La cervecería-monasterio más antigua del mundo nos ofrece una cerveza bautizada con su año de creación. Desde sus puertas, casi un milenio nos observa. Esta cerveza en concreto es del estilo Märzen, caracterizado por un cuerpo fuerte, alto contenido en malta y acabado seco. Ah, y ganó la medalla de plata de la WBC en 2008.
Su color amarillo dorado la caracteriza como una cerveza clara, de las llamadas Helles en Alemania. La espuma es ligera y hace copete en la copa cuando es bien servida.
El olor y el sabor son similares, con notas dulces a miel y a maltas, equilibradas y refrescadas por el tono amargo del lúpulo y su persistencia en el paladar.
Se recomienda servir en jarra o vaso ancho, aunque el vaso de trigo alemán también nos serviría. Bien fresca, eso sí. Y beber en abundancia aprovechando que su contenido alcohólico es bajo (5,5% ABV). Para acompañarla, como no, lo ideal es la comida típica alemana.
Espera, espera, espera, pero si la cervecería más antigua es la de Weihenstephan. Si es lo único que he aprendido tras todos estos años de tomar cervezas D:
ResponderEliminarLa cervecera de monasterio más antigua, no la cervecera más antigua de Alemania. Afinemos la comprensión lectora.
EliminarVeamos... Weihenstephan es la cervecería que más años lleva haciendo cerveza (desde 1040, diez años antes que este monasterio) PERO este es el monasterio más viejo (fundado sobre el año 620, frente al 720 de la otra) que hace cerveza. Obviamente entre ellos estan muy picados por esto, y a cada uno le gusta fardar de lo que puede desde su rincon de Bavaria.
ResponderEliminarEsta buenísima
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