Preparando los resultados del IV Concurso Homebrewer nos hemos dado cuenta de que, muchas de las cosas que penalizan las notas de algunas de las elaboraciones caseras presentadas se encuentran (demasiado habitualmente) también en las marcas profesionales, sobre todo cuando empiezan.
Y no hablamos ya del “poco ajustado a estilo”, que también lo hay, pero en el mercado, que no en un concurso, es más perdonable. Sino de consejos como “cuida la higiene y la carbonatación” o “usa lúpulo fresco para evitar aromas indeseados”.
Otro punto importante es “evitar las temperatura de fermentación altas” (salvo que quieras hacer saisones o algún estilo belga que de dolor de cabeza. Pero vamos, que habitualmente siempre son los mismos consejos los que más se repiten (desde la primera edición) y hay muchos cerveceros profesionales que deberían tomar nota.
Aunque, por suerte, eso parece estar cambiando en el panorama general (lo bueno también hay que decirlo) y cada vez se van profesionalizando en serio más marcas, aparcando el factor hobby y asumiendo el verdadero rol de un empresario. ¿No os parece?
Pues a los del factor hobby a partir de ahora voy a pagarles con dinero de monopoli. Cuando sea un consumidor más profesional pagaré con dinero de verdad.
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