Cuando publicamos la entrada sobre la visita de birroturismo a la fábrica de Griffin Brewery, en Chiswick, nos dimos cuenta de que no teníamos reseñada en El Jardín la cerveza cabecera de la marca Fuller’s, su orgullo y el de todo Londres. Por lo que hubo que rebuscar en las libretas de notas para encontrar su cata… ¡Y allí estaba, apuntada y jamás publicada desde hace 6 años! Como veis, bebemos mucho más de lo que publicamos…
¡Pero hoy lo vamos a solucionar! Por lo que la hemos vuelto a beber para tenerla fresca en la memoria y poder describirla mejor. El color es ámbar rojizo, profundo. Limpia, sin nada de turbidez y con poca burbuja por su baja carbonatación.
El aroma es muy carameloso y con un punto especiado (y algo de toffee). En boca tiene un equilibrio muy conseguido entre el dulzor y el amargor. Empieza siendo maltosa y cremosa, luego más amarga y acaba levemente seca, frutal y floral.
Su cuerpo y su textura son típicamente inglesas, lo que con su baja graduación (4,7% ABV) la hacen una cerveza ideal para beber en cantidad, acompañar comida (como pollo asado, por ejemplo), regar charlas, rugby o lo que haga falta. Pero ojo si eres vegano: en cask siguen usando isinglass (vejiga de pescado), así que mejor lata o botella.
“Mi opinión en un Tweet:” Para sentirse orgulloso de ser londinense (o de visitarlo como turista). Nota: Sobresaliente bajo.
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