Si en esta web le dedicamos tanto espacio a las Sin Alcohol es porque estamos muy concienciados de su importancia en el mercado cervecero español. Con una cuota de ventas por encima del 13%, sus ventajas son innegables, pero su calidad no siempre acompaña. Por suerte es un nicho en evolución, tanto entre las pequeñas como entre las grandes.
Y en estas últimas, entre las industriales, lo que se lleva últimamente es hacer versiones “un pelín más oscuras” de sus “sin”. Hace un tiempo probamos tres a la vez, para ver cuál era la mejor de estas cervezas 0,0% tostadas, y hoy os traemos las conclusiones.
Abrimos una Mahou 0,0 Tostada, una Free Damm 0,0 Tostada y una Amstel Oro 0,0 Tostada. Las tres de lata. Y las servimos. Las tres iguales. Y son eso, jodidamente iguales. El color es indistinguible uno de otro. Marrón o ámbar cobrizo, profundo, apagado, limpio… ¡Pero el mismo! Y algo parecido pasa con la espuma. Las tres son de color blanco roto, persistencia baja y pegajosas.
Acercamos la nariz y aquí ya hay alguna diferencia, aun reconociéndose a primer olfato en las tres que estamos ante una sin alcohol. La Amstel huele más a mosto, la Mahou un poco a caramelo quemado, y la Damm a almendra garrapiñada, caramelo tostado y otras cosas dulces.
Echamos un trago de cada una y vemos que la Mahou es la más “amarga” de las tres (en el sentido de que es menos dulce, aunque sin embargo según el etiquetado es la que más hidratos de carbono y calorías tiene). La Amstel se queda como una “Sin” normal, dulce, maltosa, con deje metálico y sin mucho más interés. Y la Free Damm sabe como huele, por lo que resulta la más sabrosa pero a la vez empalagosa, con notas hasta de café.
Una cosa que nos gusta es que, como las Sin Alcohol no pueden aprovecharse de la legislación que exime a las bebidas alcohólicas de poner el listado completo de ingredientes, en estas vemos lo que lleva. La Mahou, por ejemplo, además de los ingredientes “básicos”, lleva maíz, aromas y antioxidante. La Amstel, sin embargo, nada más que malta y lúpulo (aunque este, igual que en las demás, sea en extracto). Y la Damm, además de la malta (8%) tiene maíz, arroz, aromas y jarabe de glucosa y fructosa.
Así que por mérito nos quedamos con la Amstel Oro 0,0 Tostada, que hace una Sin Alcohol tan buena (o mala, depende como lo mires) al uso, pero con menos añadidos. Y por interés, con la Free Damm 0,0 Tostada, que vendría a ser la “Pastry Stout” de las 0,0 Tostadas. A la pionera en abrir el nicho la dejamos detrás. ¿Las habéis probado? ¿Estáis de acuerdo?
Y si obviamos lo de "tostadas", este sería nuestro Top 5 de mejores cervezas Sin Alcohol de toda la vida. ¡Mucho mejores que estas tres, claro!
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