Con esta cerveza damos por finalizada la temporada de cervezas de navidad en el blog. Aún nos quedan algunas por beber y/o comentar, pero las reservamos para el año que viene, que llevamos mes y medio centrados en esta categoría festivo-invernal y se nos está haciendo “infernal”.
Y la que elegimos (porque se nos acumulaba en una de las libretas) es esta cerveza belga, ni tan oscura ni tan alcohólica como otras navideñas de este país. Es de color arena oscuro, ambarina, con tintes naranjas, con espuma abundante y crepitante.
En nariz es especiada, afrutada y, en definitiva, muy belga (malta y levadura predominantemente). En cambio en boca es dulce pero con un amargor considerable como contrapunto, que no deja un final seco, si no dulce de nuevo; y, durante todo el trayecto, especiada.
Una cerveza de 7% ABV, refermentada en botella, sin filtrar ni pasteurizar, pero que pese a no estar mal, tampoco acaba de ser lo que esperas para el estilo navideño. Al menos, no para nosotros.
“Mi opinión en un Tweet:” Vaya por dios, Val-Dieu, apruebas justito por ser navidad. Nota: Suficiente.
Penita¡¡ :(
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