Si no recordamos mal, esta fue la primera cerveza que La Zaragozana sacó dentro de la serie de ediciones limitadas más “especiales”, bajo el nombre de gama de Ambiciosas. Además, en aquel momento estaban presentadas en unas botellas muy llamativas de 50 centilitros, con tapón mecánico.
Y de todas, parece que la única que ha conseguido una larga continuidad es esa primera, de la que hoy os vamos a hablar, pero que en absoluto nos parece la mejor… ¡más bien al contrario! La única ventaja es que ahora la hay en 33 cl, un tamaño mucho más apropiado para una cerveza de 10% vol. de alcohol.
De color rubia dorada, es limpia y brillante, con espuma blanca no muy abundante (más bien escasa) y también no muy persistente. En el aroma destaca el alcohol y un olor más quemado que carameloso. Pero no llama la atención el lúpulo.
Y lo mencionamos porque insisten en que se llama 10 porque aparte de tener 10 grados lleva 10 tipos diferentes de lúpulo. Que vamos, no son nada protagonistas. Dan algo de equilibrio al dulzor, y disimula bien el alcohol, con lo que hace los primeros tragos muy fáciles.
Pero enseguida empieza a raspar y a calentar, siendo una cerveza demasiado poco interesante y compleja para tener que apechugar con la carga que supone para el hígado y la cabeza, semejante pelotazo. Bébela bajo tu cuenta y riesgo, si lo haces.
“Mi opinión en un Tweet:” Desde luego, no es una cerveza de 10. Nota: Suficiente.
Buf ... cómo la has clavado aquí.
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