Elaborada por la casa Brouwerij Kerkom (conocidos sobre todo por la ‘Bloesem Bink’), esta cerveza de navidad se llama (traducido) “El Rey del Invierno”, como si fuese un Stark de Invernalia más allá del muro.
La cerveza en sí es, en ojo, negra rojiza, casi opaca, con una cabeza de espuma beis, cremosa, pero que dura poco y enseguida se reduce. En nariz, el aroma es a levadura y especias, con notas picantes y alcohólicas.
En boca, el sabor es dulce y especiado (lleva siete tipos de malta, por lo que pone, incluyendo copos de avena y dos de lúpulos belgas), persistente, muy rico y un poco picante. Y, todavía en boca, el tacto denso es muy agradable, y el alcohol solo se nota por un leve calor en las tripas.
Y es que tiene 8,3% ABV, pero calienta, como debe hacer una cerveza de invierno 100% belga. Y si esta está así de rica, yo quiero probar su “hermana mayor” Grand Cru, que llega a los 13 grados y tiene pinta de estar de muerte.
“Mi opinión en un Tweet:” El chochín de la etiqueta trae el invierno a tu copa. Nota: Sobresaliente.
Qué buena pinta ahora en estos tiempos fresquitos que corren
ResponderEliminar