El otro día estuvimos en la feria Madrid Fusión, que bajo el subtítulo “Comer en la ciudad, la inspiración está en la calle” pretende dar a conocer la gastronomía de diversos lugares y marcas.
La parte que a nosotros nos interesaba era la cerveza, pero hay que reconocer que, para la cantidad de stands que había, la oferta era escasa. Y es que uno de los patrocinadores principales del evento era Mahou/San Miguel, así que su stand presidía una de las alas del pabellón. Allí se podían encontrar Mahous, San Migueles, Alhambras, Warsteiner o Calsberg. Todo bien fresquito y servido por chicas guapas. Pero, ¿Y en el resto? Pues servir no podían, pero si paseabas un poco podías encontrar varias cervezas por allí repartidas.
Por ejemplo, en el Stand de la Comunidad de Madrid tenían expuestas botellas de La Virgen y de La Cibeles. En el de la Diputación de Burgos, la cerveza Mica. Y luego, en algunos de los stands japoneses (que había varios) cervezas como las Hitachino, Echigo Koshihikari
o Ginga Kogen. Y sake, claro, que bajo un punto de vista muy amplio, casi es cerveza.
Y luego, claro, jamón y pan a punta pala. Y queso y embutido. A base de picotear por ahí comimos. Y de postre, las “patatas fritas” de Flandes, que resultaban estar hechas de chocolate. Vamos, que estuvo bien, pero pasamos sed.
PD. Como vallisoletanos, decir que el stand de nuestra ciudad daba pena. Solo con folletos. Ni un solo porducto que ver o probar. Y una "azafata" que se pasaba el rato sentada mirando el movil. Doloroso pensar que eso lo hemos pagado los que vivimos aquí para promocionar... ni idea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario