No es la primera vez que mencionamos los pasos que dan las marcas establecidas desde hace mucho en adaptar sus catálogos a las nuevas tendencias y denominaciones. Y la marca belga Grimbergen, propiedad de Alken-Maes, pues no va a ser menos. Y su última incorporación en el mercado español fue esta Belgian Pale Ale.
Una cerveza de color dorada ambarina limpio, profunda, con espuma blanco hueso media, esponjosa, de burbuja grande y persistencia media. Como diferencia de otras más clásicas de la marca, sí que huele a lúpulo. Obviamente, del belga, clásico. Que seguro aprendimos a reconocer bebiendo Hopus.
En boca no es amarga, sino más dulce y belga (y si sabe dulce es porque sólo tiene 22 IBUs y lleva jarabe de glucosa, caramelo, azúcar y extracto de malta… ¡como para no!). Pero es verdad que es fresca y de cuerpo ligero, con el punto especiado de la levadura. Por lo que no resulta empalagosa ni peleona.
Con eso y con que solamente tiene 5,5% ABV (recordemos que cuando hablamos de cervezas belgas, cualquier cosa por debajo de 6 grados es poco para ellos) es una buena opción para cuando apetece cervezas leves y más fáciles que las abadía Dubbel o Tripel.
“Mi opinión en un Tweet:” La Pale Ale del Fénix, no va a resugir de ningunas cenizas. Nota: Suficiente alto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario