Muchas de las cerveceras que hacen cervezas negras de origen o inspiración irlandesa, para poderlas vender en la categoría que ellos buscan no les queda más remedio que copiar a la popular e ineludible Guinness. Y es el caso de esta cerveza, que en su versión en lata viene con el gadget para crear espuma de nitrógeno.
Y es que realmente ese servicio llama la atención y crea una espuma compacta, duradera y persistente que es la envidia de otras muchas cervezas. Por otra parte, aunque la cremosidad que da en el paladar es buena, lo poco volátil de sus burbujas hace que también sea más parca en aromas y por tanto en sabores percibidos.
Pero cuando la sirves y queda como su famosa competidora, con una franja clara de espuma, limpia y compacta, separada con regla de la cerveza negra, es verdad que vale lo que cuesta el cacharrito ese que vienen en el fondo de la lata.
Aunque los aromas son leves, a café, pan y malta. Y el sabor es también suave (aunque rico, siempre hemos pensado que esta marca está minusvalorada para las buenas cervezas que hacen, por ser una que se encuentra fácilmente y que además tiene participación de Estrella Galicia).
Con poco alcohol, solamente 4,3% sobre volumen, es una buena opción como cerveza de sesión, de las de poder beber unas cuantas pintas si tienes sed y tiempo (y te gustan las Stout irlandesas como a nosotros). Así que apunta y prueba si no lo has hecho.
“Mi opinión en un Tweet:” Bésala, es irlandesa. Nota: Notable.
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