Desde Toledo, en Castilla la Mancha, nos llega la Domus Regia, de una de las micro-fábricas “artesanas” que más nos gustan de España. Y no sólo porque nos caigan bien, o porque patrocinen nuestro 2º Concurso Homebrewer, si no porque sus cervezas han alcanzado ya una calidad estable en sus lotes, que es algo que valoramos mucho en una cervecería.
Así, si te abres esta cerveza hoy, mañana, o dentro de unos meses, el producto siempre se va a parecer a una ale inglesa, de color tostada ambarina (tirando al rojizo y un poco turbia) y una generosa cabeza de espuma.
El olor es agradable y fresco, a lúpulo, e invita a beberla, pero el sabor es más maltoso y dulce, aunque queda compensado con un toque amargo y agradecido. El cuerpo, por buscarle el punto más débil, es ligero.
Eso sí, tiene sólo 4,3% ABV, algo que nos gusta, porque permite beber más sin caer redondo. Lo único que no le pega mucho es la sempiterna segunda fermentación en botella de las cervezas artesanales. Cuando la hagan con gas o en isobárico mejorará muchísimo.
“Mi opinión en un Tweet:” Para sentirte como en la casa de un rey, o lo que signifique el nombre. Nota: Bien.
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