Hoy os vamos a hablar de la hermana MUY mayor de la cerveza de De Struise, belgas, la Pannepot. Y es que si esa cerveza con especias, a medio camino entre una Quadrupel y una Imperial Stout está rica, la teoría nos dice que si además se envejece durante casi dos años en diferentes barricas (roble, bourbon, calvados, …) pues estará mejor, ¿no?
Pues es algo que es verdad a medias. Ya que hay añadas mejores y otras peores. Por ejemplo aquí vamos a comentar un poco sobre las dos últimas que hemos bebido, la que pone en su etiqueta 2010 y la de 2011 (embotelladas en 2015 y 2016, respectivamente). Y oye, hay en cosas en las que se parecen mucho: ambas son de color marrón oscuro, casi negro, con espuma beis no muy abundante ni persistente.
Pero mientras que a la de 2010 la madera no le ha sentado bien del todo y el olor es avinado, la de 2011 presenta una gran complejidad de matices maltosos y tostados, que hace a la nariz estremecerse de placer. Lo que no oculta ninguna de las dos es el alcohol al coger calor.
En boca también son muy diferentes. La 2011 es intensa, más amarga de lo que esperábamos (y más carbonatada también), pero con mucha malta detrás, y sabores licorosos, a frutas pasas y frutos secos. En cambio, la 2010 es más plana en comparación, y da la sensación de que la madera le ha quitado más de lo que le ha dado.
No son malas cervezas ninguna de las dos, pero tampoco son baratas. Y de estas dos cervezas de 10% ABV, sólo volveríamos a pagar por una de ellas. ¿Adivinas cuál? Lo que sí que tenemos claro es que mataríamos a algún familiar cercano por volver a poder probar la de 2008… ¡Eso sí que era una birra! (Cuando se nos sequen las lágrimas de recordarla, os la contaremos)
“Mi opinión en un Tweet:” Está sí, esta no, esta me gusta, me la tomo yo… Nota: Sobresaliente (con revisión)
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