Hoy vamos a hablar de una de las cervezas de trigo alemanas más peculiares. El estilo Berliner Weisse es típico (como su nombre indica) de Berlín, y se caracteriza por tener en su fermentación lactobacillus que la “contaminan” y dan su toque agrio característico.
En su copa tipo cáliz, esta cerveza tiene un color arenoso claro y turbio, como una Witbier belga. Su espuma es densa y blanca, en un principio abundante, pero que desaparece rápidamente.
El aroma es de intensidad leve con toques lácticos y notas de levadura. Y su sabor es muy ácido y muy cítrico, recordando a un zumo de limón. No es apta para todos los públicos, por lo que usualmente se bebe mezclándose con siropes de sabores; habitualmente de aspérula (el de color verde) o de frambuesa (el rojo), pero que hasta venden en cápsulas como de nespresso en una amplia variedad.
Una cerveza de tan solo 3% ABV ideal para refrescar una tarde de verano acompañando un plato de queso o comidas con mucha grasa, con las que resulta ideal para limpiar el paladar. Como anécdota, nuestro Barón la pidió en un bar de Stuttgart el verano pasado, y el camarero era incapaz de comprender que alguien pudiese querer beberla SIN sirope (pese a que insistimos en que queríamos saber a qué sabia la cerveza, no el sirope, claro).
“Mi opinión en un Tweet:” Tenía que haberla pedido con sirope (No, venga, no estaba mal). Nota: Bien
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