Viajamos hasta Noruega para probar una Norwegian Brown Ale, o sea, una cerveza tipo ale marrón, moderna, hecha en un país nórdico. Así se entiende mejor, ¿no? Y bueno, realmente no viajamos. Ha venido la cerveza aquí.
Y ya que ha venido, no la vamos a hacer un feo y nos la bebemos. Al servirla, el color se revela como marrón rojizo oscuro, muy profundo. La espuma es tirando a escasa, y con poca persistencia y retención.
El aroma es maltoso, con muchas notas tostadas y caramelosas. En boca entra dulce, se equilibra con el amargor y acaba llena de matices de frutos secos, pan tostado y caramelo. Resulta sabrosa y plena, al tener un cuerpo aceptablemente curioso.
Sobre todo teniendo en cuenta que esta cerveza sólo tiene 4,7% ABV, lo cual la hace muy “sesionable”. O sean que te puedes beber unas cuantas el tirón sin acabar muy mal. Y eso es bueno.
“Mi opinión en un Tweet:” Betty Brown es ideal para maridar oyendo Black Betty, de Ram Jam. Nota: Bien bajo.
Pues qué chasco, Lervig suele petarlo. Saludos
ResponderEliminar¿Chasco por? ¡Es una cerveza bien digna!
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