Tras una primera parte de demandas, juicios y batallas legales relacionadas con la cerveza continuamos relatando algunas de las más importantes o llamativas, ya que se nos quedaron muchas en el tintero. Y es que, siendo la cerveza una de las bebidas más consumidas en el mundo, es lógico que la rodeen muchos litigios.
Por ejemplo, con otras bebidas, como el Champán francés, a cuyos representantes no les gustó que un cervecero inglés llamase a su cerveza ChampAle, ya que se parecía demasiado a Champagne. Pero el cervecero (pese a afirmar en su web que usa métodos de producción similares a los del vino espumoso) dijo que Champ era de “Champion” y ganó, el muy campeón.
Sin embargo, a veces es la cervecera la que tiene que cambiar su nombre. En España durante años llamamos Coronita a la cerveza que el resto del mundo llamaba Corona. No por cosas de la monarquía, como algunos creen, sino porque ya existía un vino con ese denominativo.
Claro que las cervezas también pelean por nombres en España contra otras cervezas. Por ejemplo, Cervezas La Sagra, de Toledo, tuvo que añadir el “La” para diferenciarse de Sagres, de Portugal, que recurrió el parecido de las marcas (y la sentencia -aún no firme- da la razón a los lusos sin atender a que ambas reciben sus nombres de sus respectivas regiones). Por contrapartida, Sagres tuvo que retirar en España su variedad Bohemia, por su gran parecido con la cerveza Bohio de La Sagra. ¡Donde las dan las toman!
Uno de los recursos más habituales que se interponen son los que hacen Estrella Damm y Estrella Galicia a toda cerveza que se llame “Estrella” algo. El Mundo Today se reía con el tema con Estrella Morente. Pero otros cerveceros lo han sufrido con mala estrella, como Sevebrau, que su homenaje a la ciudad extremeña tuvo que pasar a llamarse “Arco de Cáceres” para evitar un largo periplo de abogados y costes. Aunque por ejemplo la marca Estrella de Gijón venció y logro que se legitimase su nombre llegando hasta el tribunal europeo de patentes y marcas.
Sin dejar de hablar de estrellas, este caso es más curioso. Y es que el gobierno húngaro quiere prohibir el uso de todo tipo de símbolos totalitarios, como la esvástica nazi, la hoz y el martillo y… ¡La estrella roja de Heineken! Aunque parece que la noticia no se queda en algo tan superficial.
Y no podemos olvidarnos de una de las cervezas más conocidas del mundo. La cerveza Duff, la favorita de Homer Simpson. Lleva a latas y botellas por todo el mundo, para disfrute de los fans de la serie, pero en muchos casos sin la aprobación o en luchas con la cadena Fox.
Concluimos esta segunda entrega de enfrentamientos judiciales (centrados sobre todo en los nombres de las cervezas) para poder dejar algo para próximas ediciones de esta sección. ¡Contadnos los casos que conozcáis y que no hayamos mencionado! Estaremos encantados de incluirlos.
Fue muy interesante el contencioso entre Alhambra y Heineken que hubo hace 15 años por la marca El Águila Negra. El caso incluyó que un detective privado contratado por Heineken se hiciera pasar por coleccionista para entrar en la fábrica de Sureña en Córdoba durante una convención de CELCE y conseguir pruebas. Esto llevó a que Cinco Días usara un titular de película de cine negro: "El caso del detective que espió al Águila Negra". Al final creo que el litigio lo ganó Alhambra. más datos en http://cincodias.elpais.com/cincodias/2002/07/15/empresas/1026740385_850215.html
ResponderEliminarMola! Es super curioso! Para la tercera entrega, de cabeza! Intentaré encontrar la resolución
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