La cervecería que durante años fabricó bajo licencia la trapense St. Sixtus (hasta que en 1992 se creó el sello trapense que sólo se otorgaba si se fabricaba la cerveza entre los muros del monasterio) nos ofrece su cerveza más poderosa.
Se considera una Quadrupel (indicando con este nombre que pertenece a un estilo más fuerte que la Dubbel o Tripel) y se nota. Ha transformado el agua de lluvia ese de los tiempos de Juana la loca de Arco en una brebaje espeso y oscuro, marrón casi negro y espuma de color hueso. El aroma es afrutado con toques de caramelo.
En el paladar se nota el cuerpo de la cerveza. Es potente aunque su alta graduación alcohólica (10,5% ABV) no enturbia la dulzura de sus maltas tostadas, apenas acompañadas de un leve amargor al final.
Dentro de las cervezas de abadía, es una de las grandes. Y no sólo porque corresponda a la destinada al abad (Abt, frente a las modalidades “inferiores” Patter y Prior), sino por derecho propio al compararla con otras marcas de la competencia. Para tomarla se recomienda copa de cáliz, servirla a unos 10 o 12 ºC y acompañarla de guisos o estofados o, incluso, postres con chocolate.
que ricas son las St Bernardus, en el irlandes la tienen de barril en nuestra ciudad, y el viernes pudimos disfrutar de ella en una pinta gigante
ResponderEliminarEn Noveccento Sport Cafe direccion C\ Mota 4 tienen la St Bernardus 12 de barril asi como otras muchas en botellin y estan de lujo
ResponderEliminarEn ese bar empecé a tomar cervezas de importación yo hace años, cuando me piraba las clases en el pinarillo. He vuelto un par de veces, pero claro, si voy (en coche) no puedo beber. Asi que prefiero los del centro, que alguno tb tiene ese barril.
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