Se acerca el invierno con sus ventajas e inconvenientes. Una de las ventajas es que la cerveza permanece más tiempo a su temperatura adecuada, una vez servida. Uno de los inconvenientes es que al agarrarla, este frío es molesto.
Por eso, con un poco de lana y una buena labor de punto, estos guantes (o manoplas, más bien) te dan la solución ideal para poder mantener cada cosa como debe estar: las manos calientes, la cerveza fría.
Ojo, que no siempre los venden a pares. Su teoría es que puedes usar un guante “normal” en la otra mano, lo cual es útil para agarrar otros objetos que necesiten más psicomotricidad fina, tales como abridores, móviles, etc.
Pero nosotros queremos dos. Somos de los que opinan que una dieta equilibrada es una cerveza en cada mano, haga frío o hiele. Así que, querido Papá Noel, este año no queremos calcetines, queremos guantes cerveceros.
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