Como tenemos a la Becaria currando a saco en los pasos previos a la convocatoria del IV Concurso Homebrewer y hay que darle latigazos cada media hora para que rinda, me habéis pillado aburrido y con la otra mano libre (sujeto un látigo, malpensados) para dar respuesta inmediata a #LaRonda que acaba de convocar Humulus Lupulus.
Y el tema es la relación entre macrocerveceras y microcerveceras. ¿Son enemigos íntimos o amigos de conveniencia? Obviamente es un tema complejo, ya que como ocurrió entre Blogueros y Productores, se pueden dar muchas sinergias muy diferentes.
Pero, en principio, ambas tienen en común que son empresas (las dos, no lo olvidemos) que pretenden ganar dinero mediante la elaboración de un producto no esencial (al menos en sí para la vida, pero nosotros nos moriríamos sin ella) como es la cerveza.
Por tanto, ambas empresas van a buscar aumentar sus beneficios, su área de expansión, su margen de mercado y su competitividad. Usando alianzas, compras, asociaciones o campañas más o menos agresivas.
¿Es malo que una grande participe o compre a una pequeña? En principio no tiene por qué. Esa inyección de capital puede ayudar a mejorar la producción, estabilizar los lotes o alcanzar mayor público. O incluso reducir los costes y el precio final.
Claro que no hay que olvidar que (en principio, aunque la realidad a veces nos dé con el fregadero en toda la cara) la cerveza artesana es un producto de calidad. Que aunque cueste más, su calidad está por encima de su precio (en principio, aunque la realidad a veces nos dé con la cartera en toda la cara). Así que no han de rebajar su calidad tras estas compras o fusiones, si siguen querer teniendo el apoyo del consumidor.
Pero está claro que es un mercado en expansión. Y mirando en la bola de cristal del futuro en el espejo del presente de otros países (EEUU idealmente o Italia, más cerca), no resultaría sorprendente que este sector cervecero llegase a copar entre un 10 y un 15% de las ventas de cerveza.
Obviamente, las grandes marcas de cerveza quieren entrar en ese trozo de pastel, mucho más fácil de crecer que el mercado ya dominado por las multinacionales. Y, ¿sabéis qué?, si hacen un producto DE CALIDAD y a precio competitivo, nos parece bien.
Esperamos que por un lado las Macrocerveceras se den cuenta de que es un mercado nuevo y exigente, donde el producto “Premium” y “Gastro” y otros epítetos sin significado real no tienen hueco, y apuesten por hacer realmente buena cerveza, sin trampa ni cartón.
Y por otro, esperamos que las Microcerveceras se den cuenta de que hacer cerveza ya no es su afición ni un hobby, es un trabajo serio y en un mercado competitivo. Y no hay nada malo en crecer y profesionalizarse para hacer un producto serio y estable por el que pedir el dinero del consumidor.
Y dicho esto, queremos que quede claro que nos encanta la cercanía de las Microcerveceras, y saber y conocer quién está detrás de la cerveza que bebemos. Pero siempre y cuando esté buena y sea asequible. Porque no sabemos quien hace la Weihenstephaner, pero coño que rica está y la de ella que bebemos.
Buena reflexión. Coincido en mucho de lo aportado.
ResponderEliminarSaludos!
¡Gracias! La verdad es que nos parece que hay q afrontarlo juiciosamente y sin pasiones. La cerveza es un negocio. Todas han de ser comerciales. Al menos, para alguien. No hay que tomárselo como algo personal. No es una lucha, nosotros contra ellos, sean cada uno quienes sean. ¡Paz, amor y buena birra, es lo que hace falta!
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