No sabemos qué les pasa a los creativos de las compañías de cerveza o a sus agencias de publicidad, pero los anuncios de televisión de cerveza cada vez tienen menos canciones molonas. Cuesta encontrar bandas sonoras épicas, se ve, y por eso recurren a la música clásica.
En esta ocasión (y el milagro obrado es que lo lleguemos a considerar cerveza, incluso) la partitura usada (y modificada) se basa en el coro final, con trompetas y timbales, de la segunda parte de El Mesías, de Georg Friedrich Händel, conocida habitualmente como el Aleluya.
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