Esta cerveza de nombre difícil de esta marca holandesa de nombre impronunciable aparece etiquetada en su frontal con la palabra Quattro, pero que no te engañe esto cuando la vayas a comprar (como nos pasó a nosotros). No es una Quadrupel, no.
En su cáliz (pese a servirla pensando que sería una Quad, es una copa aceptable) es rubia, algo turbia, con poso en suspensión, y una escasa cabeza de espuma blanca.
El aroma resulta aspero, principalmente por el lúpulo, y en boca el sabor es amargo, fuerte y alcohólico. Lo más interesante son unas agradables notas frutales, a uvas. En conjunto es una buena cerveza, pero no lo que nos esperábamos por la etiqueta.
Y es por eso lo importante de los estilos y su definición. Según sus características (cerveza rubia de 9,5% ABV, perfil belga, seco y amargo) es una buena Tripel. ¿Por qué pone Quattro en la botella? ¿Querrían hacer un Audi con tracción total?
“Mi opinión en un Tweet:” El triple de decepción, un cuarto de las expectativas. Nota: Suficiente.
Cucha tú por donde que hoy precisamente reflexionaba yo sobre eso, si el no cumplir las expectativas creadas por la etiqueta transformaba una buena cerveza en mala...
ResponderEliminarEn mala-mala, no tiene por que, pero transforma tu opinión en una decepción, que bueno no es.
EliminarEn este caso concreto, yo no soy muy fan de las triples (por lo seco) pero si de las Quadruples (por lo dulce) por lo que de lo esperado a la realidad va cuesta abajo.
Pero también podría darse al reves. Vamos, que la opinión es algo muy subjetivo y depende de muchos factores. Claro que si presentan esta a un concurso serio bajo el apelativo "Quattro", estoy seguro que suspendería.