La verdad es que nos parece un debate interesante. ¿Vosotros qué opináis? Porque, sin quitar parte de razón al tema, tal vez el meollo no esté en el lúpulo en sí, o en buscar agradar a más paladares, sino en las modas y la búsqueda de la diferenciación mediante los extremos.
Lo que está claro es que el lúpulo ha venido para quedarse, en una forma u otra. Y que cada vez hay más maneras de usarlo dando lugar a una variedad infinita de productos lupulados. Quizá el error sea no salir del término IPA para definirlos, cuando hay tanta variedad…
Si miras la pizarra de cualquier bar del gremio lo más probable es que más del 30% de las cervezas disponibles sean IPA, NEIPA, Brut IPA, con DDH o cualquier otra elaboración del tipo con uso generoso del lúpulo. Si miramos a las nuevas incorporaciones de estilos me da la sensación de que la innovación en el sector pasa por la adición constante de lúpulo (black ipas, hoppy lagers, imperial IPAS...). Siendo la cerveza un producto que favorece la elaboración local con productos de la zona creo que nos empeñamos en imitar las tendencias ajenas sin más criterio que buscar el éxito que tienen en su lugar de origen. Si seguimos copiando lo que hacen los americanos (por muy bien que lo hagamos) desaprovechamos muchas otras variantes con las que plantear productos propios.
ResponderEliminarComo en todo... hay que educar en la demanda; no surge espontáneamente.
EliminarTotalmente...! Creo que el gran reto al que se enfrenta el sector por estos lares es encontrar una linea propia, ajustada a un público local diverso y cada vez más "entendido" en la materia... La eterna dicotomía entre la creación y la copia. Y el más dificil todavía, sin descuidar lo que se esta haciendo por ahí fuera porque lo hacen muy bien y desde hace mucho. Quien conjugue bien estos dos planos tendrá muchas cartas para el éxito este 2019 y mi amor incondicional...!!!
ResponderEliminarY nuestro dinero!
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