Tras pasarnos toda la juventud estudiando que había 7 abadías trapenses que hiciesen cerveza, 6 en Bélgica y una en Holanda, y que una de ellas era casi imposible de conseguir… ¡va el siglo XXI y nos cambia todo! Ahora hay cervezas trapenses hasta en los EEUU, y hacen IPAs… ¡IPAs trapenses!
Así que claro, como grandes amantes de las cervezas trapenses, nosotros probamos todo lo que venga de la abadía de Saint Joseph, en el pueblecito de Spencer. Y nos encontramos con una cerveza de 7,2% ABV de color oro anaranjado, turbia. De espuma blanca, en cantidad media y apariencia compacta.
El aroma tiene buena presencia de lúpulo (Perle, Apollo y Cascade) que le da un toque afrutado, herbal y pináceo. La malta hace que huela a galleta y frutos secos. El sabor es amargo y persistente, pero sin ser cansino ni desequilibrado. Realmente es una cerveza que no busca ser muy extrema, sino más bien correcta.
Y lo cumple. Claro que el listón de abadías como Notre-Dame de Saint-Rémy, de Rochefort, está muy alto y esta cerveza queda un poco por debajo, pero siempre está bien que se rompan un poco las tradiciones cuando topemos con la Iglesia.
“Mi opinión en un Tweet:” ¿La orden Cisterciense puede considerarse una multinacional? ¿Esto es Craft? Nota: Bien alto.
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