Estilos Resumidos: Helles

El estilo que os resumimos hoy es muy popular en Alemania, sobre todo en Baviera (y en Múnich). Y por ello es importante saber que su nombre tiene una traducción directa al castellano: “Helles” significa claro. O sea vendría a ser la rubia básica de la tradición alemana del sur.

Estilos Resumidos: Helles
Pero, a diferencia de las rubias claras de las tradiciones británicas o belga (Pale y Blonde, respectivamente), esta cerveza es de baja fermentación. Una Lager, como las Pilsner. Su origen precisamente surgió (por lo que actualmente se cree) un poco como respuesta a la proliferación de las Pilsner desde lo que ahora es Rep. Checa. Y esta fue la Lager clara que se hizo en Baviera, a partir de finales del siglo XIX.

En su aspecto, claro, el color va a ser obvio a estas alturas: amarillo claro, rubia. Y la espuma (ya que el color suele venir dado por el de la cerveza que se acumula formando las burbujas) pues es blanco. Y como las cervezas alemanas no suelen ser muy efervescentes (pero tampoco tan poco como las Ales inglesas) pues la cantidad y la persistencia suele ser media.

Tanto en nariz como en boca son cervezas predominantemente maltosas, pero no empalagosas. Mucho cereal y grano, mucho cuerpo en boca, y el lúpulo justo para equilibrar con el amargor. Pero de trago fácil e ideal para el día a día (en un sitio que el formato habitual además es de 50 centilitros).

Si las comparamos con otros estilos rubios muy habituales en Alemania, son menos maltosas que una German Pilsner, y menos amargas que una Export. Y de alcohol, están en la media, en torno a 5 grados. Que podría ser también una buena temperatura de servicio si te gustan frescas.

Como vaso más adecuado para su servicio podría ser una jarra, o un vaso en el que quepa entero el medio litro, como un Willi Becher o incluso uno de estos con forma de bota. Es muy versátil el estilo. Y también lo es para los maridajes. Sirve muy bien para asados: pollo, cochinillo, cordero, codillo, pavo… ¡Pero es que además va genial con salsas y comidas picantes! Mexicano, hindú, etc.

Como ejemplos a probar, que nos llegan desde su zona de creación hay muchas, pero Augustiner-Bräu Lagerbier Hell es una de nuestras favoritas. Pero también os animamos a probar la Spaten, supuesta creadora del estilo. ¡Y todas las que se os crucen por delante que vengan de Baviera!

Welde Badisch Gose

Uno de los estilos clásicos que más nos costó encontrar y probar fue este, el de las Gose (un estilo que llegó a extinguirse y desaparecer, originario de la ciudad de Leipzig, y que ha resurgido de la mano del Craft y de la guía BJCP). Y claro, en ese resurgir predominaban las versiones modernas…

Welde Badisch Gose
Así que hasta hace relativamente poco solo habíamos probado interpretaciones artesanas o de EE.UU. con frutitas y tal. No una Gose alemana solamente con sal y cilantro. Y aunque las otras que hemos probado sí que venían de marcas de Leipzig, esta está elaborada en Plankstadt, al sur de Frankfurt.

Su aspecto es turbio y blanquecino, y se completa con una espuma blanca y fea. En el aroma recuerda más a una Witbier (por lo sobresaliente del cilantro) que una cerveza que catalogarías como “Sour”, sin anunciar para nada su acidez.

Pero es que en boca tampoco sobresale eso. Es de entrada dulce, con un gusto medio amargo, algo de ácido después y la sal aparece al final. Raro y poco integrado. Y sin acabar de emocionar ninguna parte del conjunto. Vale que no lleve nada que no necesite, pero tampoco lo lleva bien cuadrado.

Así que si buscáis una Gose tal y como eran las originales, esta “de Baden” no es el mejor ejemplo. Y si lo que queréis es sin más refrescaros con una cerveza baja en alcohol (4,6% vol., tiene esta) os recomendamos apostar directamente por una Witbier, más fácil y barata de encontrar.

“Mi opinión en un Tweet:” Una cerveza que no debe inspirar tus conocimientos. Nota: Suficiente bajo.

The Beer Times (511)

Dominical cervecero. Aquí puedes leer el periódico The Beer Times.

Con resaca o sin ella, no puede faltar un domingo nuestro enlace destacado de la semana.

1000 primeros seguidores en Youtube

Nos hace ilusión anunciar que estamos a punto de alcanzar (o los habremos alcanzado ya cuando leas esta entrada) los primeros mil seguidores en nuestro canal de Youtube. Al escribir estas líneas estamos en 998, pero seguro que recibimos el empujón final con algún rezagado que nos lea y todavía no nos siga.

Ya sabéis que aunque el canal llevase abierto casi desde el principio del blog, con vídeos viejos (en los que salimos jóvenes) como el de la Cata Extrema de la Punk IPA, fue hace año y poco cuando empezamos a dotarle de más contenido y un nuevo formato.

Lamentablemente, este curso escolar (ya sabéis los que nos conocéis que la mayoría de los integrantes de EJDL somos docentes y nuestro calendario se mide por sus ritmos) no hemos actualizado tanto como querríamos. ¡Pero lo retomaremos en cuanto podamos, no os preocupéis!

Hasta entonces echadnos una mano ayudando a completar esos mil seguidores y recomendando el canal o sus vídeos a vuestros amigos cerveceros, que nosotros os lo agradeceremos. ¡Y allí (y en los eventos cerveceros) nos vemos!

La Cerveza en el Arte: Gustave Brion

La Cerveza en el Arte: Gustave Brion

Hoy os traemos una obra del pintor francés Gustave Brion, que se especializaba en ilustraciones populares y de las costumbres campesinas, sobre todo. Aunque también ilustraba libros, como la primera edición de Los Miserables de Victor Hugo.

Pero claro, si viene a nuestra pinacoteca tiene que aparecer la cerveza en sus obras. Y os traemos una titulada “Le buveur de bière”. O sea, el bebedor de cerveza. En la cual nos vemos retratados, por supuesto. O como se diría ahora: buah es que soy yo literal.

Claro que a mediados del siglo XIX no se hablaba así. Y menos en Francia. Y que ahora no se llevan los sombreros pirata (o al menos no tanto como nos gustaría). Pero el concepto persiste: un beer connoisseur admirando y disfrutando de lo que va a beber.

Y así quedó en este óleo sobre cartón que nuestras fuentes datan en el año 1858 y que puede encontrarse en el Musée Des Beaux-Arts De Strasbourg. ¡Pero que nosotros os traemos aquí para que podáis disfrutar de ello sin tener que viajar!

Lúpulo: Riwaka

Seguimos viajando al hemisferio sur a traeros desde allí variedades de lúpulo que no hemos comentado por aquí, para que las conozcáis y aprendáis a reconocerlas si bebéis cervezas que la llevan (o a usarlas si sois cerveceros caseros, por ejemplo).

Lúpulo: Riwaka
Y desde las antípodas nos llega el lúpulo Riwaka, que fue creado y comercializado desde 1997 en Nueva Zelanda y, dada su genealogía se le llamó “D Saaz”. ¿A qué adivináis de qué lúpulo proviene genéticamente?

El abundante contenido de aceite de Riwaka es casi el doble que el de su variedad madre Saaz, y su relación casi 1:1 de beta ácidos y alfa ácidos (4,5 - 6,5%) lo convierten en una opción muy potente para los que busquen esos tonos de pomelo o cítricos cuando se usa en cuotas de aroma o dry hopping.

Es por ello que actualmente muchas Hazy IPA o DDH IPA lo llevan, aunque también sirve para la NZ Pilsner (e incluso nosotros le probamos hace una década en una NZ pale ale). ¿Tú nos recomiendas alguna cerveza actual que lo lleve?

Guinness 0,0 Draught

Aunque ya habíamos hablado de ella en el vídeo de Youtube de las mejores cervezas sin alcohol, todavía no la teníamos reseñada ni descrita aquí. Y como podréis imaginar si la habíamos incluido en el top de ese vídeo, es porque bien lo merece y es recomendable.

Guinness 0,0 Draught
Así que tras haber empezado con ese Spoiler, veamos que más nos depara esta cerveza de origen irlandés, que comparte con su hermana alcohólica el formato de lata con la bolita generadora de espuma de nitrógeno que le da su aspecto característico.

Y así, queda en el vaso igual que si fuese una Guinness servida de grifo, con la espuma compacta de color crema claro. La burbujita de nitrógeno sube al servirla y permanece estable hasta el último trago. Muy bonito… pero deja escapar pocos aromas, como pasa con la “normal” de la gama.

Eso sí, huele a lo mismo: una stout con notas de café y chocolate. Nada del típico aroma de las cervezas sin alcohol. Y en boca es incluso más floja que la ya de por sí bebible Guinness de 4,2% vol. Pero en el sabor da el pego completamente.

Así que quitando ese tono más acuoso (y una leve astringencia herbal que no recordamos en la otra), a los amantes de la cerveza negra irlandesa más famosa del mundo esta opción les convencerá plenamente cuando no puedan beber alcohol.

“Mi opinión en un Tweet:” Más auténtica casi que la auténtica. Nota: Notable.

The Beer Times (510)

Dominical cervecero. Aquí puedes leer el periódico The Beer Times.

Otros siete días que pasan, otra vez que os traemos el enlace destacado de la semana.

Sábado Cervecero Animado (106)

Hoy el calendario dice que es 4 de mayo, que es el día de Star Wars porque en inglés se lee “May the fourth” (be with you), como la frase mítica de las películas de George Lucas. Y ya sabéis que somos muy fans, como atestigua esta entrada recopilatoria de todo lo cervecero galáctico publicado hasta ahora en El Jardín.

Y aunque en el universo de la saga no hacen mención explícita a la cerveza, sabiendo que a Luke le gusta, podemos dejar volar nuestra imaginación y pensar que en los demás vasos y jarras también hay birra en las cantinas de los diferentes planetas. ¿Y por qué no?

Kerel Kaishaku

Cuando coges una botella y ves que la cerveza tiene 15% de volumen de alcohol, ya impone un poco de respeto. Es el triple que un botellín normal. Así que es probable que sientas curiosidad, la lleves a la nevera… y luego te cueste encontrar el momento de abrirla, que puedas asumir tal pelotazo. Aunque otra opción es compartirla, como hicimos nosotros…

Kerel Kaishaku
La cerveza en sí es como una Triple o una Golden Strong Ale belga, pero con el giro de llevar una levadura de sake japonés que permite alcanzar esas extremas cotas de alcohol. El nombre también es japonés (se nota, ¿no?) y viene de la persona que se encarga de hacer de segundo durante el seppuku (lo que conocemos como hara-kiri) y decapitar al que se suicida ahorrándole la agonía tras haber cumplido su parte.

Al servirla, resulta engañosa. Es una rubia velada de aspecto normal, con espuma escasa pero compacta y pegajosa. Tiene un aroma herbal y fresco que nos recordó al de la Tripel Karmeliet. Y en boca tiene mucha malta, con notas de cereal y fruta, pero con mucha menor presencia del alcohol de lo que te esperas.

Eso hace que sea una cerveza muy peligrosa. No suicida… ¡asesina! Porque da para darle tragos largos y locos, cosa que con 15% vol. no debería ocurrir si quieres vivir un día más. Está tan buena que enseguida nos arrepentimos de haber abierto una para compartir… ¡Es para disfrutarla en solitario!

Así que estos de Verbeeck - Back - De Cock (con sus siglas VBDCK) han hecho un birrote máximo, de los que merece probar una vez en la vida y repetir de vez en cuando. Pero sí, asistidos por un hombre de confianza, no para que remate el trabajo, sino para que te lleve luego a casa al menos.

“Mi opinión en un Tweet:” Muerte por Kaishaku. Nota: Matrícula de Honor.

Tres razones para NO beber cerveza a morro de la botella

Beber cerveza directamente del botellín es uno de los motivos de anatema en el mundo cervecero. Va en contra de todo lo que predicamos sobre disfrutar y apreciar la cerveza como una bebida de prestigio y calidad, y no como un mero refresco alcohólico. Y sin embargo sigue siendo tan habitual…

Que hemos creído oportuno escribir esta entrada explicando los tres motivos principales por lo que no hay que beber la cerveza a morro del botellín (o la lata). Y esperamos así convencer a los incrédulos que todavía haya (o a tu cuñado, sabiendo lo difícil que es convencerá a un cuñado de algo).

1) No puedes oler la cerveza

Al beber directamente del envase, con su abertura estrecha y que cierras completamente (o casi) con tus labios, no permites que los aromas que la cerveza tiene salgan y penetren en tu nariz. Y aparte de perder el componente olfativo de la cata, muy importante, esto influye también en el gusto ya que el aroma hace el 50% de los sabores que podemos reconocer. ¿No notas que cuando estás resfriado la comida sabe menos? Es por eso, y aquí estás privando a tu paladar de esa combinación de sabor-olor que completa la experiencia y permite disfrutar de la cerveza al 100%. ¡Así que no lo hagas!

2) La cerveza hincha más

Una cosa que ocurre en la cerveza al servirla es que parte del anhídrido carbónico (o dióxido de carbono o CO2, como lo quieras llamar) se libera. Ese gas que está dentro del líquido, integrado en la bebida (ya que lo generan las levaduras al fermentar) y que al servirla forma la espuma, le da la gracia a la cerveza tal y como la conocemos… pero también nos llena e hincha más la barriga. Una cerveza correctamente servida en su copa o vaso pierde parte de ese gas, haciéndola más agradable de beber y con menos “efectos secundarios”. ¡Sírvela entonces para poder beber más!

3) Por higiene

El cuello del botellín o el borde de la lata han estado expuestos en mayor o menor medida. Días, semanas… o incluso meses… pasando por almacenes, camiones, expositores, cámaras, neveras… ¡Y todo eso directo a tu boca! Vale que en algunos sitios enrollan una servilleta en el borde para que le des una pasada… pero nada es mejor que un vaso bien limpio (ya sabéis, de esos que no dejan burbujas en su superficie) y lavado. ¡Ni punto de comparación!

Así que ya tienes tres razones de peso para saber por qué hay que abandonar ese hábito y beber la cerveza siempre en vaso (o copa, o jarra… ¡o taza de café, incluso!) El único motivo para beberla a morro sería la total ausencia de vasos en cientos de metros a la redonda… y que es mejor una cerveza bebida a morro que no beber cerveza en absoluto. Pero al menos sabrás que haciéndolo te estás maltratando a ti y a ella