No sé si lo recordáis, pero cuando empezaron a llegar a España de manera general las cervezas de importación, a la gente le dio por creer que las Franziskaners se servían metiendo la botella entera en el vaso y dándolo la vuelta rápidamente. ¿Sabéis de que os hablo? Esto generaba muchas cervezas estropeadas, suelos manchados y vasos rotos.
Por suerte, esta moda ha pasado (o al menos yo ya no la veo) y ahora nos dejan a los profesionales servirlas: Remojando ligeramente el interior del vaso para enfriarlo y restar fricción a la superficie, inclinando el vaso y vertiendo el contenido poco a poco, y antes de vaciarlo del todo, remover el culo de la botella, para recoger la levadura acumulada al fondo de la misma. Veámoslo hacer a un monje franciscano en un anuncio de esa misma marca:
Y con esto, la batallita de hoy. Contadme vuestras experiencias si recordáis hechos parecidos.