Para poder fermentar la cerveza a partir del grano de cebada, es necesario maltearla, conseguir lo que en las etiquetas aparece como “malta de cebada”. Pero, ¿qué es eso?
Pues bien, lo que fermentan son los azucares, y para liberarlos en el grano, este debe ser puesto a germinar, y cuando ha empezado ya y los enzimas están transformando el almidón en azucares, se detiene el proceso secándolos con aire caliente y horneándolas.
Si se va a utilizar para hacer cervezas oscuras o especiales, se tuesta a mayor temperatura, o se maceran, o se cuecen y se caramelizan. Todo esto despierta en el grano nuevas texturas y sabores, que influirán en el resultado. Los diferentes estilos de maltas se utilizan en diferentes proporciones para conseguir cada estilo de cerveza.
Con otros cereales como el trigo (típico de las cervezas alemanas) o el maíz y el arroz (utilizados para abaratar y acelerar el proceso de fabricación) sus granos no necesitan ser malteados para fermentar, pero pueden serlo si se desea, para explorar nuevos matices.
Ay de los matices, sabores y colores!!!!!que abanico del que disfrutar!!
ResponderEliminarSaludos maquinas!!!!
¡Viva la malta!
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