Bamberg es una ciudad mítica en el mundo cervecero porque es el último reducto de uno de los estilos más peculiares que podéis beber: las Rauchbier. Es por eso (junto con su arquitectura del centro histórico como de cuento y su catedral) que merece mucho visitar esta ciudad de la Alta Franconia, al norte de Baviera.
Pero claro, la guía turística que esperas de nosotros no es precisamente de monumentos o edificios históricos… ¡sino de bares y cervecerías! Y para eso, Bamberg da perfectamente para estar un par de noches y visitarla de manera rigurosa.
Por supuesto, no puede faltar la visita a Schlenkerla en su local del centro en la “Casa del León Azul” (Dominikanerstraße, 6). Un bar que por lo lleno que está… está muy de moda. Con muchos ambientes, varios salones, mucha gente bebiendo de pie en la calle (y pidiendo por las ventanillas o comprando en la tienda), un Biergärten muy tranquilo detrás... Y mucha cerveza ahumada, por supuesto. Por el día, es más tranquilo, y por la noche, más juerguista: la calle se transforma en parte del local y ocupa todo. Ah, y la comida está muy rica. ¡Imprescindible!
Bastante cerca está el restaurante Klosterbrau (Ob. Mühlbrücke, 1), con un ambiente más tradicional y tranquilo, comida en abundancia, cerveza propia (estos también tienen una ahumada propia, aunque no malteen sus propias maltas), tienda al lado... Buen servicio y muy amables los camareros.
Otros de los sitios recomendables son los Spezial, que son los otros cerveceros (junto con Schlenkerla) que mantienen sus hornos en activo para hacer maltas ahumadas propias. La cerveza la pude probar en diferentes bares (y tiene un ahumado más sutil en boca y menos a hogera, más dulce, que la de la marca más famosa), pero los locales de la marca me quedé sin visitarlos… El Spezial-Keller (Sternwartstraße, 8) no abre a mediodía, solo para las cenas. Y el Brauerei Spezial… más te vale hacer reserva porque estaba lleno.
Pero justo enfrente de este último está Brauerei Fässla (Ob. Königstraße, 19), que también tiene varios locales. Este es un edificio grande, con hotel. Tiene salón y un patio interior semicubierto… y ventanilla de pedir como en Schlenkerla. Los precios de las cervezas son baratos, pero no hacen nada ahumado. Eso sí, su pils es rica y melosa. No parece un local muy turístico, en principio, más para la gente del barrio.
Y por último, pude ir a beber algo a Mahr’s Bräu (Wunderburg, 10), una marca que ahora en España está bastante de moda, y que realmente hacen buenas cervezas. Tomamos algo en su Biergärten donde pudimos ver que si bien el interior era más clásico, este ambiente era más joven. Y que la cervecería tenía mayor variedad de estilos, con mucho consumo para llevar. Lamentablemente, está bastante lejos del centro y de los otros bares y restaurantes.
Pero como todo no va a ser beber, también puedes coger el coche y apuntarte a una de las visitas a la maltería Weyermann (Brennerstraße, 15), que es una de las más importantes del mundo, para conocer el proceso de malteado y la importancia de los diferentes tipos de maltas. Como de esto pretendemos hacer un vídeo más completo para nuestro canal de Youtube, no vamos a extendernos aquí.
Aunque también os vamos a recomendar visitar el Fränkisches Brauereimuseum (Michelsberg, 10B). Este museo franconio de la cerveza recoge una amplia colección de trastos viejos cerveceros, lamentablemente sin demasiado orden ni concierto y con la gran pega de que los carteles solo son en alemán. Pero puedes ver instrumentos, aparatos, y chismes de todas las partes del proceso, desde el malteado al embotellado, pasando por la elaboración, por supuesto.
En fin, que es una ciudad bonita… ¡y de precios razonables! Por los que os aconsejamos incluirla en vuestro próximo viaje por tierras germanas. Desde luego, sed no vais a pasar. Y hambre tampoco. Pero si sentís mayor curiosidad… ¡Atentos cuando saquemos los próximos vídeos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario