Creemos haberlo contado, pero como es un estilo que se ve más últimamente vamos a repasarlo: las Kellerbier, literalmente “cerveza de sótano”, son cervezas de baja fermentación que están sin filtrar y han tenido un lagerung para madurar.
Esta es de color rubio ambarino, profundo, bastante turbia. La espuma es abundante y esponjosa, de color hueso, con buena persistencia. La presencia es muy buena, y similar a la que estamos acostumbrados en las cervezas de trigo (pero que no os engañe el formato de medio litro, esta es de cebada).
El aroma es a malta y levadura, con alguna nota de grano y especiada. No muy intenso. En boca es dulce y sabrosa, pese a ser también ligera. Lo que destaca es su buen equilibrio y su bebebilidad.
Además, casi todo lo que hemos probado de esta marca nos ha gustado, así que no iba a ser menos esta cerveza de 5% ABV. Ideal para acompañar comidas y beber sin pensar demasiado, pero disfrutando.
“Mi opinión en un Tweet:” Por esta cerveza, hasta los becarios saldrían de su “keller”. Nota: Bien.
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