Lúpulo: Cashmere

Siempre está bien que algún lector nos haga un repaso a nuestra sección de Lúpulos reseñados, ya que gracias a él hemos visto que no teníamos apuntado (ni en estudiados ni en pendientes) el lúpulo Cashmere, un híbrido que salió al mercado en 2013 de la mano de la Washington State University.

Lúpulo: Cashmere
Es un cruce de Cascade and Northern Brewer, con una cantidad de alfa ácidos entre el 7,7% y el 9,1%, por lo que puede servir tanto para dar amargor como para dar aromas. O sea lo que se conoce como un lúpulo de doble propósito.

Si se usa para dar aromas complejos y de múltiples capas (sobre todo frutales, desde frutas de hueso a melón o uva, con notas cítricas y tropicales e incluso herbales y especiadas) en todo tipo de cervezas, por lo general en combinación con otros lúpulos que potencien el perfil que buscas.

En caso de no tener Cashmere hay cerveceros que como sustituto recomiendan Cascade, pero quedarán lagunas debido a la complejidad de este. Nosotros lo hemos podido probar y reseñar en la Duvel Tripel Hop Cashmere, como su propio nombre indica. ¿Vosotros?

DouGall’s Frida Kahlo

Como viene siendo costumbre, en cuanto sale a la venta la cerveza que ganó nuestro Concurso Homebrewer (del que este año se ha convocado ya la 12ª edición) nosotros la reseñamos por aquí. Porque gracias al patrocinador del primer premio, todos podéis probar la receta ganadora. ¡Y merece la pena!

No vamos a insistir en cómo la elaboró el autor de la receta (Sergio Leal) en las instalaciones de Liérganes, porque ya nos lo contó él en este vídeo. Hoy vamos a centrarnos en lo que vais a encontrar cuando os sirváis esta Belgian Strong Dark Ale de 11,5% vol. de alcohol (se subió un poco en el escalado, se ve).

Y como su nombre indica, el uso de maltas oscuras le da un profundo color marrón rojizo, caoba (un poco como el de las botellas marrones de cerveza, aunque se denominen ámbar). Viene coronada por una espuma de color beige claro, de cantidad media y persistencia media-baja.

En aroma destacan las notas afrutadas (mucha fruta pasa y algo de plátano también) y a pan y a bollos, con punto de caramelo. Y en sabor es dulce, aportando algo más de bizcocho, y escondiendo mucho el alcohol, con lo que le deja un trago engañosamente fácil ya que no notas el calor que genera hasta que te baja por el esófago.

Así que por fácil que sea, bebe con muchísima moderación. Y puedes dejarla madurando tranquilamente, ya que cuando pudimos comparar con la versión homebrewer (casi año y medio más vieja) esta había potenciado el sabor de la melaza, dando un toque navideño genial (aparte de un cierto toque ajerezado por la oxidación que también le sentaba de muerte).

Por lo que, tanto si la abres ahora como si coges alguna para guardar (no te duermas en los laureles que volarán) podrás probar una cerveza que sin duda es antológica. ¡Y la más fuerte de las que hemos elaborado hasta el momento!

“Mi opinión en un Tweet:” Un gran homenaje, el que te vas a dar. Nota: Sobresaliente.