Una cerveza realmente peculiar la que vamos a comentar hoy. Un cruce entre las cervezas clásicas de trigo belga (Blanche o Witbier) y las de fermentación espontánea de la zona cercana a Bruselas (Lambic).
El resultado es una cerveza de color arena, claro y limpio, con una bonita cabeza de espuma blanca. De baja persistencia pero dejando un bonito “encaje de Bruselas” (que es como se denomina el dibujo que deja la espuma pegado al vaso.
El aroma es muy fresco, con mucha presencia de la parte de levaduras salvajes y frutal. El sabor es acidulce, también con fruta, pero más notas cítricas (lleva cilantro y piel de naranja).
Su alta carbonatación y su bajo alcohol (4,5% ABV) hacen que el conjunto sea muy refrescante sin resultar agresivo, y por lo tanto ideal para los días de calor. Beber en vaso tipo Wit y acompañar de ensaladas ligeras.
“Mi opinión en un Tweet:” No muy ortodoxa, pero sí sabrosa. Nota: Notable.
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