Queridos jardineros amantes de los derivados del cereal: continuando con el grupo de las maltas de cebada tostadas, hoy os hablaremos de una malta con mucha historia, la malta Brown. Actualmente, la malta Brown es similar a la malta Ámbar, la diferencia está en que la malta Brown se tuesta durante más tiempo, lo que le permite desarrollar más color y sabor. En cuanto al color, se encuentra en un rango de 40-150 SRM.
Respecto a las notas que aporta a la cerveza, encontramos aromas a panadería, toffee y nuez. Es una malta que añade profundidad y complejidad a las cervezas oscuras, pero que usada en exceso da un final seco y duro a la cerveza, resecando la boca del que se la bebe.
Os anticipábamos que esta malta tiene historia, y es que antes de que se desarrollaran los tostadores de tambor en el siglo XIX, ya existía una primitiva malta Brown, que se conocía como malta Blown o malta Snap. Esta malta se elaboraba con un calor intenso que se conseguía mediante la adición de paquetes de madera al fuego. La malta que obtenían tenía notas de caramelo y con ella se elaboraban la mayoría de cervezas inglesas.
Una malta muy usada en prácticamente todas las cervezas oscuras y que, en su justa medida, nos puede aportar complejidad a nuestra elaboración. Como siempre os decimos, experimentad, pero tener cuidado con las cantidades a ver si luego os van a hacer falta 5 litros de agua para pasarla.
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