los que salimos jóvenes) como el de la Cata Extrema de la Punk IPA, fue hace año y poco cuando empezamos a dotarle de más contenido y un nuevo formato.
Lamentablemente, este curso escolar (ya sabéis los que nos conocéis que la mayoría de los integrantes de EJDL somos docentes y nuestro calendario se mide por sus ritmos) no hemos actualizado tanto como querríamos. ¡Pero lo retomaremos en cuanto podamos, no os preocupéis!
Hasta entonces echadnos una mano ayudando a completar esos mil seguidores y recomendando el canal o sus vídeos a vuestros amigos cerveceros, que nosotros os lo agradeceremos. ¡Y allí (y en los eventos cerveceros) nos vemos!
La Cerveza en el Arte: Gustave Brion
Hoy os traemos una obra del pintor francés Gustave Brion, que se especializaba en ilustraciones populares y de las costumbres campesinas, sobre todo. Aunque también ilustraba libros, como la primera edición de Los Miserables de Victor Hugo.
Pero claro, si viene a nuestra pinacoteca tiene que aparecer la cerveza en sus obras. Y os traemos una titulada “Le buveur de bière”. O sea, el bebedor de cerveza. En la cual nos vemos retratados, por supuesto. O como se diría ahora: buah es que soy yo literal.
Claro que a mediados del siglo XIX no se hablaba así. Y menos en Francia. Y que ahora no se llevan los sombreros pirata (o al menos no tanto como nos gustaría). Pero el concepto persiste: un beer connoisseur admirando y disfrutando de lo que va a beber.
Y así quedó en este óleo sobre cartón que nuestras fuentes datan en el año 1858 y que puede encontrarse en el Musée Des Beaux-Arts De Strasbourg. ¡Pero que nosotros os traemos aquí para que podáis disfrutar de ello sin tener que viajar!
Lúpulo: Riwaka
Seguimos viajando al hemisferio sur a traeros desde allí variedades de lúpulo que no hemos comentado por aquí, para que las conozcáis y aprendáis a reconocerlas si bebéis cervezas que la llevan (o a usarlas si sois cerveceros caseros, por ejemplo).
Y desde las antípodas nos llega el lúpulo Riwaka, que fue creado y comercializado desde 1997 en Nueva Zelanda y, dada su genealogía se le llamó “D Saaz”. ¿A qué adivináis de qué lúpulo proviene genéticamente?
El abundante contenido de aceite de Riwaka es casi el doble que el de su variedad madre Saaz, y su relación casi 1:1 de beta ácidos y alfa ácidos (4,5 - 6,5%) lo convierten en una opción muy potente para los que busquen esos tonos de pomelo o cítricos cuando se usa en cuotas de aroma o dry hopping.
Es por ello que actualmente muchas Hazy IPA o DDH IPA lo llevan, aunque también sirve para la NZ Pilsner (e incluso nosotros le probamos hace una década en una NZ pale ale). ¿Tú nos recomiendas alguna cerveza actual que lo lleve?
Y desde las antípodas nos llega el lúpulo Riwaka, que fue creado y comercializado desde 1997 en Nueva Zelanda y, dada su genealogía se le llamó “D Saaz”. ¿A qué adivináis de qué lúpulo proviene genéticamente?
El abundante contenido de aceite de Riwaka es casi el doble que el de su variedad madre Saaz, y su relación casi 1:1 de beta ácidos y alfa ácidos (4,5 - 6,5%) lo convierten en una opción muy potente para los que busquen esos tonos de pomelo o cítricos cuando se usa en cuotas de aroma o dry hopping.
Es por ello que actualmente muchas Hazy IPA o DDH IPA lo llevan, aunque también sirve para la NZ Pilsner (e incluso nosotros le probamos hace una década en una NZ pale ale). ¿Tú nos recomiendas alguna cerveza actual que lo lleve?
Guinness 0,0 Draught
Aunque ya habíamos hablado de ella en el vídeo de Youtube de las mejores cervezas sin alcohol, todavía no la teníamos reseñada ni descrita aquí. Y como podréis imaginar si la habíamos incluido en el top de ese vídeo, es porque bien lo merece y es recomendable.
Así que tras haber empezado con ese Spoiler, veamos que más nos depara esta cerveza de origen irlandés, que comparte con su hermana alcohólica el formato de lata con la bolita generadora de espuma de nitrógeno que le da su aspecto característico.
Y así, queda en el vaso igual que si fuese una Guinness servida de grifo, con la espuma compacta de color crema claro. La burbujita de nitrógeno sube al servirla y permanece estable hasta el último trago. Muy bonito… pero deja escapar pocos aromas, como pasa con la “normal” de la gama.
Eso sí, huele a lo mismo: una stout con notas de café y chocolate. Nada del típico aroma de las cervezas sin alcohol. Y en boca es incluso más floja que la ya de por sí bebible Guinness de 4,2% vol. Pero en el sabor da el pego completamente.
Así que quitando ese tono más acuoso (y una leve astringencia herbal que no recordamos en la otra), a los amantes de la cerveza negra irlandesa más famosa del mundo esta opción les convencerá plenamente cuando no puedan beber alcohol.
“Mi opinión en un Tweet:” Más auténtica casi que la auténtica. Nota: Notable.
Así que tras haber empezado con ese Spoiler, veamos que más nos depara esta cerveza de origen irlandés, que comparte con su hermana alcohólica el formato de lata con la bolita generadora de espuma de nitrógeno que le da su aspecto característico.
Y así, queda en el vaso igual que si fuese una Guinness servida de grifo, con la espuma compacta de color crema claro. La burbujita de nitrógeno sube al servirla y permanece estable hasta el último trago. Muy bonito… pero deja escapar pocos aromas, como pasa con la “normal” de la gama.
Eso sí, huele a lo mismo: una stout con notas de café y chocolate. Nada del típico aroma de las cervezas sin alcohol. Y en boca es incluso más floja que la ya de por sí bebible Guinness de 4,2% vol. Pero en el sabor da el pego completamente.
Así que quitando ese tono más acuoso (y una leve astringencia herbal que no recordamos en la otra), a los amantes de la cerveza negra irlandesa más famosa del mundo esta opción les convencerá plenamente cuando no puedan beber alcohol.
“Mi opinión en un Tweet:” Más auténtica casi que la auténtica. Nota: Notable.
Sábado Cervecero Animado (106)
Hoy el calendario dice que es 4 de mayo, que es el día de Star Wars porque en inglés se lee “May the fourth” (be with you), como la frase mítica de las películas de George Lucas. Y ya sabéis que somos muy fans, como atestigua esta entrada recopilatoria de todo lo cervecero galáctico publicado hasta ahora en El Jardín.
Y aunque en el universo de la saga no hacen mención explícita a la cerveza, sabiendo que a Luke le gusta, podemos dejar volar nuestra imaginación y pensar que en los demás vasos y jarras también hay birra en las cantinas de los diferentes planetas. ¿Y por qué no?
Y aunque en el universo de la saga no hacen mención explícita a la cerveza, sabiendo que a Luke le gusta, podemos dejar volar nuestra imaginación y pensar que en los demás vasos y jarras también hay birra en las cantinas de los diferentes planetas. ¿Y por qué no?
Kerel Kaishaku
Cuando coges una botella y ves que la cerveza tiene 15% de volumen de alcohol, ya impone un poco de respeto. Es el triple que un botellín normal. Así que es probable que sientas curiosidad, la lleves a la nevera… y luego te cueste encontrar el momento de abrirla, que puedas asumir tal pelotazo. Aunque otra opción es compartirla, como hicimos nosotros…
La cerveza en sí es como una Triple o una Golden Strong Ale belga, pero con el giro de llevar una levadura de sake japonés que permite alcanzar esas extremas cotas de alcohol. El nombre también es japonés (se nota, ¿no?) y viene de la persona que se encarga de hacer de segundo durante el seppuku (lo que conocemos como hara-kiri) y decapitar al que se suicida ahorrándole la agonía tras haber cumplido su parte.
Al servirla, resulta engañosa. Es una rubia velada de aspecto normal, con espuma escasa pero compacta y pegajosa. Tiene un aroma herbal y fresco que nos recordó al de la Tripel Karmeliet. Y en boca tiene mucha malta, con notas de cereal y fruta, pero con mucha menor presencia del alcohol de lo que te esperas.
Eso hace que sea una cerveza muy peligrosa. No suicida… ¡asesina! Porque da para darle tragos largos y locos, cosa que con 15% vol. no debería ocurrir si quieres vivir un día más. Está tan buena que enseguida nos arrepentimos de haber abierto una para compartir… ¡Es para disfrutarla en solitario!
Así que estos de Verbeeck - Back - De Cock (con sus siglas VBDCK) han hecho un birrote máximo, de los que merece probar una vez en la vida y repetir de vez en cuando. Pero sí, asistidos por un hombre de confianza, no para que remate el trabajo, sino para que te lleve luego a casa al menos.
“Mi opinión en un Tweet:” Muerte por Kaishaku. Nota: Matrícula de Honor.
La cerveza en sí es como una Triple o una Golden Strong Ale belga, pero con el giro de llevar una levadura de sake japonés que permite alcanzar esas extremas cotas de alcohol. El nombre también es japonés (se nota, ¿no?) y viene de la persona que se encarga de hacer de segundo durante el seppuku (lo que conocemos como hara-kiri) y decapitar al que se suicida ahorrándole la agonía tras haber cumplido su parte.
Al servirla, resulta engañosa. Es una rubia velada de aspecto normal, con espuma escasa pero compacta y pegajosa. Tiene un aroma herbal y fresco que nos recordó al de la Tripel Karmeliet. Y en boca tiene mucha malta, con notas de cereal y fruta, pero con mucha menor presencia del alcohol de lo que te esperas.
Eso hace que sea una cerveza muy peligrosa. No suicida… ¡asesina! Porque da para darle tragos largos y locos, cosa que con 15% vol. no debería ocurrir si quieres vivir un día más. Está tan buena que enseguida nos arrepentimos de haber abierto una para compartir… ¡Es para disfrutarla en solitario!
Así que estos de Verbeeck - Back - De Cock (con sus siglas VBDCK) han hecho un birrote máximo, de los que merece probar una vez en la vida y repetir de vez en cuando. Pero sí, asistidos por un hombre de confianza, no para que remate el trabajo, sino para que te lleve luego a casa al menos.
“Mi opinión en un Tweet:” Muerte por Kaishaku. Nota: Matrícula de Honor.
Tres razones para NO beber cerveza a morro de la botella
Beber cerveza directamente del botellín es uno de los motivos de anatema en el mundo cervecero. Va en contra de todo lo que predicamos sobre disfrutar y apreciar la cerveza como una bebida de prestigio y calidad, y no como un mero refresco alcohólico. Y sin embargo sigue siendo tan habitual…
Que hemos creído oportuno escribir esta entrada explicando los tres motivos principales por lo que no hay que beber la cerveza a morro del botellín (o la lata). Y esperamos así convencer a los incrédulos que todavía haya (o a tu cuñado, sabiendo lo difícil que es convencerá a un cuñado de algo).
1) No puedes oler la cerveza
Al beber directamente del envase, con su abertura estrecha y que cierras completamente (o casi) con tus labios, no permites que los aromas que la cerveza tiene salgan y penetren en tu nariz. Y aparte de perder el componente olfativo de la cata, muy importante, esto influye también en el gusto ya que el aroma hace el 50% de los sabores que podemos reconocer. ¿No notas que cuando estás resfriado la comida sabe menos? Es por eso, y aquí estás privando a tu paladar de esa combinación de sabor-olor que completa la experiencia y permite disfrutar de la cerveza al 100%. ¡Así que no lo hagas!
2) La cerveza hincha más
Una cosa que ocurre en la cerveza al servirla es que parte del anhídrido carbónico (o dióxido de carbono o CO2, como lo quieras llamar) se libera. Ese gas que está dentro del líquido, integrado en la bebida (ya que lo generan las levaduras al fermentar) y que al servirla forma la espuma, le da la gracia a la cerveza tal y como la conocemos… pero también nos llena e hincha más la barriga. Una cerveza correctamente servida en su copa o vaso pierde parte de ese gas, haciéndola más agradable de beber y con menos “efectos secundarios”. ¡Sírvela entonces para poder beber más!
3) Por higiene
El cuello del botellín o el borde de la lata han estado expuestos en mayor o menor medida. Días, semanas… o incluso meses… pasando por almacenes, camiones, expositores, cámaras, neveras… ¡Y todo eso directo a tu boca! Vale que en algunos sitios enrollan una servilleta en el borde para que le des una pasada… pero nada es mejor que un vaso bien limpio (ya sabéis, de esos que no dejan burbujas en su superficie) y lavado. ¡Ni punto de comparación!
Así que ya tienes tres razones de peso para saber por qué hay que abandonar ese hábito y beber la cerveza siempre en vaso (o copa, o jarra… ¡o taza de café, incluso!) El único motivo para beberla a morro sería la total ausencia de vasos en cientos de metros a la redonda… y que es mejor una cerveza bebida a morro que no beber cerveza en absoluto. Pero al menos sabrás que haciéndolo te estás maltratando a ti y a ella
Que hemos creído oportuno escribir esta entrada explicando los tres motivos principales por lo que no hay que beber la cerveza a morro del botellín (o la lata). Y esperamos así convencer a los incrédulos que todavía haya (o a tu cuñado, sabiendo lo difícil que es convencerá a un cuñado de algo).
1) No puedes oler la cerveza
Al beber directamente del envase, con su abertura estrecha y que cierras completamente (o casi) con tus labios, no permites que los aromas que la cerveza tiene salgan y penetren en tu nariz. Y aparte de perder el componente olfativo de la cata, muy importante, esto influye también en el gusto ya que el aroma hace el 50% de los sabores que podemos reconocer. ¿No notas que cuando estás resfriado la comida sabe menos? Es por eso, y aquí estás privando a tu paladar de esa combinación de sabor-olor que completa la experiencia y permite disfrutar de la cerveza al 100%. ¡Así que no lo hagas!
2) La cerveza hincha más
Una cosa que ocurre en la cerveza al servirla es que parte del anhídrido carbónico (o dióxido de carbono o CO2, como lo quieras llamar) se libera. Ese gas que está dentro del líquido, integrado en la bebida (ya que lo generan las levaduras al fermentar) y que al servirla forma la espuma, le da la gracia a la cerveza tal y como la conocemos… pero también nos llena e hincha más la barriga. Una cerveza correctamente servida en su copa o vaso pierde parte de ese gas, haciéndola más agradable de beber y con menos “efectos secundarios”. ¡Sírvela entonces para poder beber más!
3) Por higiene
El cuello del botellín o el borde de la lata han estado expuestos en mayor o menor medida. Días, semanas… o incluso meses… pasando por almacenes, camiones, expositores, cámaras, neveras… ¡Y todo eso directo a tu boca! Vale que en algunos sitios enrollan una servilleta en el borde para que le des una pasada… pero nada es mejor que un vaso bien limpio (ya sabéis, de esos que no dejan burbujas en su superficie) y lavado. ¡Ni punto de comparación!
Así que ya tienes tres razones de peso para saber por qué hay que abandonar ese hábito y beber la cerveza siempre en vaso (o copa, o jarra… ¡o taza de café, incluso!) El único motivo para beberla a morro sería la total ausencia de vasos en cientos de metros a la redonda… y que es mejor una cerveza bebida a morro que no beber cerveza en absoluto. Pero al menos sabrás que haciéndolo te estás maltratando a ti y a ella
Suscribirse a:
Entradas (Atom)