Monk's Café Grand Cru

De la prolífica fábrica belga de Brouwerij Van Steenberge (que ya tiene unas cuantas cervezas reseñadas y catadas aquí en El Jardín, siendo la más famosa quizá la Gulden Draak) hoy os traemos una de las menos generalistas. ¿Por qué? Porque es ácida, y eso los paladares no acostumbrados lo identifican con “esta mala”.

Monk's Café Grand Cru
Se auto-identifica como “Flemish Sour Ale”, sin más datos. Pero en su contra-etiqueta cuenta (a ver si nos hemos aclarado, que no se entiende muy bien) que es una mezcla (blend) de cervezas Triple jóvenes y envejecidas hasta tres años en madera, y que justo antes de embotellar se mezcla con una “lager de alta fermentación” [sic] para alcanzar unos accesibles 5,5% vol.

En el color, de Triple no tiene nada. Será que la Lager es oscura, porque es de un granate oscuro, que sin una fuerte iluminación casi parece negro. La espuma de color hueso es compacta y abundante.

En nariz se notas olores frutales (como uva, cereza o grosella) junto con los producidos por el envejecimiento que nos recuerdan a vino y madera. En boca es predominantemente dulce, mucho caramelo, con un punto ácido también que le añade complejidad. Y sigue siendo muy frutal, cuesta creer que no tiene ninguna fruta añadida.

Como Roja de Flandes o como Oud Bruin (los estilos a los que más podría aproximarse) es una gran opción para introducir las cervezas ácidas sin que se nos arrugue la cara o los paladares. Y para pasar un rato buscando matices y sus orígenes.

“Mi opinión en un Tweet:” ¿Este es el café de los monjes? Nota: Notable alto.

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