El pasado fin de semana, aprovechando el puente del 1 de mayo, se ha celebrado en la catalana localidad de Blanes la quinta edición de esta feria de cerveza, que ya ha pasado a ser un clásico de las ferias nacionales, con gran afluencia de público y buenas cervezas.
Esta edición ha contado con 26 cerveceros, que han ofrecido al público un total de 127 cervezas distintas. Esto es una media de casi cinco variedades por elaborador, unas cifras bastante más altas de las habituales, y una buena oportunidad de probar cosas que se salen un poco de lo habitual.
Dadas las anteriores experiencias pasadas por agua (en 3 de las 4 ediciones anteriores llovió), este año la feria ha sido cubierta por una gran carpa. Por este motivo se perdió la impresión de espacio abierto y enorme con el mar de fondo, una estampa única, pero así los organizadores han jugado sobre seguro. Este año no ha llovido, pero la carpa nos ha protegido de una insolación casi segura.
La feria ha recuperado también la música en vivo, algo acertado a ratos, y un poco molesto en momentos de más calma. Nunca debimos gritar para comunicarnos con el vecino, pero en momentos de charla tranquila se hubiese agradecido algo menos de ruido. Los conciertos nocturnos tuvieron gran éxito, y no podemos hacer más que aplaudir la iniciativa ya que acercó a mucha gente de la zona. Hay que destacar el maratoniano horario del evento: de 11:00 a 02:00 sin interrupciones.
El público, como suele suceder, mutó a lo largo de los tres días de feria, dependiendo sobre todo de las horas. Mientras que por la mañana hubo una gran e interesante reunión de familias, de noche la media de edad bajó ostensiblemente.
El nivel cervecero fue más que aceptable, nos atreveríamos a decir que por encima de la media, y pudimos saborear cosas realmente interesantes. Como más destacadas citaríamos La Herminia a la Taza de Bayura (un chocolatazo para los más golosos), la intensísima, dulce y peligrosa Belgian Saison de Quer y de Skaeg (una Imperial Saison de 11%ABV) y la que oficiosamente fue la sorpresa positiva del festival: la Estiu 2015 de Montseny, una session IPA de 3,3% ABV que nada tiene que envidiar a las solicitadas y caras session IPA importadas de los EEUU.
Siempre hay cosas a mejorar, pero esta feria ha sabido evolucionar año tras año. El control de calidad ha sido bueno, ya que pese a que algunas cervezas visitaron el fregadero, no hubo aberraciones ni contaminaciones. Como principal consejo, igual que hemos dicho en otras ferias, dar la opción de llenar medio vaso, para poder degustar mucha más variedad. Esto y publicar la lista de cervezas un poco antes, para poder planificarnos.
En definitiva, otra edición de una de las ferias imperdibles de la escena artesana catalana. Esperamos que siga con este ímpetu y ganas de hacer las cosas bien.
Lástima que no estaba ese finde. Está tomando buena forma esta birrasanta.... A ver la próxima edición.
ResponderEliminarLa session IPA de Montseny me parece más que interesante