Las cervezas de invierno alemanas no siguen habitualmente la tradición típica de las belgas (o inglesas) de hacerlas más oscuras o especiadas. Se conforman con hacerlas más alcohólicas que las normales. Y esta es un buen ejemplo de ello.
Una bock rubia de 6,8% que visualmente se asemeja a otros varios cientos de lagers. Color oro, espuma blanca, compacta y abundante. El olor es leve y maltoso, con alguna nota herbal.
En boca es fuerte. Se nota un equilibrio adecuado entre el dulce de las maltas (lleva un 30% más que su versión normal) y el amargor de los lúpulos. El cuerpo de la cerveza es fuerte, lo cual es uno de sus puntos a favor.
Pero es de los pocos, porque en sí, esta birra, aporta poco y no da sensación de adecuada para los meses más fríos del año. Aun así, si quieres beberla, sírvela en vaso largo y acompáñala de quesos curados o azules.
“Mi opinión en un Tweet:” Para esto, me pido una Voll-Damm. Nota: Insuficiente.
No se puede generalizar con las cervezas alemanas , hay una gran variedad de estilos de invierno como las bock, doppelbock, weizenbock, eisbock, etc...
ResponderEliminarEn cuanto a marcas tenemos la sneider-weisse, que llega a España y tiene unas muy buenas cervezas.
Pues eso, el apellido Bock (que no es sinónimo de invierno, sino de "fuerte" o, más literalmente, "cabrona") implica más alcohol (bueno, más densidad, pero al final el resultado es más alcohol). Mientras que en bélgica, por lo general, navidad es sinónimo de alcohol, oscuro y especias.
EliminarY si, conocemos Schneider-weisse. Muy ricas.