Por ejemplo, la televisión. Y no tiene por qué ser el contenido (o sea, lo que nos llega por la TDT o la antena, aunque con los canales temáticos ha mejorado una barbaridad, yo no dejo de ver Top Gear a todas horas), sino como continente de series o películas, documentales o programas que nos gusten.
Y que mejor manera de juntar el binomio cerveza-televisión que con este mando a distancia con abridor incorporado. Así puedes cambiar de canal o bajar el volumen
Y si te acercas las cervezas al sofá con una neverita (o mejor aún, instalas una vitrina frigorífica al lado) ya no necesitarás levantarte en horas (o en lo que se llene tu vejiga, lo que ocurra antes).
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