Esta es la cerveza de navidad más peculiar (y por tanto, más recomendable para beer-hunters) que hemos tomado este año. Es un estilo especial, de fermentación mixta (espontánea) madurado con cerezas y especiado, y pensado para beber caliente.
Si, como lo leen. CALIENTE. Recomiendan servirla a 70 ºC. Y no, no es una errata. Se parece al Glühwein o al Mulled Wine. Y por lo tanto, sirve para entrar en calor mejor que muchas otras cervezas navideñas. Así que para probarla, la echamos en la cazuela como se hace con esos vinos, y a calentarla despacito, a fuego lento, sin dejar que llegue a hervir. La próxima vez, probaremos al baño maría.
Rápidamente se extiende un olor delicioso, a clavo, canela y especias, que a mí me recuerda a cuando mi padre hacía peras al vino. Una vez que está caliente las servimos en tazas o jarras y su color es rojizo, turbio, con espuma beis compacta. El sabor es dulce, afrutado y especiado. Cuando está caliente, apenas se nota ácida (aunque a bajas temperaturas, sí).
La única pega, es que sólo tiene 6% ABV. Un poco más de alcohol le vendría de perlas para ser aún más calorífica. Y lo que no puedes dejar pasar es la oportunidad de, por una vez, decir la broma de “Venga, bébete ya la cerveza, que se te está quedando fría”.
“Mi opinión en un Tweet:” Cerveza especiada caliente. Todo un invento ahora que se acerca el invierno. Nota: Sobresaliente.
Para este año se me ha pasado, pero es compra segura para las próximas Navidades.
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