Desde De Proefbrouwerij aunque con mucho espíritu de frontera entre Texas y México (de ahí el nombre de esta versión de su Texas Ranger, nos llega esta cerveza de Mikkeller. Ya sabéis que hacen centenares de cervezas, y que no todas son buenas. Pero esta creemos que merece la pena comentarla.
Empezando por destacar su inmenso listado de ingredientes, donde encontramos cosas tan variadas (y exóticas o étnicas) como maíz, harina de maíz, jarabe de horchata mexicana, frijoles negros, chocolate mexicano (parecido al nuestro de untar churros), hojas de aguacate, epazote (una planta aromática) y varios tipos de chiles (cascabel, de árbol, guajillo, mulato y pasilla). Aparte de cinco tipos de malta (incluyendo ahumada), lúpulo y demás cosas habituales.
El resultado es una cerveza negra muy opaca, con abundante espuma marrón rojiza, compacta y duradera; persistente en el tiempo. El olor es muy intenso, más potente de lo que promete (parece una Imperial Stout, no una Porter de 6,6% ABV) y con avisos del picante y especiado. Pero en conjunto muy agradable. El sabor no es tan intenso. Al revés, aquí da menos de lo esperado tras olerla. Y lo mismo pasa con el cuerpo y su fuerza.
Así que el resultado final es ligero, con mucha presencia de la malta y sus matices (café, chocolate, tostados) y un poco de las especias y el picante. Lo justo para no saturar. Dando un resultado tan interesante como una excursión para cruzar la frontera y disfrutar de los placeres prohibidos del otro lado.
“Mi opinión en un Tweet:” Como untar fajitas en chocolate, amigo. Sabe mejor de lo que suena. Nota: Sobresaliente alto.
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