De la casa belga Anthony Martins, que es una de las que más veces os hemos hablado, creemos, hoy toca comentar una de sus Timmermans, la “marca” bajo la que producen sus cervezas de fermentación espontánea y de frutas.
En un principio, esta cerveza se hace a partir de una Lambic pura, rebajándola y endulzándola con azúcar candi. Pero en este caso, aunque en internet no se hayamos encontrado mención, además lleva un 15,7% de zumo de manzana, según la etiqueta.
Por eso, bajo su color ámbar dorado y su espuma ligera y blanca, nos encontramos algo que huele y sabe como una sidra dulce. Tal cual. A manzana, con ese dulzor y esa acidez rica tan característica.
Por eso, y con solo 4% de alcohol por volumen (ABV), es una cerveza refrescante y fácil de beber, pero que nos recuerda bastante poco a una cerveza. Claro, que para acompañar cenas de navidad puede estar bien. Habrá que guardarla para el próximo año.
“Mi opinión en un Tweet:” Lambicus de manzanicas. No está mal, pero paso. Nota: Suficiente.
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