10 Cervezas: Steve Huxley

Y para acabar con la sección de las 10 cervezas que daba respuesta a esta pregunta, contamos con uno de los grandes de la cerveza artesana en España. Es Steve Huxley: profesor, autor, barbudo risueño, razonablemente excéntrico, soñador. Puede ser pletórico en buena compañía y la presencia de buena cerveza. Sereno, tiende a ser monográfico, irreverente y proselitista. Fundó la Barcelona Brewing Company (1993, es miembro fundador de Humulus Lupulus (1997), escribió “La Cerveza… poesía líquida - un manual para cervesiáfilos” (publicado en 2006, Ediciones Trea, Gijón) y trabajó en la Cerveteca (2008- 2010). Actualmente es miembro fundador de Steve's Beer y elabora Steve's Best Bitter y da clases en la Steve's Beer Academy.Y esta es su completa, elaborada y explicada y extensa lista:

“Si consideramos que en la última Beer World Cup había casi 4.000 cervezas compitiendo en 95 categorías se ve que me lo habéis dejado muy difícil escoger solo diez. Me habéis dicho a mi criterio así que haré eso literalmente.

1. La cerveza ancestral se fermentaba espontáneamente así por respeto a nuestras antepasados la primera tiene que ser una lámbica. Durante mucho tiempo encontré este tipo de cerveza interesante pero difícil. La entendía pero no puedo decir que la buscaba en mi vida privada. Todo esto cambió durante mi estancia en La Cerveteca y tengo que agradecer a Guillem Laporta y Robert Merryman que me infectaron con sus conocimientos y entusiasmo. Una vez que cojas la idea las lámbicas resultan adictivas. Escogeré mi preferida que también es una introducción fácil para los no adeptos: Cantillón Lou Pepe Framboise.

2. La primera cerveza que la mayoría de la gente en España probó por primera vez probablemente ponía pilsen o pils en la etiqueta pero poco tendría que ver con una Pilsener o Pilsner auténtica. Me encantaría incluir una Pilsener de la República Checa pero las mejores se pasteurizan para la exportación y así no valen nada. He probado muchísimas Pilsners fantásticas producidas en Alemania y hay muchas más para probar. Siendo un estilo muy sencillo (en aroma y sabor, que no en su elaboración) y los alemanes tan expertos, sería tan difícil escoger una encima de las otras que voy a elegir una de EEUU, que marca todas las casillas de la BJCP: (http://www.bjcp.org/stylecenter.php), Brooklyn Pilsen y así me da la excusa a mencionar Garrett Oliver, que me dio la oportunidad de contribuir con dos entradas a The Oxford Companion to Beer. Además muestra que hoy en día se puede hacer interpretaciones fieles de cualquier estilo en cualquier parte del mundo.

3. Bavarian Weissbier no es mi estilo de cerveza preferido pero es imprescindible en una cervecería digna; es una cerveza que bebo a veces en verano cuando hace mucho calor y tengo mucha sed. Es un tipo de cerveza que realmente quita la sed. Esta es una sensación que afortunadamente siento poco (todos tenemos que morir pero en mi caso preferiría que no sea de sed o aburrimiento) porque bebo mucho té por la mañana y cerveza el resto del día. Realmente prefiero cervezas que te dan sed y ganas de repetir. De este tema más, más adelante. Creo que este estilo es idóneo para adiciones de fruta que combinan bien con los efectos de plátano y clavo – hice una en la BBCº con frambuesas – pero aquí solo voy a poner los estilos principales. Así escogeré una cerveza más que correcta que siempre se vendía mucho en mi época en La Cerveteca: Aktien Anno 25.

4. Personalmente me gustan más las cervezas con un perfil desequilibrado hacia el lúpulo así que realmente prefiero Dougall’s 942 a la que voy a sugerir aquí. Quimet de Quimet&Quimet, me culpa a mí porque la mayoría de las cervezas que salen de las micros tienen una tendencia a resaltar el lúpulo en detrimento a la malta. Dougall’s utilizan las maltas (hechas tradicionalmente) de Warminster y el maltero Chris Garratt de allí me dijo un día que cuando visitó Portland, Oregon, y probó las cervezas rompió a llorar porque no detectaba la malta. Así he elegido Tres Mares, una Brown Ale medio-altlántica donde estos dos amantes de la buena malta, y muchos más encontrarán lo que buscan.

5. En ninguna cervecería decente podría faltar una cerveza negra buena. Personalmente las cervezas negras las prefiero beber (no hablo de catar o maridar con comida – esto es otra cosa) al lado de una chimenea en los meses que contiene una R. Hace muchos años estaba en Toronado en San Francisco y me hicieron un propósito que no podía rechazar: hacer una cata a ciegas (gratis, obviamente) de unas 20 diferentes de cervezas negras, hacer unos apuntes y ponerlas en orden de preferencia. El ganador resultó ser Anderson Valley Barney Flats Oatmeal Stout. Curiosamente había decidido dedicar casi todo mi tiempo a disfrutar de su hermana Boont Amber. Pues ya vamos por la mitad de este ejercicio.

6. No tener una cerveza belga en un bar de cervezas sería un insulto muy grave a un país tan importante en el mundo de la cerveza. Desafortunadamente tengo problemas (que explico en mi libro) con muchos estilos de allí porque muchos requieren adiciones de sucrosa, aunque tengo que admitir que esto se hace por razones de tradición y gusto – Bernard, de Brasserie la Senne, defendió bien la práctica de añadir azúcar candi a la caldera en una discusión que tuvimos cuando dijo que iba a hacer una Tripel, argumentando que cualquier cervecero de allí tenía la obligación de hacer una un día. Un estilo de allí, con muchas de los efectos característicos pero que, hasta ahora nunca me ha dado la resaca que temo y llevo mucho tiempo evitando, es el Saison. No tengo ninguna duda en incluir Saison Dupont (hay varias versiones) aquí.

7. Alastair Hook, fundador y Brewmaster de Meantime es un cervecero pionero: iconoclasta y tradicionalista a la vez. Hice mis primeros pasos de cervecero profesional bajo su tutela. No se encuentran sus cervezas en el GBBF porque ha tocado los partes sensibles de la parte reaccionaria de CAMRA pero era el primer británico en ganar premios en la Beer World Cup. Antes de diseñar su London Porter y su India Pale Ale es obvio que consultó documentación de la época de sus orígenes. Ya tenemos una negra así que optaré por su IPA inglesísima.

8. Seguramente en las listas de otros aparecerán interpretaciones de IPA del Nuevo Mundo donde se notan muchísimo la presencia de los lúpulos y el etanol. A ver cuántos incluyen Russian River Pliny the Elder o Pliny the Younger, generalmente aceptados por cognoscenti cervesiae como dos de las mejores cervezas hechas nunca. Personalmente me encantan las cervezas con cantidades enormes de lúpulos asertivos y sería tonto si no notara y disfrutara sus efectos. Mi problema es que, a veces no llega a nosotros fresca y en condiciones óptimas – las cervezas ultra-lupulizadas tienen una tendencia a exhibir los efectos de la oxidación en poco tiempo si ha sufrido variaciones de temperatura. Además una pinta de este tipo de cerveza me llena la boca y no siento la necesidad ni las ganas de beber mucho más. Dos fanáticos de la cerveza en general y el lúpulo en particular son Bernat, de Bernatbeer y Sami de Humala. Ya que viven aquí y no fabrican todavía en cantidades grandes hay posibilidades de beber sus cervezas en condiciones inmejorables. Ya que la de Bernat es difícil encontrar incluiré la de Sami aquí.

9. Los que me conocen saben que soy de trago largo. En los primeros años de los ’60 en Liverpool, aparte de la ubicua y magnífica Draught Bass (una Best Bitter) el estilo de cerveza más popular era Ordinary Bitter. Este tipo de cerveza era interpretada de muchas maneras según la fábrica e influida por el gusto de la región. Mi preferida era Tetley’s Bitter de Leeds. Era única y inimitable – se fermentaba en Yorkshire Squares hechas de pizarra – y gracias a su cuerpo aguado, su amargor poco común por su tiempo y una sensación de cremosidad gracias a su espuma extraordinaria se bebía como si no existiese el día siguiente. En su época era la cerveza en cask más vendida en el mundo. No me sorprende – tenía solo 3,7% ABV y entraba sola. Todavía estoy de luto porque la fábrica inaugurada en 1882, y adquirida por Carlsberg en 1998, fue cerrada el año pasado. Actos como esto por multinacionales con mucho poder económico y sin alma cervecero tendrían, en mi opinión, que ser juzgados por crímenes contra la humanidad. Hay, sin embargo, muchos micros tomando el relevo. En febrero Steve’s Beer Team y Little Alex venimos al Liverpool porque entre los las 250 cervezas en cask estaba la nuestra. La cerveza, aparte de la nuestra, que más nos convenció era una Ordinary Bitter: Marble Manchester Bitter. También hay en botella pues a ver si alguien lo trae aquí.

10. Dado que los mejores locales cerveceros de Barcelona – Gabriel, con la cervecería digna más antigua de Barcelona, el Vaso de Oro y la fábrica más nueva, Fort le ha dado un sitio especial en su bar y su casa – la sirven creo que puedo justificarme en incluir nuestra cerveza en esta lista. Si alguien quiere disfrutarla en su estado óptimo en este momento sugiero que visitara el Liverpool Beer Festival, en febrero en cask. Espero el día en que superemos los problemas logísticos para servirla así en España. Si alguien quiere saber porque la hice así lo explico en http://www.stevebeer.com/our_beer/. Nunca entenderé como una botella de Steve’s Best Bitter llegó a Tel Aviv y menos aún como había llegado oxidada (véanse el enlace de Rate Beer más abajo), – probé una recientemente que había sido embotellada en la primavera de 2011 y no encontré señales de esto. Espero que los demás tenéis más suerte que este pobre señor que no ha podido apreciar los atributos de nuestra cerveza Steve’s Best Bitter.”

Y con esto despedimos esta sección que tanto nos ha gustado. Tenemos en mente otras que, esperemos, tengan tan buena acogida y den lugar a tan grandes debates. Próximamente, por aquí.