VII Feria de Cerveza de Mediona

Como no pudimos desplazarnos a Mediona ninguno de los redactores del blog, encargamos a nuestro honorario Caballero de la Birra, Dámaso, que nos hiciese una crónica de la feria, y que esta vez se centrase más en las cervezas que probase. Y se lo ha tomado a pecho. Vamos, que entre pecho y espalda se ha metido unas cuantas:

Este sábado me levanté de la cama con una sonrisa de oreja a oreja. Por fin llegó el gran día, que llevaba salivando hacía semanas, tocaba ir a la VII edición de la Feria de Cerveza Artesana de Mediona. Hay que apuntar, que éste Festival fue pionero en su momento, la primera edición data del 2006 y sus organizadores son Cerveses Ales Agullons, que son, naturalmente, de Sant Joan de Mediona.

Salimos de Barcelona en coche y como iba con mi pareja decidimos regalarnos una noche en Vilafranca del Penedés, punto estratégico, pues la organización habilitó un servicio de taxi desde la estación de tren a Mediona por 10 €/persona ida y vuelta. Precio correctísimo pues un taxi estándar cobra solo por ir unos 40 €. Ya en Mediona, en el corto camino a pie que llevaba al festival, había puestos de artesanos variopintos; Bisutería, productos textiles, embutidos, quesos artesanos, puestos de comida (Crepes, pizzas artesanas, árabe, carne, etc.).

El festival se ubicaba en un buen espacio enfrente del campo de fútbol, donde se podía acampar. Los lavabos eran los propios del campo y eran correctos. Había unos DJ amenizando el ambiente, aunque la música no era de lo mejor. Para los peques, un espacio con columpios donde no paraban. El fallo para mi más significativo, es que no había Wifi y si tenías Orange o Vodafone, como era mi caso, no tenías cobertura, una pena porque el ruido social en redes como Twitter o Facebook podía haber sido importante y en beneficio del propio festival. Quiero destacar la gran Banda de Jazz La Vella Dixieland que a las 20:00 empezó un estupendo concierto.

¡Bueno va! ¡Entro en materia! Este año participaban un total de 41 cerveceras, 40 nacionales y una italiana, lo cual no está nada mal. Al llegar lo primero era comprar el Vaso tipo Nonix, por 1.5 €, pero no había Guía, lástima, la verdad es que hubiera molado. La fuente habilitada para limpiar los vasos tenía presión y funcionaba perfectamente. El precio de las cervezas ¡genial, entre 1.5 € o 2 €, y no había fichas ni nada por el estilo, se pagaba y punto. Realmente así controlas mucho mejor el gasto que haces.

Empecé suavecito con una Les Clandestines de espelta de 4.5% ABV, muy fresca, turbia y un deje dulce agradable, para beberte litros en un día de calor. Seguimos com tranquilidad, que la tarda era larga, con una Pingui la cual me parece una cerveza realmente curiosa y con mucha personalidad, Una Pale Ale, con malta de cebada, trigo, especias africanas, de 5.6% ABV muy refrescante y con matices amargos pero suaves.

La tercera era de una nueva Micro Barcelonense que se presentaban por primera vez Gothia Launia y tuve el placer de hablar con Arturo. Presentaron una IPA de 5.8% ABV con una potencia aromática simplemente brutal , de espuma consistente y en boca con un inicio un tanto dulce y final amargo balanceado. La verdad que respiraba lúpulo a doquier, muy buena pero no apta para iniciados al lúpulo.

Pasé por el stand de Cibeles y no pude evitarlo, ¿la Barley Wine de presión? ¡Ponme una! Lo que me quedé perplejo al ver la espuma que salía, parecía un geiser, jaja. Obviamente pregunté a que era debido porque en botella aun escanciándola poca espuma sacas. David muy amablemente me contó (y perdón si digo alguna barbaridad) lo siguiente; La Barley Wine es de barril tipo Cask que se sirve sin la presión y frío habitual. Lo gracioso está ahí cuando le metes frío y presión, cuando llega al grifo hay una descompensación de presión, se rompe la proteína y ¡bomba! ahí está el espumón. Buenísima con ese dulzor clásico de las Barley Wine, estilo que me encanta, estos madrileños son unos cracks.

Después de los 9% ABV de la anterior tocaba frenar y quería algo oscuro. Por ello la elegida fue la Marina Mas Cremat de 4.5% ABV, ligera Stout de color marrón oscuro tirando a negro, café en nariz y en boca con toque a cacao, pasaba muy bien. No pude resistirme a probar nuevamente la Imperial IPA de Guinea PIGS, 7.5 % ABV, Brutal esta IPA toledana, con una espuma consistente hasta el final, poco carbonatada y aroma a lúpulo extraordinario.

Y por ultimo y en séptimo lugar y no sé si la sensación de la feria, si no, poco le faltaría, pues el puesto de Nómada estaba siempre a reventar. Fue la Unlive Papaya Crash Edition, una Imperial IPA. Además tuve el privilegio de que Javier Aldea me contara un poco más sobre esta delicia. Realizada con lúpulos americanos, japoneses y neozelandeses, donde al final de su elaboración se le añade papaya desecada lo que le da ese toque dulce sutil impresionante.

Las compras fueron poquitas, me vine con una mermelada de cerveza de Domus, una Oatmeal Stout de la Font del diable “Choo-Choo”, una IPA colaboración entre La Font del Diable, Les Clandestines y Reptilian “Tres tristes tigres”, y la nueva creación de Zulogaarden Una Pale Ale con fresas “Strawberry Madness”

NOTA: Aclarar que mi estancia en el festival fue de 14:00 a 21 h, por lo que no pude ver más, como por ejemplo la exposición de coleccionismo cervecero de la mañana, o los conciertos de la noche. Y por ultimo sí, 7 cervezones me tomé, pero en 7 horas, comiendo varias veces y algunos compartidos, de lo que me arrepiento profundamente.

Y a nosotros solo nos queda agradecerle a Dámaso de nuevo su crónica de un festival. A este paso nos va a tocar contratarle de becario. Aunque no creo que quiera, porque sabe como tratamos al Becario y lo mal que le pagamos. Si vosotros queréis colaborar alguna vez, escribidnos y estaremos encantados.