Un grupo de investigadores de la Universidad de Londres han estado trabajando en colaboración con la cervecería Fuler’s para desarrollar un nuevo tipo de maltas de cebada que, en función de la fermentación, adapten sus características organolépticas.
El objetivo que tienen es alcanzar un malteado que, en función de si la fermentación es alta o templada, modifique el color y la transformación que tiene el grano ya germinado, pudiendo pasar esta malta de clara a tostada en este proceso.
A la vez, están trabajando en un proyecto conjunto con la Universidad de León para cultivar un híbrido de lúpulo que dé a la cerveza notas tostadas, para poder hacer cervezas con “Doble Lúpulo” pero un con perfil maltoso, libre de sus amargores y aromas habituales.
Todo esto, por el encargo de las principales marcas cerveceras, con el objetivo de no dejar mal a los publicistas, críticos, distribuidores, y demás sectores cerveceros que afirman con rotundidad dichas propiedades. Más información sobre el estudio, aquí.
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