Con un poco más de retraso de lo que nos habría gustado a todos os traemos por fin reseñada la cerveza ganadora de la edición anterior (la séptima, de 2018/19) del Concurso Homebrewer. La receta original es de Juan José Tur Lahiguera, y se llevó la Botella de Oro y el premio a Mejor Cerveza de Estilos Germanos. Con lo que fue la elegida para elaborarse en las instalaciones profesionales de Arriaca y así poderse poner a la venta por toda España.
Y hoy por fin os vamos a contar a qué sabe esta cerveza de 5% ABV de estilo Roggenbier. Pero antes queremos hablar un poco de este estilo alemán, ya que es muy poco habitual y casi ha desaparecido (y como no es ácido, no se ha recuperado dentro del mundillo craft). Las Roggenbier vendrían a ser, para que nos entendamos y de manera sencilla, como una Dunkel Weissbier, pero con centeno como malta principal, en vez (o además) de trigo.
Y eso es lo que encontraréis en la Cornezuelo… del Diablo. Una cerveza oscura, de color rojizo y turbia. Muy “Dunkel”. La espuma es media-escasa, pero de persistencia baja. Aquí, al compararla con la versión homebrewer ganadora del concurso, esta presenta mucha mejor durabilidad.
El aroma es leve, y recuerda a pan, a frutos secos y a tostado. El sabor tiende levemente al dulce, con notas de galleta y un deje metálico. Aunque es melosa, a la vez es equilibrada, ya que el lúpulo alemán en este caso no busca darle amargor, sino equilibrio a la malta.
También se le nota sabores a caramelo, pero menos que en la versión original, dando menos sensación de amargor. Pero se potencian las notas “ahumadas”, pese a no llevar nada ahumado, por el toque especiado y tostado del centeno. Y más en barril, por lo que hemos podido constatar.
Es una cerveza para beber no muy fría y en vaso de Weizen, que potencia la carbonatación, para disfrutar de su cuerpo sedoso. Si no, a baja temperatura, puede parecer más aguada. Y si ya quieres disfrutarla plenamente, marídala con un pretzel o unas tostas de paté de caza. ¡Verás que bien queda!
Como curiosidad, la etiqueta usada en la elaboración profesional difiere de la presentada porque fue diseñada tras el cierre del plazo de presentación al concurso por Sara, la hija de 8 años de Juanjo, y obviamente, si esa es la etiqueta de la cerveza, no podíamos dejarla sin la ilusión de verla “publicada”. ¡Que además es mejor que la del propio autor!
“Mi opinión en un Tweet:” Prefiero una Roggen a los efectos del cornezuelo. Nota: Sobresaliente bajo.
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