De esta marca austriaca tan reconocible por sus etiquetas con monstruitos dibujados (en este caso un calamar marinero y fumador) solemos probar todas las cervezas que pasan por nuestras manos (en este caso, una Porter Ahumada). ¡Fíjate, si el dibujo va a juego y tú sin darte cuenta!
De color negro (aunque con brillos rojos como corresponde a una Porter) y coronada por una cabeza de espuma beis, cremosa. El aroma es ahumado (madera) y maltoso (café, sobre todo, aunque también algo de chocolate).
El sabor es equilibrado, más dulce que amarga pero sensiblemente ahumada, claro. Todo muy equilibrado. El humo, con las maltas tostadas y el caramelo. Hacen que (salvo que no te guste el ahumado, claro) sea una cerveza placentera para beber.
Tiene 6,3% ABV, lo cual es un poco más que las Porters inglesas típicas, pero está bien porque así aguanta mejor las intensidades de los sabores. Y hace que te apetezca beberla más despacito y con más temperatura, con lo que vas a disfrutarla más.
“Mi opinión en un Tweet:” Si tuviese 8 tentáculos agarraría 8 birras como esta. Nota: Sobresaliente alto.
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