Esta marca de la zona centro de Inglaterra suele hacer siempre cervezas que merecen la pena. Así que cuando vimos una botella suya de una Russian Imperial Stout, además toda roja y negra, no lo dudamos ni un segundo.
E hicimos bien, ya que es resultado no decepciona: es una cerveza negra, densa y bien opaca, con una cabeza de espuma marrón claro compacta. Buena presencia que se ve reforzada por el intenso aroma a maltas oscuras, chocolate y café.
Es amarga y con notas de pan tostado, frutos secos y mucho café y chocolate. Pero eso se nota sobre todo tras un primer sorbo afrutado (frutas pasas sobre todo) y cremoso. Tiene muchísimo cuerpo y sedosidad en boca.
Eso sí, ojo que emborracha lo suyo. Y es que esta birra tiene 9,5% ABV, nada despreciable y que se sube rápidamente a la cabeza. Por ello recomendamos beberla con moderación y acompañando algo de comer: lo fácil, los postres, claro.
“Mi opinión en un Tweet:” Los zares sabían lo que se bebían, sin duda. Nota: Sobresaliente bajo.
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