Lo primero que nos llamó la atención de esta witbier de los Países Bajos es que aunque en su nombre ponía “lobo” salía un hámster dibujado. ¡Qué mono! Y es que ese hámster es un bicho autóctono de la región, el lobo del maíz.
El color de la cerveza es amarillo anaranjado, como de miel clara, pero turbia. La cabeza de espuma es blanca y de burbuja muy fina, tamaño medio-grande, con buena persistencia.
El aroma es muy propio del estilo: grano de cereal y especias (destacando la naranja y el cilantro). Pero en boca es más dulce y densa, un poco como las cervezas alemanas (lleva centeno y espelta, lo que le da más intensidad y un toque picante), pero especiada y cítrica.
Todo hace que sea una cerveza bastante interesante a la vez que para todos los públicos. Tiene sólo 5,0% ABV y lo que no se nota son las flores de saúco, que se supone que lleva. Pero entra bien gracias a su carbonatación media, por lo que no empalaga.
“Mi opinión en un Tweet:” Para beber a dos carrillos, cual hámster. Nota: Bien alto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario